viernes, 30 de septiembre de 2016

Tierra sin hombres, Inma Chacón

Cuando los libros de ciertos autores aterrizan en mi hogar, eso es señal de que alguien que me conoce muy bien ha encontrado motivos de sobras para hacerlo; tras media vida juntos, mi Teíto ha llegado con la última novela de la que para mí es sin duda una de las escritoras que más me hacen disfrutar de este placer que es la lectura.
Recién salido al mercado, “Tierras sin hombres” nos devuelve a Inma Chacón, hablar de ella es recordar a su gemela Dulce, la eterna “Dulce”, que no morirá nunca para los que tuvimos el honor de leerla. Con satisfacción digo, que lo he leído todo de esta pareja de “plumas” que consiguen adentrarnos en historias de sencillos personajes cargados de humanidad y contar de forma asequible vidas de otros para hacernos más llevadera las nuestras.
Dentro de la narrativa contemporánea española, la extremeña mira en esta ocasión a la lejana Galicia, la que muchos llamarían “profunda”, para hablarnos de unos personajes reales a los que envuelve deliberadamente en la ficción, pero sin alejarnos de cierta veracidad, ya que la matriarca de la familia donde suceden los hechos, existió y de ello dio buena cuenta Rosalía de Castro, a quien nuestra escritora rinde un tierno homenaje.
"Las hermanas Elisa y Sablea crecen en una pequeña aldea cercana a Ferrol, donde su madre, Rosalía, una leiteira pobre, las cría sin la ayuda de su marido. Mateo, que emigró a América para iniciar un negocio que nunca concluyó, solo le dejó a su hermano Manuel, sordo de nacimiento, que con su bondad temerosa y sencilla la ayuda a sacar sus hijas adelante. Cuando Rosalía comienza a planear la boda de su hija Elisa con Eloy, el único bachiller del pueblo, no cuenta con que Sabela se ha enamorado de él y que el guapo minero Martín tiene otros planes para Elisa”
Suficiente con esta sinopsis para no destrozar el relato. Cuando tengo noticias de la existencia de una nueva novela de Inma Chacón, no necesito saber el argumento ni la trama, simplemente me gusta como escribe y se que no me decepcionará, nunca lo ha hecho. Me preparo para encontrarme una novela “pegamento”, me adhiero a ella hasta que la termino y luego me entra una resaca emocional por haberla terminado, pero me queda la esperanza de que no será la última y siempre amparada por el universo literario a mi alcance, al cual recurro sin pensármelo dos veces. Echo de menos a su hermana, quizás por eso la busco en sus obras y la encuentro, me recuerda mucho a ella, y me trasmite paz. Cuando hablo de personajes me refiero a que la historia se desarrolla a medida que estos se presentan, crecen, cambian y acaban siendo muy diferentes a sus inicios; es un arte hacer esos con los protagonistas y creo que ahí radica la originalidad.
Ferrol se convierte en el marco de una historia matriarcal, donde los hombres son secundarios y sus ausencias una realidad aceptada. Históricamente nos lleva a la España de finales del siglo XIX, al mundo rural asfixiado por las necesidades, donde subsistir es un reto interminable y cuya solución pasa por el abandono de la “tierra”; pobreza, huidas sin retornos, supersticiones, sueños, engaños, mentiras y secretos, completan el repertorio de temas y sentimientos que aborda la escritora bajo el duro manto de la emigración, “epidemia” atemporal que no parece tener fin, aunque entonces marcharan los maridos y hoy lo hagan los hijos..., “hay cosas que no cambian fácilmente”.
En una entrevista a la autora confesaba su pesar por este fenómeno padecido por los españoles desde hace siglos y se lamentaba de tener que hablar de un homenaje a “viudas de vivos”, esperando no tener que hacer algún día otro a “madres de vivos”.
Narrada en tercera persona, con un ritmo constante y bajo una narrativa más que agradable, me atrevería a decir que es una novela para mujeres, pero eso no es propio de mí, el tema es universal, de manera que el género de los lectores no es cuestionable; lo que está claro es que el peso argumental recae en las mujeres de esta villa gallega, que la capacidad de manipulación en el destino de una buena parte de ellas, depende de una madre que dirige las vidas de sus hijas, y que es evidente que estas actitudes en determinados momentos y ambientes se convertían en modos de vida “aceptados” que no “aceptables”.
Os invito a leerla calmada y sosegadamente, a disfrutarla sin atropellos, que las prisas no permitan que os perdáis nada, aunque no lo aplicó para mí, yo siempre acabo releyéndola, de manera que casi salgo ganando. No quiero terminar sin avisaros que mientras la leía me ha venido al recuerdo obras de grandes escritores del género del realismo mágico y como no de lecturas que dejan huellas, Inma hace en sus novelas guiños a esos escritores universales y esa es otra de las muchas razones por la que la leo.
No cabe duda de lo que me ha gustado y espero que sea compartido con las que se mantienen fieles a este tipo de narraciones entrañables que nos despiertan emociones sin fechas de caducidad.

