viernes, 23 de agosto de 2019

Huéspedes inesperados, Sadie Jones


El hecho de leer tanto y contar con poco tiempo supone un desafío a la hora de llevar al día el blog en el que comento mis lecturas; es por eso que faltando a mi costumbre de no copiar sinopsis de los libros, me veo obligada a utilizarlas al menos hasta que consiga acortar el número de comentarios pendientes.

“Al atardecer de un día de primavera de 1912, la mansión Sterne bulle de actividad con los preparativos para una cena con motivo del vigésimo cumpleaños de la joven Emerald Torrington. Nada hace presagiar lo que se avecina, o quizá solo los problemas de una familia acomodada que no pasa por su mejor época, compuesta por una evanescente madre, su segundo marido y tres hijos: Emerald, Clovis y la pequeña Smudge. Sin embargo, a pocos kilómetros de allí se produce un accidente de tren que obliga a la familia a acoger a los supervivientes. Eso empieza a sembrar la confusión en la celebración del aniversario, al que han acudido, entre otros, la joven Patiente y el adinerado John Buchanan. Un hombre procedente de la zona del accidente, y que decididamente no es un caballero, se las ingenia para unirse a la cena.
Es el momento elegido por Smudge para llevar a cabo su Gran Empresa, que coincidirá con una estruendosa tormenta, con la accidentada cena de cumpleaños y con el inquietante tropel de supervivientes, en un crescendo de consecuencias insospechadas. Lo más temido, perder las formas en una velada exquisita, quedará largamente superado por las circunstancias”.

No es la sinopsis que me convencen por su contenido, pero la necesidad de cambiar de registro y tocar todos los géneros, atrajo mi atención sobre esta novela de tintes de época cargada de rasgos que rozan el absurdo, la locura, mentiras al descubierto, pasados que te atrapan y secretos que tarde o temprano salen a la luz.
Una novela de enredos, de líos, en el mejor estilo inglés, es la que nos presenta Sadie Jones, escritora nacida en Jamaica pero que desde muy joven se estableció en Londres, en donde ha desarrollado una corta pero brillante carrera. 
Se tiene la sensación de estar escrito en otra época, los buenos decorados, las descripciones detalladas, el contexto histórico, el lenguaje y el tono narrativo, recuerdan las obras de Jane Austen, lo que no deja de ser llamativo para una escritora del siglo XXI. Igualmente me recordó a la serie Downton Abbey, en esta ocasión en un ambiente campestre de la Inglaterra Victoriana, muy recurrente en la literatura, el cine y la televisión.
Narrativa buena y brillante contextualización. Calidad estilística incuestionable para presentar un drama lleno de siniestras sorpresas, ausencia de códigos sociales y el deseo que acaba imponiéndose con osadía al decoro. Una historia de decisiones y crecimiento, de maduración de los personajes, contada en un tono que poco a poco se trasforma en un relato hilarante y barroco.
A pesar de estos piropos la novela no tiene un arranque bueno, el ritmo es muy lento en las cien primeras páginas y eso provoca abandonar la lectura, lo curioso es que hacia la mitad gana en interés y esa primera parte más bien aburrida se perdona. La tensión no caracteriza la historia y su lentitud está presente hasta el desenlace. Dividida en capítulos ayuda a superar esa falta de acción y contenido que se agudizan con diálogos muy extensos e insulsos.
Podría haber sacado más partido de una historia que comienza en un tren y con una situación “inesperada”. La narración se limita a un único día, en el que todos tienen que tomar muchas decisiones, y a un único escenario, la Sterne en peligro de venta. Lo importante no es el conflicto, no son esos huéspedes inesperadossino como todos ellos reaccionan ante este cambio imprevisto de circunstancias.
Aunque no demuestre una pasión desmedida en la reseña, me ha gustado, de vez en cuando una novela así se recibe bien, no le sobran páginas y no le falta nada que la deje incompleta. Os gustará.

“A veces lo que esperamos nunca llega y es lo inesperado lo que te cambia la vida”.

martes, 20 de agosto de 2019

La llave 104, Paz Castelló


El hecho de leer tanto y contar con poco tiempo supone un desafío a la hora de llevar al día el blog en el que comento mis lecturas; es por eso que faltando a mi costumbre de no copiar sinopsis de los libros, me veo obligada a utilizarlas al menos hasta que consiga acortar el número de comentarios pendientes.

