Después
de tenerlo en mi lista de libros pendientes de lectura y buscando
algo desenfadado y diferente, me decidí con la lectura de otro
escritor sueco que ahora parecen invadir irremediablemente nuestras
librerías. Mis expectativas se han visto satisfechas y sin grandes
pretensiones puedo recomendar la lectura de esta original y divertida
novela.
Aunque
son cuatrocientas dieciséis páginas si se leen a buen ritmo no
resulta largo, no obstante he de advertir que a otros lectores le ha
resultado algo repetitiva y cansina. Por supuesto quien se decida por
él cuenta con una amplia sinopsis que le facilitará una idea del
contenido del relato, lo suficiente como para quererlo o
despreciarlo; yo, en mi fiel costumbre omito esa parte.
La
historia es descabellada desde el inicio, en el fondo quién no se ha
planteado en algún momento de su vida escapar por la ventana y vivir
las peripecias que vive nuestro protagonista; si a ello le unes su
edad, la cosa pinta a “lo supermán”. A medida que
avanzaba el argumento me recordó la película de “Forrest
Gump”, en Suecia claro... Allan con sus cien años se
convierte en la estrella de la novela al contar su vida en dos partes
bien diferenciadas en el argumento. En el presente la iniciativa y
atrevimiento de su huida deja rastro a su paso y arrastra con él a
una galería de personajes a cual de todos más estrambóticos y
curiosos y una mirada al pasado que magistral y cómicamente nos
pasea por los principales momentos de la Historia del Siglo XX y los
personajes que le dieron nombre propio a tan sustancial siglo.
Podríamos
estar ante una caricatura cargada de tópicos que roza la
banalización de hechos históricos que para nada fueron divertidos
para la humanidad.
El
ritmo de la novela varia siendo más ligero al principio y teniendo
altibajos que no son motivo como para abandonar la lectura.
Relato
surrealista en el humor, situaciones absurdas, ingenioso, bien
escrito, con claras miras dirigidas al entretenimiento y mezclas de
estilo a los que llega a ridiculizar. Llama enormemente la atención
el cortejo de personajes que se suman al devenir de la historia de
vida de Allan y que le acompañaran a un final de fábula, increíble
y absurdo.
Se
aparta del género de las novelas policíacas suecas aunque coquetea
con el suspense y los rasgos de la novela negra tan prolifera en la
literatura sueca de los últimos años.
Vale
la pena leerla porque sin quererlo tiene la facultad de arrancarte
más de una sonrisa ante situaciones verdaderamente inimaginables.
“Estoy
aprendiendo a darle tiempo al tiempo, a esperar el momento, porque
todo llega cuando tiene que llegar”
No hay comentarios:
Publicar un comentario