Emigrar es desaparecer para después renacer, inmigrar es renacer para no desaparecer nunca más”.

miércoles, 28 de septiembre de 2016

La ciudad de los libros prohibidos, Maribel Carvajal

No siempre resulta sencillo comentar todo lo que leo, puede que esta sea una de esas ocasiones. “La ciudad de los libros prohibidos” llegó a mí por la vía más cercana que podamos imaginar, la autora directamente me hizo participe de la publicación de su novela, Maribel Carvajal, es lo que llamamos una “paisana” que conozco desde hace mucho tiempo y sabedora de mi afición por la lectura, compartió los frutos de un proyecto que le ha ocupado la nada despreciable cifra de diez años, motivo suficiente para ser generosa con ella y comprar su libro, aportar un granito de arena y contribuir en el debut literario de esta joven y valiente escritora extremeña.
Para hacer una sinopsis breve de estas mil páginas os cuento, que avanzado el siglo I de nuestra era en la colonia de Augusta Emérita tienen lugar una serie de misteriosos asesinatos que alteran la vida de este enclave de la Lusitania. La búsqueda de unos manuscritos conocidos como los “Los Libros Sibilinos” desencadenan acontecimientos que destapan una red de corrupción, codicia, crímenes e intrigas que pretenderán justificar las formas de vida y las soluciones propias de una sociedad que es el fiel reflejo de su Imperio”.
Prefiero no entrar en detalles y en el caso de animaros, que cada uno complete el argumento del úelato. Sinceramente si muchos encontraran diez líneas en el reverso del libro tal vez se hubiera multiplicado el número de lectores. Mientras lo leía intentaba encontrar a compañeros que estuvieran inmersos en esta novela, muchos quedaban asustados por el volumen de páginas y otros se perdían en el repertorio de personajes que dan vida a la trama; de manera que en solitario he leído este novelón que ya al comprarlo me recordó a las novelas de Ken Follet, que no decepcionan pero a las que hay que dedicar horas, tiempo y atención.
Al decidir leerlo busqué estrategias para no abandonarlo y recurrí a otros recursos utilizados en autores muy queridos por mí; para no perderme en la galería de personajes establecí una lista con alguna característica propia de cada uno de ellos, así acabé familiarizándome con Sexto Furnio Juliano y Cornelio Severo, además de otros muchos que completan el repertorio de actores y protagonistas secundarios; aún así Maribel presenta una relación detallada de cada uno de ellos, pero acostumbrada a Almudena Grande, opté por esta solución que siempre me da resultado. Aprovecho para decir que alrededor de Sexto y Cornelio pivota la trama principal de esta historia, y para ser justos un abanico de personajes femeninos que retratan al detalle la vida de las mujeres de esta época, sus aficiones, costumbres, el papel cerca y detrás de estos hombres y la capacidad de influir en decisiones atribuidas a una sociedad militarizada y castrense.
No hay nada que criticar acerca de la ambientación elegida por la autora, detallista hasta el exceso, consigue un retrato social de la colonia emeritense bajo el mandato de Nerón que nada tiene que envidiar a la capital del Imperio. Aborda todos los temas de la época, cultos, leyes, dioses, el papel del ejército, las campañas, las fiestas, los excesos, las ansías de poder, la corrupción, las injusticias sociales…, y a medida que presenta un tema confecciona una trama que supone un despliegue de documentación tan exhaustiva, que acaba siendo un desafío terminar párrafos que a mi parecer se han alejado del argumento inicial. En estas secuencias que son muy frecuentes me he acordado de Arturo Pérez Reverte que para describir el uniforme de un militar necesita  veinte páginas y eso a los lectores acaba echándonos para atrás. Creo que le sobran cientos de páginas a la novela, a los que nos gusta la Historia leer documentación a estos niveles no nos importa, pero quienes eligen una novela llevados por un misterio desean leerla para resolverlo y de paso aprender sobre otras culturas y civilizaciones.
Sin duda la recomiendo, tiene todos los ingredientes de un relato de intriga, misterio, hay muertos, hombres malos, mujeres perversas, amor, libros perdidos…, todo lo que encontramos en otros géneros pero dentro de la novela histórica. Me hubiera gustado menos explicaciones de cada acontecimiento narrado, suprimir algunas tramas que me han resultado innecesarias, pero también quiero decir que el lenguaje es ágil, sencillo y asequible, que aunque largo el libro se disfruta, que está escrito para todos los públicos, con escenas elegantemente tratadas, como mucho rigor histórico y que sin duda entre cada línea he sabido reconocer los valores con los que se construye una sociedad, amistad, lealtad, honestidad, valentía y honradez…, valores que cuesta trabajo reconocer en las sociedades actuales y cuya ausencia las condenas irremediablemente a su desaparición.
Me gustaría animaros a su lectura especialmente por corresponder al trabajo de Maribel Carvajal y porque siempre digo que escribir es una tarea muy difícil, que guste lo que escribes un desafío y que se reconozca tu esfuerzo un sueño; hagamos que todo esto y más haya valido la pena para esta joven y audaz escritora.