“Virgina Rives es una mujer joven, atractiva y con una ambición desmedida, capaz de cualquier cosa con tal de huir de su pasado y reinventarse a sí misma. Un buen día, aparece en Beniaverd, un pueblo de la costa levantina marcado por la corrupción, y el mundo de la política le abre sus puertas. Virgina pronto descubre que la ambición es un sentimiento difícil de controlar y que en política los planes nunca salen como una espera, especialmente cuando los intereses los marcan el dinero y el poder. Las respuestas a casi todas las preguntas están a salvo tras las cerraduras que abre la llave 104... O tal vez no”.

Elegí esta novela de suspense con trama de intriga y corrupción política, en un ambiente de verano y piscina muy ajustado a estos momentos. Desconocía la figura de Paz Castelló y reconozco que ha sido un acierto. El hecho de ser la ganadora en Narrativa del Galardón del Mediterráneo 2018, me hacía desconfiar acerca de este retrato de la crisis y denuncia de la corrupción, situada en medio del drama de dos mujeres cuyas vidas se entrelazan por azar. No me gustan las novelas premiadas, generalmente nunca responden a mis expectativas.
Buen inicio y despegue que presenta una trama bien hilada que no ha decaído a lo largo del relato. Lectura “imperdible” te engancha hasta el final.

Paz Castelló con el pasado de Virginia creo que ha querido transmitir un mensaje en contra del machismo y la violencia, haciendo del pasado de nuestra protagonista una infancia durísima de la mano de un personaje al que vais a odiar.
La autora juega con dos historias paralelas para relatar la vida de las dos protagonistas. Narrado en dos líneas temporales. Por un lado tenemos el diario personal de una mujer llamada Carmen Expósito, de la que nada sabemos y que iremos conociendo su pasado a medida que avancemos en la historia, y por otro lado conoceremos gran parte de la vida de Virginia Rives, desde su infancia a la actualidad.
Ambas historias están separadas por 25 años al comienzo del libro y, poco a poco, los capítulos basados en el 1985 cogen velocidad a medida que se desarrollan los acontecimientos y llega un momento en el que convergen, se unen, se entrelazan. Y de por medio aparece una llave. Una llave con un número en el llavero. Sí, has adivinado, el número es el 104. ¿A quién pertenece esa llave? ¿Qué esconderá bajo su protección?
La novela consta de 21 capítulos narrados en tercera persona y que están intercalados con otros pertenecientes a un diario, los cuales están narrados en primera persona. Con lo cual estamos ante un total de 42 capítulos de una duración media, perfecta para proporcionarte información suficiente y no abandonar la lectura.
No es un argumento denso ni pesado a pesar de la información que nos va proporcionando, así como las innumerables descripciones de los hechos que acontecen, al contrario, se hacen imprescindible para crear una buena ambientación e incluso para hacer una buena presentación de los personajes.
Los personajes están muy bien perfilados, sobretodo Virginia, que es a la que más vamos a conocer. No obstante no he empatizado con ella, pues es un personaje muy complicado, muy enrevesado pero, como digo, bien construidos. La única nota negativa es algunos comportamientos ilógicos de personajes secundarios, pero en general buen trabajo de evolución y proyección de sus personalidades.
La llave 104 es un thriller lleno de traiciones, venganza y rencor que nos muestra el lado oscuro de las personas y la capacidad que tenemos para sobrevivir. Aprovecha la escritora para hacer una fuerte crítica política y social de estos años, especialmente política, con corrupciones de todo tipo, malversaciones, chantajes, sobornos, apropiaciones, sexo, drogas...Pero con el pasado de Virginia creo que ha querido transmitir también un mensaje en contra del machismo y la violencia de género.
Política y ambición crean un caldo de cultivo en la vida de la protagonista de la novela, en el que todos los implicados quedan atrapados en mayor o menor medida. El sórdido mundo del poder se nos muestra en un ámbito claustrofóbico en un pueblo pequeño de costa, como una tela de araña peligrosa de la que es casi imposible escapar.
En algo menos de cuatrocientas páginas la escritora alicantina nos hace un retrato de una realidad social y política muy reconocible, que roza la institucionalización y a la que reconocemos con seña de identidad propia, resulta instructiva e entretenida, os gustará.

