viernes, 28 de septiembre de 2018

El reino de las fieras, Gin Phillips


El hecho de leer tanto y contar con poco tiempo supone un desafío a la hora de llevar al día el blog en el que comento mis lecturas; es por eso que faltando a mi costumbre de no copiar sinopsis de los libros, me veo obligada a utilizarlas al menos hasta que consiga acortar el número de comentarios pendientes.

“Lincoln es un buen niño. Con cuatro años es curioso, inteligente y bien educado.
Hace lo que su madre le dice y sigue las normas.
«Hoy las reglas son distintas.
Y las reglas dicen que nos escondamos
y no permitamos que el hombre del arma
nos encuentre.»
Cuando un día feliz en el zoo se convierte en una pesadilla y Joan se ve atrapada con su hijo, deberá hacer acopio de todas sus fuerzas y encontrar el coraje para protegerlo a cualquier precio; incluso si eso significa cruzar la línea entre el bien y el mal, entre la humanidad y el instinto animal. Una línea que nadie imaginaría nunca traspasar.
Pero, a veces, las normas son diferentes”.
“El reino de las fieras” es una novela que transcurre en muy pocas horas, tres para ser exacto, de manera que se puede leer en tiempo real como la sucesión de los hechos que narra. Una madre que está con su hijo en el zoo momentos antes de salir, encuentra un hombre con una escopeta, situación imprevista que la obliga a esconderse con su hijo de cuatro años con la finalidad de ponerse a salvo del que ya ha asesinado a varios visitantes. La tarea nos fácil cuando lo prioritario es mantener la calma del niño y salir con vida de ese lugar.
La autora nos plantea un argumento en el que refleja la desesperación y huida de Joan en un lugar aparentemente lúdico, transformando ese espacio en un lugar hostil en el que vivirá los momentos más horribles de su vida.
Un thriller psicológico desarrollado a partir de la relación única e indestructible que una a una madre con su hijo. Una situación que muchos encontramos posible en una actualidad donde ya es posible vivir de todo.
Con un inicio trampolín y de ritmo trepidante se inicia un relato con un único escenario y en un tiempo récord. El Zoo es el espacio principal en toda la historia, pero al final, tal y como lo narra, no se hace nada pesado. De hecho, está tan bien ambientada que, llegado el momento, comienzas a percibir cada movimiento a tu alrededor.
Otro de los elementos interesantes que podría destacar de la novela son los personajes. La historia se narra a través de los ojos de Joan con algún que otro recuerdo que sirve para conocer mejor su situación y la de su hijo. Así, te das cuenta de que Joan y su hijo podrías ser tú y el tuyo. Sientes lo que se sufriría en una situación de este tipo y las miles de cosas que se te podrían pasar por la cabeza. Eso sí, el denominador común es el hecho de sobrevivir y proteger a toda costa lo que más quieres.
Además, la historia está narrada en esa franja de 3 horas, algo que hace muy ágil el desarrollo y que no te de tiempo soltar el libro hasta que no llegue la hora del desenlace. Creo que es un estilo muy acertado para una novela que se sitúa en un mismo lugar.
“Reino de fieras” es una historia diferente, muy creíble y bastante bien narrada. Te apegas a los personajes y quieres saber qué es lo que sucederá. Además, los temas de secuestros, asesinatos múltiples y el terrorismo se dejan entrever en un mundo en el que, por desgracia, ya no nos resultan tan distantes y mucho menos, irreales.
Personajes escasos pero bien trazados y una prosa limpia y evocadorá
Si tienes oportunidad, adéntrate en la historia de Joan y Lincoln y descubre si su historia, distaría de la tuya en una situación de ese tipo. En mi caso, creo que no… El peligro hace que seamos capaces de muchas cosas de las que nos creemos incapaces. Adictiva exploración de la ferocidad del amor materno. No deja indiferente la lectura de esta historia elegida en la piscina sin más pretensiones que pasar un buen rato, algo conseguido página a página. Cardíaco y escalofriante. Os gustará.

“La poesía debe tener algo en la que es bárbara, vasta y salvaje”.

sábado, 22 de septiembre de 2018

El rey recibe, Eduardo Mendoza


El hecho de leer tanto y contar con poco tiempo supone un desafío a la hora de llevar al día el blog en el que comento mis lecturas; es por eso que faltando a mi costumbre de no copiar sinopsis de los libros, me veo obligada a utilizarlas al menos hasta que consiga acortar el número de comentarios pendientes.