“En cuanto a la adversidad, difícilmente la soportarías si no tuvieras un amigo que sufriese por ti más que tu mismo”.

sábado, 17 de septiembre de 2016

El viento de las horas, ángeles Mastretta

Es difícil no detenerse en una portada con tanta ternura, la niña con trenzas y vestidito de cuadros nos traslada de un salto a una infancia que dormita en nuestro recuerdo como parte de nuestra identidad. Me atrajo el título y la invitación que aparece en su reseña; Ángeles Mastretta nos abre una entrada a su pasado y nos hace partícipes del legado de los días de su vida evocando los detalles más cotidianos y al mismo tiempo más preciados de este mundo palpitante y generoso que nos rodea.
Algo en común con la escritora mexicana es que cada uno de nosotros tenemos esa posibilidad de elaborar nuestro propio relato de recuerdos, viajar al pasado, retroceder y detenerse en momentos que aportaron emociones inolvidables, volver a disfrutar de aquello que nos hizo feliz. Sin duda nuestra vida es un rompecabezas de retazos que mantenemos intactos como testigo de nuestra existencia. Con esta intencionalidad la autora reflexiona acerca de los grandes temas universales como la belleza, la juventud, el amor, la muerte y el paso inevitable del tiempo.
El libro es una recopilación de instantes de su vida, un ejercicio sencillo y melancólico de buceo en pequeños momentos junto a su madre, en su calle, con sus amigos, retales de vida, fotografías que despiertan sentimientos dormidos, reclamos a la memoria hecho frases. Escrito en prosa poética destila nostalgia desde la primera palabra, con un lenguaje elegante que atrapa y te traslada a un estado de placidez que invita a celebrar y disfrutar de los pequeños placeres de la vida.
No voy a caer en el error de recomendar el libro solamente a mujeres, la sensibilidad aunque es “femenina” no conoce de sexo, todos gozamos de nuestro lado tierno, destaparlo y darle alas es un ejercicio que engrandece el ánimo. Yo siempre digo que los recuerdos no deberían existir porque aquello que vivimos en un pasado y nos hizo feliz, ya lo disfrutamos, pero recuperar momentos que nos rompió el alma resulta cruel y duro; revivir las angustias, requiere un gran esfuerzo y buenas dosis de valentía, de manera que mejor olvidarlo todo. Pero ¿Quién renuncia a los recuerdos?, ¿Quién deja incompleto su puzle de vida?; la contestación o la dejo a vosotros.
Muy recomendado para aquellos que busquen disfrutar del placer de la escritura con “tonillo” mexicano, dulzura con sabor a infancia y ternura que no caduca. Os gustará.
No sé si alguna vez olvidaré hasta el recuerdo de quién fui en la infancia. Dicen que los viejos siempre recuerdan mejor el pasado remoto. Hasta que la vida se les va haciendo pequeña y llegan a olvidar su nombre, antes de que la nada los nombre a ellos”.

"La tontería no viene en gotero sino en caudales", "Bien nos perdonarán las horas"," El tiempo, ese juguete que nos juega, acorta los deseos", “Lo que en mi juventud significó ruptura ahora se suple con flexibilidad”.