“La herida que no tarda en curar, no enseña lección alguna.”

domingo, 18 de agosto de 2019

Si esto es una mujer, Lorenzo Silva y Noemí Trujillo


El hecho de leer tanto y contar con poco tiempo supone un desafío a la hora de llevar al día el blog en el que comento mis lecturas; es por eso que faltando a mi costumbre de no copiar sinopsis de los libros, me veo obligada a utilizarlas al menos hasta que consiga acortar el número de comentarios pendientes.

La inspectora de homicidios Manuela Mauri lleva siete meses de baja cuando recibe la visita de la oficial Guadalupe Larbi para pedirle que se reincorpore al trabajo: sólo ella, le dice, tiene la autoridad y el empuje necesarios para sacar adelante una complicada investigación en la que la Brigada Provincial de Policía Judicial de Madrid no consigue avanzar. Tres meses atrás aparecieron restos humanos en los vertederos de Pinto y Valdemingómez. Pese a haber dedicado ingentes recursos, no se ha encontrado el cadáver completo y no hay una sola pista de la autoríadel crimen. Y lo que es peor: tres meses después sigue sin identificarse a la víctima. Manuela se enfrentará de esta manera al mayor desafío de su carrera como inspectora de homicidios: la Operación Vertedero.La búsqueda de la verdad pondrá de nuevo a Manuela en el punto de mira de sus compañeros y superiores, que han perdido la confianza en ella por los hechos acaecidos en torno al suicidio del inspector jefe Alonso, por los que Manuela quedó injustamente salpicada”.

Novela policiaca ambientada en Madrid que nos llega de la mano de dos autores que no han dejado duda de su talento narrativo. Por un lado Lorenzo Silva y por el otro Noemí Trujillo, editora y autora de varios libros que avalan su trayectoria literaria. Escrita a cuatro manos, delega el protagonismo en Manuela Mauri, investigadora protagonista de lo que seguro será una saga que dejará descansar a los picoletos Bevilacqua y Chamorro.
Manuela ha de encarar un macabro homicidio con los restos de un cadáver esparcidos por dos vertederos. Una mujer, aparentemente prostituta, es la víctima que reclamará justicia en una sociedad que poco o nada llora por estas esclavas que son obligadas a prostituirse bajo todo tipo de amenazas. Mujer de fuerte personalidad, firme y decidida que absorbe en la novela más protagonismo que la trama en sí.
Inspirada en un hecho real sucedido en Boadilla del Monte hace unos años, tanto el escritor madrileño como la escritora catalana nos van a señalar los puntos oscuros de una sociedad y todo lo que no queremos ver de nuestro contaminado y herido sistema. Gracias a la historia y el modo en el que avanza vamos recorriendo a través de sus páginas, un sendero de autocrítica sobre la crisis de valores que aqueja nuestro día a día. Temas como  el racismo, la trata de mujeres, las mafias que orquestan su explotación, el beneficio de estas “mercancías” como fuente de ingresos y la invisibilidad de quienes son consideradas objetos sin dignidad humana, ofrecen un retrato de un submundo de depravación en el que se ve inmersa Manuela con el único propósito de poner cara a la muerta y encontrar al responsable de tan atroz crimen.
Narrada en primera persona por la investigadora que relata un caso y sus pesquisas al que le faltan demasiados datos y le sobran cabos por atar.
Escrita con la prosa fluida que define a Lorenzo, abundantes diálogos, lenguaje asequible, buenos personajes, trasfondo social muy logrado, giros argumentales continuos y tensión que flojea algo en la parte del misterio.
Lectura amena y de entretenimiento garantizado, no defrauda y por si fuera poco en un guiño a sus “civiles”, Mauri no se adentrará sola en este ambiente, lo hará de un acompañante de lujo, Bevilacqua que hace una actuación discreta para reforzar la sintonía entre las fuerzas de seguridad del Estado.
Aunque la fuerte personalidad de Manuela y su lucha con demonios externos e internos destaque en la trama, la historia no se sacrifica y la lectura mucho menos. Muy recomendable para los que están familiarizado con la escritura de Lorenzo Silva, hay que reconocer que estamos preparados para futuras investigaciones sea de la mano de los investigadores que “ellos” decidan. Os gustará.