“Barcelona, 1968. Rufo Batalla recibe su primer encargo como plumilla en un periódico: cubrir la boda de un príncipe en el exilio con una bella señorita de la alta sociedad. Coincidencias y malentendidos le llevan a trabar amistad con el príncipe, que le encomienda, entre otras cosas, escribir la crónica de su peculiar historia. El opresivo ambiente de la gris España franquista pronto se quedará pequeño para Rufo, que viajará a Nueva York con poco dinero, grandes esperanzas y el difuso objetivo de hacer algo emocionante con su vida.
Rufo Batalla será testigo de los fenómenos sociales de los años 70, como la igualdad racial, el feminismo, el movimiento gay o el desplazamiento de los grandes centros culturales y la deriva de nuevas formas de expresión, fenómenos que en buena parte hicieron del presente lo que es hoy. Y dejará constancia, no tanto de los hechos como de la forma en que lo vivieron quienes lo presenciaron".

Recomendación de una gran lectora y seguidora de Eduardo Mendoza a quien su fama le precede y su estilo único le hace inconfundible. De entre las muchas cosas que me llamaron la atención fue la portada del libro con el gato Fritz, personaje emblemático del arte de Robert Crumb y la contracultura norteamericana de los años 70.
Esta novela de casi cuatrocientas páginas cuenta en primera persona la vida de Rufo Batalla, un joven nacido en Barcelona, donde se ambienta la historia, al que parece pasarle de todo y en el fondo no pasarle nada, un tipo normal en una vida corriente, más bien es el antihéroe que ejerce de reportero sin darse malos ratos y que a lo largo de la novela evoluciona hasta acabar ocupando un puesto administrativo de relevancia en Nueva York.
El libro, primera parte de una trilogía que se titulará Las tres leyes del movimiento con el sello del escritor en la afirmación de la importancia de los años 70 en nuestras vidas, de la experiencia de los que la vivieron y la resonancia de aquella época en nuestra actualidad.
La trama central de El rey recibe se centra en la relación que irá desgranándose entre el protagonista y el príncipe Tukuulo, heredero del trono de Livonia, territorio desaparecido en el magma de los repartos europeos. En plena Guerra Fría, el empeño de este personaje entre pícaro y aristócrata por presentarse como aspirante a restaurar la vieja monarquía familiar lo convierte en un espejo paródico que, pese a todo, le ofrece a Rufo Batalla su única posibilidad de conectar con los grandes hechos y sacudirse la mediocridad.
Escrita por un buen escritor, con una impecable narración y con una buena historia, pero no me ha terminado de gustar. El principio engancha más y se hace entretenida, luego al chocar con ciertos pasajes innecesarios, se hace aburrida y tediosa. Contada en primera persona por el protagonista gracias al cual vamos conociendo los principales acontecimientos históricos, sociales y políticos mundiales de los años 60 y 70 del siglo XX.
Texto irónico, culto y atrevido con un guiño al periodismo bueno y ciertos rasgos de la personalidad de Mendoza en su protagonista. Prosa fácil y sencilla accesible a todos los públicos a los que invita a reflexionar sobre el franquismo o el marxismo al tiempo que narra episodios surrealistas e historias fantásticas, esto lo hace inclasificable entre la comedia y la biografía.
Aunque no me ha gustado mucho y me ha costado trabajo terminarlo, no voy a dejar de recomendarlo puesto que Eduardo Mendoza es un escritor consolidado y yo una lectora que os cuenta mis impresiones, de manera que espero que os guste.

“La batalla más difícil de mi vida, es la que libro a diario conmigo mismo".

miércoles, 12 de septiembre de 2018

Laín el bastardo, Francisco Narla


El hecho de leer tanto y contar con poco tiempo supone un desafío a la hora de llevar al día el blog en el que comento mis lecturas; es por eso que faltando a mi costumbre de no copiar sinopsis de los libros, me veo obligada a utilizarlas al menos hasta que consiga acortar el número de comentarios pendientes.

“Era huérfano, y bastardo, pero su ilusión estaba clara: que cuando su padre, don Rodrigo Seijas, señor de San Paio, volviera de las Cruzadas, estuviera orgulloso de él. Por eso había escalado el roquedal hasta conseguir un polluelo de halcón, que criaría para regalárselo. Pero las malas noticias llegaron al fin: don Rodrigo no iba a volver. Y ahí empezó todo. Expulsado a golpes por su hermanastro, será acogido por Guy de Tarba, infanzón fiel al señor de la villa y, con él, Laín se embarcará en un viaje lleno de peligros y aventuras. Desde Galicia, pasarán los Pirineos y, ya en Venecia, embarcarán hacia la Palestina y allende ultramar. Perseguido por los templarios, será traicionado, embaucado, torturado…, pero se convertirá en un hombre, en un héroe. Y lo mantendrá vivo una única esperanza: la venganza. Como si fuera una cantiga moderna, Martín Códax nos relata la historia de Laín, el bastardo de de San Paio; la gesta del halconero, una historia de aventuras, conspiraciones y honor, sumergida en la época más turbulenta del medioevo europeo, desde la España de Alfonso X el Sabio hasta las lejanas tierras de Mongolia, donde la sombra del gran Gengis Kan sigue enmudeciendo a vivos y a muertos”.