lunes, 12 de septiembre de 2016

La mujer de púrpura, Jeanette Winterson

Cuando buceo en algunos blogs y encuentro una lectura cuya temática gira alrededor de la brujería y las persecuciones católicas por parte de los poderes reales, siento una curiosidad difícil de sujetar; sin ser un Premio Nobel, “La mujer de púrpura” me atrajo por esa atmósfera gótica con rasgos paranormales de ambientación oscura y tenebrosa, con dosis de lesbianismo que no sigue la narración convencional y que acabó provocando en mi sensaciones contradictorias.
La historia se basa en un hecho real: el juicio a unas mujeres en Lancashire, acusadas de brujería en tiempos de Jacobo I. Basándose en estos datos, Winterson ha recreado la época y ha introducido en aquella realidad truculenta el personaje de Alice Nutter, una mujer que vive de su propio trabajo, pues ha inventado una fórmula para teñir la ropa de un color rojo oscuro que ha despertado incluso el interés y las atenciones amorosas de la reina.
Dueña de sí misma y dispuesta a enfrentarse a las fuerzas de la ley, Alice intenta descubrir qué hay detrás de la acusación de brujería y descubre las miserias de quienes están al cargo de las mujeres encerradas en prisión: madres que venden a sus propias hijas a los guardianes de la cárcel, hombres que casi parecen bestias y chiquillos dispuestos a mentir por un mendrugo de pan y una piel de patata.
Llega el momento en que Alice misma es incriminada, y pronto sabremos que tiene un secreto por el cual está dispuesta a morir, pero a su manera... El Norte es el lugar de la oscuridad pero también del valor, y en la muerte de cada cual a menudo se refleja la vida entera.
Sin duda es un relato de los que se define como realidad histórica hecha ficción, una trama creada por una autora cuya personalidad se deja sentir en cada página a través de un personaje principal, Alice alrededor de quien un número excesivo de acompañantes dan vida a este argumento dividido en capítulos cortos que no por ello permiten distracción en la lectura. Aunque el tema estrella es la acusación de brujería, algo muy frecuente en el Medievo, se abordan temáticas muy variadas entorno a la mujer de esa época, la opresión, la hechicería, la magia…,un retrato de Inglaterra que se corresponde con un juicio real muy documentado que tuvo lugar en la localidad de Lancashiere, y que guarda muchos rasgos comunes con los acontecidos en otras zonas de Europa.
Aunque su estructura es sencilla, el argumento está muy definido y la lectura es ágil, no engancha como debería haber pasado ante un relato de gran fuerza narrativa y tema sugerente. No hay un ritmo continuo en la lectura, hasta la mitad se mantiene, luego decae y parece tomar impulso al final cuando ya es algo tarde. Chirrían los aspectos sobrenaturales a los que hay que aportarles grandes dosis de imaginación para no provocar incredulidad y hasta risas.
En líneas generales y salvando el exceso de escenas escabrosas contadas con gran detalle, es aceptable especialmente por su brevedad, unas doscientas páginas que se leen solas y que al menos en mi caso sirven para entrar o salir de lecturas desafiantes, como siempre sobre gustos hay poco escrito y no deja de aportar datos sobre esos terribles e injustos procesos de los que fueron víctimas mujeres de una época donde la religiosidad movía el curso de la Historia.
“Realmente, el mundo está poblado de brujas; unas más benignas, otras más implacables; pero el reino no solo de la fantasía, sino el de la realidad evidente pertenece a las brujas”.

viernes, 9 de septiembre de 2016

Todos mis futuros son contigo, Marwan

La poesía no forma parte de mis gustos por la lectura, nunca he comentado ningún libro de poemas ya que no entra en mis preferencias, de manera que abordo esta asignatura pendiente con “Todos mis futuros son contigo”. Llegó hasta mi a través de una sobrina que sabedora de mi afición por las letras y sin olvidar el momento que estaba viviendo, decidió colmar mi corazón de las bellas palabras que este cantautor plasmó en una de las recopilaciones de poemas más bonitos que podamos imaginar.  
Todos mis futuros son contigo es una autopsia emocional en toda regla, el diario sorprendido de alguien que tropieza con sus sentimientos y, asombrado, los comprende de inmediato. En ocasiones puede que dudes de si es poesía, prosa poética o frases lanzadas desde el fondo del corazón. No queda claro. Lo que está claro es que no te va a quedar ningún sentido intacto tras su lectura.
Aquí hay poemas de amor, hay poemas que van desde el apego más romántico y suicida a otros que aseguran que el amor no es una forma de quemarse, sino un modo de tender puentes entre dos almas para que la felicidad pueda cruzar a pie de un corazón al otro. También hay desamor. Sea como sea, amor o desamor, te verás reflejado en cada línea.
Hay poemas que persiguen la justicia social con la misma determinación con que ciertos gobernantes aplastan a los pueblos, hay caídas, hay desvelos, homenajes, viajes al interior, hombres que no consiguen dar consigo y hombres que se escriben a sí mismos las cartas de amor que siempre se negaron
.
Son alrededor de doscientas páginas que cuentan una historia de vida que avanza dividida en tres partes y cada una con poemas que se presentan con títulos muy profundos. Poco puedo decir de esta preciosidad de regalo, joya que debería estar en todas las bibliotecas y que ha sido un testimonio del “sentimiento hecho palabra”. La poesía es tan especial e íntima que no puede ser comentada porque el impacto emocional es muy particular y único…, sería un atrevimiento por mi parte; solo puedo decir que lo tengo muy a mano, que lo leo y releo sin pereza, que cuando necesito buscar palabras que me reconforten lo abro y leo y que hasta hoy nunca me ha decepcionado…, siempre está negro sobre blanco lo que busco y cuando lo cierro tengo la certeza de que reposa fielmente hasta mi próxima llamada de auxilio. Recomendado y dedicado a mi sobrina Guadalupe, una gran mujer y profesional que forma parte de mi vida.