“Una mujer debe ser dos cosas, quien ella quiera y lo ella quiera”.

miércoles, 14 de agosto de 2019

Dieciocho meses y un día, Paz Castelló


El hecho de leer tanto y contar con poco tiempo supone un desafío a la hora de llevar al día el blog en el que comento mis lecturas; es por eso que faltando a mi costumbre de no copiar sinopsis de los libros, me veo obligada a utilizarlas al menos hasta que consiga acortar el número de comentarios pendientes.

“Dieciocho meses y un día es el tiempo que Sabina Lamer, una afamada pintora afincada en Peñíscola, lleva encerrada en el ático donde vive. Sufre de una grave agorafobia, fruto del estrés postraumático que desarrolló tras ser la única testigo del asesinato de su mejor amiga, en plena calle, a manos de su ex marido.
Desde aquel momento, Sabina es incapaz de cruzar el umbral de la puerta de su casa, que también es su estudio, desde donde contempla el mar y las calles del casco antiguo de Peñíscola, ciudad que eligió para desarrollar su carrera profesional.
Está convencida de que cuando el asesino de su amiga, en prisión provisional a la espera de juicio, esté encerrado para siempre, será capaz de superar su angustia y podrá salir de casa, por fin, para volver a pintar el mar Mediterráneo que tanto ama y retomar su tranquila vida en aquel paraíso de la costa mediterránea.
Sin embargo, el presunto asesino queda en libertad y Sabina enloquece aún más entre las cuatro paredes de su estudio. A partir de ese momento, la obsesiva y recurrente idea de Sabina, es la de hacer justicia, desamparada como se siente por el sistema judicial, buscando la forma de vengar la muerte de su amiga, con la dificultad añadida de no poder salir de casa.
Para conseguirlo tendrá que enfrentarse a sí misma, a sus miedos, y a los condicionamientos que su encierro le plantean, convirtiendo su claustrofóbica vida en un medio para escapar de sí misma”.

Tras leer “La llave 104”, me interesé por la autora alicantina y me enfrasqué en otras de su novela de sinopsis como poco curiosa y prometedora. Lo que al principio imaginé como una novela claustrofóbica y angustiosa, ha resultado ser entretenida y amena, además de haberme permitido conocer desde otro punto de vista los efectos colaterales de quienes están cerca de las víctimas de violencia de género.
Novela complicada de desarrollar con una trama nada fácil de ampliar pero que Paz Castelló narra con extraordinaria habilidad. Es muy arriesgado contar lo que le ocurre a Sabina entre cuatro paredes en un momento traumático de su vida, un escenario que se completa con el repertorio de descripciones de la ciudad de Peñíscola acerca de sus calles, monumentos, historia y personajes ilustres, una bocanada de aire para el lector. Con un argumento tan delicado como es la violencia de género y las fobias, la escritora se atreve además con una serie de subtramas que aumentan este desafío al carecer del entorno visual al que estamos acostumbrados en la ficción ya que casi todo ocurre en el interior de su vivienda, algo sumamente difícil de describir.
Comienza la novela con una dedicatoria desgarradora dedicada a las mujeres asesinadas y sus familias y amigos. Es el primer alegato de preocupación de la autora hacia los que sufren cerca de las víctimas y en el caso de Sabina se detiene en los condicionamientos y limitaciones que acarrea un trastorno como el de la agorafobia.
Narración fluida que destaca por los monólogos y soliloquios de la protagonista a los que llega por la imposición de su soledad; estos son interrumpidos por los diálogos con Lucas y Dimitri, la única ayuda para mantener su precario equilibrio emocional.
Bien documentada en lo referente a los dos temas sobre los que pivota la historia, gracias a esto nos invita a meternos en la piel de quien ha perdido a su mejor amiga y a comprender sus emociones, el deseo de justicia, sus miedos y el dilema de qué hacer con su vida.
No olvida Paz Castelló evidenciar la incomprensión de la sociedad ante las enfermedades mentales, la falta de empatía hacia los semejantes que padecen un trastorno psiquiátrico y la facilidad con la que sí lo hacemos con cualquier dolencia física.
Es un personaje que trasmite desesperación e impotencia ante la suerte de su amiga y la bonanza de su asesino que obtendrá la libertad en breve. Es el detonante para que la novela nos regale un final imprevisible
En honor a la verdad no todo me ha gustado de esta novela, las conversaciones de Sabina consigo misma son excesivamente largas y repetitivas y frenan el ritmo del libro, los finales abiertos me gustan menos que los que redondean una lectura, aunque quiero ver una oportunidad para que cada uno lo cierre a su gusto. Licencia de la escritora.
En líneas generales se corresponde con las expectativas que tenía y no descarto seguir leyendo novelas de esta particular escritora. Os gustará.