“Laín el bastardo”, es el resultado de una de mis incursiones a la librería donde adquiero mis lecturas, María me recomendó las aventuras de este niño, bastardo del señor de San Paio, una historia que transcurre en el siglo XII durante el cual asistiremos al crecimiento personal de nuestro personaje en un viaje que nos transporta desde las tierras más cercanas de Santiago, hasta la Italia de Marco Polo y Mongolia donde conocerá al mismísimo Khan, en un empeño incansable por encontrar a su padre.
A través de este viaje, descubrimos una novela histórica alejada del esquema tradicional, que se desarrolla en el marco de las Cruzadas y las perseguidas reliquias del cristianismo, ambientación recreada al detalle en la que no faltan batallas y aventuras.
Con un argumento que gira alrededor de la constante búsqueda de Laín, el autor consigue un magnífico trabajo literario, en el que  hilvana todos los hilos argumentales que la conforman como si de un arquitecto se tratase. Se aprecia que encajan todas las piezas a medida que avanza la trama, y sobre todo que no resultan nada artificiales, sino que se van sucediendo de una forma muy natural, ajustándose a la ardua documentación realizada por el autor.
Durante todo el camino, estamos acompañados por Martín Códax, el narrador de la historia, que a través de su trova y acompañado de la cítola nos irá descubriendo la que se convertirá en la historia más importante de su vida. Sin duda es un libro de aventuras con fondo histórico, un viaje largo y variado que se desarrolla con una escritura limpia y elegante bajo un ritmo rápido y ameno, en el que van apareciendo la galería de personajes indispensables para dar cuerpo al relato.
Está estructurada como si de una cantiga moderna se tratase, ya que la conforman un total de 22 estrofas tituladas, que adelantan lo que nos espera a lo largo de su desarrollo. Y a cada una de ellas acompaña un fragmento tomado de textos de la época. Dos son las voces narradoras de la novela: una es la de Martín Códax, que relata en primera persona todo lo que sucede en torno a la figura del personaje principal; otras será un narrador omnisciente, que cuenta lo que sucede desde el punto de vista del trovador gallego. Aunque el relato del trovador es más bien esporádico al principio, a medida que avanzan las estrofas tendrá una presencia mayor, pues mayor será su participación en los hechos que tienen lugar en torno a la figura del personaje principal.
Escrita con un claro equilibrio en lo que se refiere a la construcción de los personajes y a la ambientación espacio-temporal, sin olvidarme de las escenas de cetrería y pesca, que resultan muy atractivas para el lector, por el carácter visual de las mismas, tal y como son relatadas por el narrador. Atractiva galería de personajes, algunos de ellos muy peculiares.”
Laín el bastardo” es una novela de lectura fluida y muy adictiva, pese a la larga extensión de la misma, en ella disfrutamos de algunas leyendas referentes a personajes históricos, como Gengis Kan, o a localizaciones por las que se mueven los personajes. También las reliquias tendrán un papel destacado a lo largo de las estrofas en las que se estructura la novela no exenta de intriga y acción, aunque llega a parecer una guía de viajes
Novela para todos los públicos con una narración fácil de seguir que engancha desde el principio, en la que la importancia de la amistad y los lazos familiares etiquetan estas casi ochocientas páginas de “novelón” y a la que le pongo una pega, el escaso papel otorgado a las mujeres.
Buena lección de historia para el que le guste disfrutar de un siglo repleto de acontecimientos y cambios, un auténtico viaje por el mundo. Os gustará.
“Un hombre vale tanto como su palabra”.

martes, 4 de septiembre de 2018

Los señores del tiempo, Eva Gª Sáenz de Urturi


El hecho de leer tanto y contar con poco tiempo supone un desafío a la hora de llevar al día el blog en el que comento mis lecturas; es por eso que faltando a mi costumbre de no copiar sinopsis de los libros, me veo obligada a utilizarlas al menos hasta que consiga acortar el número de comentarios pendientes.