“Yo subía las escaleras de su cuerpo, ella se tiraba de mi abismo. Hacíamos una buena pareja. Siempre nos encontrábamos a medio camino de su caída y de mi ascenso y daba igual todo, que subiéramos o bajáramos. Lo importante era que en algún punto, aunque fuera breve, ella y yo nos encontrábamos”.

jueves, 1 de septiembre de 2016

La Isla, Victoria Hislop


Buscando una novela de esas que yo llamo de “descanso” entre lecturas potentes y otras que te aporten respiro, encontré  “La isla”… y vaya si estuvo acertada la elección. Dentro de la narrativa romántica y en unas cuatrocientas páginas, Victoria Hislop, despliega una historia familiar a modo de recorrido de árbol genealógico con grandes dosis de misterio, secretos del pasado, dramas y cantos de esperanzas, amor y superación.
lAlexis, joven arqueóloga británica de origen griego, decide viajar a Grecia para desentrañar la misteriosa historia de su familia que jamás se han atrevido a contarle. Antes de partir, su madre le da una carta para que la lleve a una vieja amiga, prometiéndole que le ayudará a desvelar los acontecimientos que marcaron a la familia, empezando por el horrible destino de su bisabuela Eleni, condenada al exilio en la Isla de Spinalonga tras haber contraído la lepra en 1939. Sus dos hijas Anna y María, protagonizaron una trama de fascinantes amores e infidelidades que, junto a las intrigas familiares y los sentimientos de repulsa que provoca la lepra permitirán a Alexis descubrir los terribles secretos que su madre, Sofía, le ha ocultado durante tantos años. Una familia, en fin, destrozada por la tragedia, los acontecimientos de la Segunda Guerra Mundial y las pasiones amorosas.
Desde el principio quiero dejar claro que no es mala, es lo siguiente…, pero que debido al momento concreto piscinero en el que la leí, no tuve ningún problema en acabarla y pensando que hay gustos para todo, lo suyo es comentarla y hacer justicia al par de tarde que me proporcionó de placer en aquello que más me hace disfrutar, leer.
Escrita en dos tiempos, con un marco geográfico incomparable, Grecia y más concretamente un islote frente a Creta que durante décadas fue utilizado como leprosería, y sobra decir que está basada en un hecho real, hasta 1957 fue la última colonia griega de leprosos en el Mediterráneo. La vida de María y de Ana son el centro de un argumento mediocre y flojo, tanto como sus personajes, cuyas acciones son predecibles desde el principio al fin. La clave está en el viaje físico y emocional de una arqueóloga deseosa de desvelar secretos familiares de los que sus antepasados se avergonzaban.
Prosa y lenguaje casi infantil que curiosamente enganchan, escenarios bien descritos, exceso de sentimentalismos, situaciones muy repetitivas, explicaciones  largas e innecesarias , todo medido sin dejar nada al azar, me dejó las manos atadas y la imaginación bajo llave…, todo eso hizo inviable el poder empatizar con fríos personajes a los que olvidé en cuanto cerré el libro, emociones nulas para ser un tema tan cruel que dejaron el argumento vacío de contenido.
Posteriormente he sabido que hay una adaptación televisiva de esta novela y tal vez en pantalla sea más llevadera, pero como novela es mediocre y floja y eso que misteriosamente te atrapa. El secreto estuvo al menos para mí en el escaso esfuerzo que requería y como se suele decir “se leía sola”. Estoy segura que le puede gustar a alguien, no en vano esta autora la elegí en otra ocasión porque de entre tantas británicas que he leído…, “las hay peores”.

“En el corazón de todos los inviernos vive una primavera palpitante, y detrás de cada noche, viene una aurora sonriente”.