Vitoria, 2019. Los señores del tiempo, una épica novela histórica ambientada en el medievo, se publica con gran éxito bajo un misterioso pseudónimo: 
Diego Veilaz.
Unai López de Ayala, Kraken, se enfrenta a unas desconcertantes muertes que siguen un modus operandi medieval. Son idénticas a los asesinatos descritos en la novela Los señores del tiempo: un envenenamiento con la «mosca española» ?la «viagra» medieval?, unas víctimas emparedadas como se hacía antaño en el «voto de tinieblas» y un «encubamiento», que consistía en lanzar al río a un preso encerrado en un tonel junto con un gallo, un perro, un gato y una víbora.
Las investigaciones llevarán a Kraken hasta el señor de la torre de Nograro, una casa-torre fortificada habitada ininterrumpidamente desde hace mil años por el primogénito varón. Pero el reverso de tanta nobleza es la tendencia de los señores de la torre a padecer el trastorno de identidad múltiple, un detalle que arrastrará a Estíbaliz a vivir una arriesgada historia de amor.
Unai López de Ayala acabará descubriendo que Los señores del tiempo tiene mucho que ver con su propio pasado. Y ese hallazgo cambiará su vida y la de su familia.

“Los ritos del agua”  llegaron en un momento estival, en plenas vacaciones y me pareció una novela completa y muy del momento. Entretenida, con buen ritmo y trama perfecta, algo predecible pero no por ello me quitó las ganas de continuar con la entrega siguiente. Tenía curiosidad por conocer el desenlace final,
Más tarde llegó El silencio de la Ciudad Blanca” no me pareció una mala historia, pero abusaba demasiado de las descripciones de lugares y terminó convirtiéndose en una guía de viajes por la capital alavesa; aunque el argumento me gustó, se me quedó muy coja la parte del pasado, me hubiese gustado conocer más de «esa madre».
“Los señores del tiempo” es la tercera entrega de la saga de la Ciudad Blanca, este libro combina muy bien dos tramas, una antigua y otra actual (siguiendo los dos libros anteriores). La descripción de la historia medieval está muy trabajada y cuidada. No obstante, creo que los dos libros anteriores enganchan más. La trama para descubrir al culpable de los crímenes podría ser mejor, pues esperaba algo más del final como por ejemplo algún giro inesperado y sorprendente.
Estamos en Vitoria en septiembre de 2019. Se están produciendo una serie de asesinatos que imitan los que aparecen en la novela Los señores del tiempo, una obra que está arrasando y a cuyo autor nadie conoce.
Unai López de Ayala y su equipo deberán averiguar quién está detrás de unas muertes con un modus operandi tan peculiar: la mosca española, el emparedamiento y el encubamiento.
Los señores del tiempo vamos a encontrar dos novelas a las que separan unos cuantos siglos de diferencia. Una de ellas, la novela histórica que tiene lugar en el medievo, titulada Los señores del tiempo, que se podría leer de forma totalmente independiente; y la otra, un thriller en la que se relata la investigación que Unai y su equipo realizan para esclarecer los hechos que suceden en la actualidad, y en la que nos encontraremos a personajes ya conocidos por los lectores de las anteriores novelas.
Dos tramas que, cada una a su manera, me han mantenido pegada a sus páginas y que la autora nos va ofreciendo de manera alterna mediante  66 capítulos cortos titulados que le dan ritmo y agilidad, relacionando ambas tramas y logrando que en ningún momento nuestra atención.
Utiliza la escritora un narrador múltiple en primera persona, tanto la parte histórica como la de la investigación están muy bien construidas y armadas, en la que se vamos conociendo sucesos separados en el tiempo por más de ocho siglos, aunque los asesinatos actuales parecen un trasunto de los acaecidos ochocientos años atrás.
Trabajo de documentación exquisito que ha sabido reflejar en las páginas de esta novela, sin que por ello se hiciera tedioso ni denso, resulta instructivo y ameno y dota al relato de dinamismo y agilidad.
Me ha gustado mucho la manera de relacionar los dos hilos argumentales y que los crímenes de ahora sean un fiel reflejo de lo sucedido en el pasado. El manejo de los tiempos y la alternancia de narradores son igualmente un acierto por parte de Eva, así como la manera de abrir y cerrar tramas diferentes que confluyen en un desenlace inesperado. No quiero dejar atrás la descripción de la sociedad y los modos de vida medievales, las luchas de poder y en general la ambientación histórica.
Si algo he echado de menos es a los personajes de las novelas anteriores, los que aparecen están muy logrados pero resultan más distantes y me ha faltado el “abuelo” de las entregas anteriores, imagino que por la cantidad de protagonistas que ya aparecen en la parte medieval.
Salvo ese detalle, “Los señores del tiempo” es un buen cierre a la Trilogía de la Ciudad Blanca, tanto que a mí es la que más me ha gustado, sin desmerecer a las otras. No es necesario decir que para entender este libro se impone la lectura ordenada de los dos anteriores, que no os de pereza, os gustarán.
“Nada fortalece tanto la autoridad como el silencio”.