“Echar de menos el pasado es como correr detrás del viento.”

domingo, 11 de agosto de 2019

El asesino tímido, Clara Usón


El hecho de leer tanto y contar con poco tiempo supone un desafío a la hora de llevar al día el blog en el que comento mis lecturas; es por eso que faltando a mi costumbre de no copiar sinopsis de los libros, me veo obligada a utilizarlas al menos hasta que consiga acortar el número de comentarios pendientes.

“El asesino tímido es una novela ambientada en la España de la Transición que cuenta una historia basada en el oscuro episodio de la muerte de Sandra Mozarovski, actriz del cine del destape, que supuestamente se suicidó. Hija de un diplomático ruso y relacionada con las más altas esferas, su caso nunca llegó a esclarecerse y conmocionó a la sociedad española de los años setenta. Este dramático episodio le sirve a la narradora para dar cuenta de su propia juventud desenfrenada durante los años ochenta, de la compleja relación con su madre y de la vida de tres personajes inesperados: Camus, Wittgenstein y Pavese”.

La primera novela que leí de Clara Usón fue “La hija del este” y desde entonces la estoy recomendando. Me atrapó su narrativa y su forma de contar una historia. Cuando comencé “El asesino tímido” lo hice con la ilusión que me quedó la anterior, el sentimiento después de leerla es muy contradictorio, no voy a decir que me ha decepcionado pero sí que es un relato absolutamente diferente.
Todos los libros de Clara Usón son interesantes por los temas que plantea. En este caso el del suicidio y vida de una joven actriz de los años 70 y las propias vivencias de la escritora.
“El asesino tímido intercala con soltura elementos descriptivos de una época difícil a modo de ensayo junto al prisma de la adolescente Clara Usón en lo que se asemeja más a un libro de memorias. Es por ello que la supuesta trama principal, sobre la actriz, parece ocultar un pretexto para llegar al nudo del libro, una confesión a modo de terapia de la autora, siendo nosotros los depositarios de esas confidencias.
Mezcla en dos líneas narrativas la vida de la actriz del destape fallecida a los dieciocho años en extrañas circunstancias y la suya propia junto a su madre y el papel que esta juega en su trayectoria de vida
Las grandes cuestiones filosóficas resuenan en una trama llena de intriga que nos habla del sentido de la vida, de las esperanzas ciegas de la juventud y del relato que construimos como forma de supervivencia, a través de dos jóvenes convencidas de que el futuro les pertenece.

Nos confunde haciéndonos pensar que es un libro sobre la vida de Sandra y poco más, pero no es así, nos cuenta igualmente su experiencia y establece un paralelismo entre ambas mujeres aunque sin olvidar las grandes diferencias.
En esta conmovedora novela, Clara Usón, lleva a un punto de madurez creativa los elementos presentes en su obra: la mezcla de tragedia y comedia, de ironía y ternura, la documentación de una historia real entrelazada con la ficción pura y una escritura impecable de ritmo ágil y desenfadado.
Me ha sonado a confesión de relación con su madre, personaje secundario potente que determina parte de la historia. Ejercicio de memoria y repaso que solemos hacer más a menudo de lo que reconocemos. Es cierto que recurre a reflexiones filosóficas, citas y comentarios de literatos de ahí que el argumento adopte forma de puzzle donde se diluye el papel de los protagonistas.
No le gustan a Clara las historias sencillas y unitarias, apuesta más por el desorden multinarrativo que da cobijo a su autoconfesión con un intento de autoperdonarse.
Buena escritora, exigente y original, aunque no la he disfrutado tanto como ”La hija del Este” os la recomiendo por la valentía demostrada al escribir esta autobiografía en la que recrea sin pudor sus emociones más íntimas. Os gustará.
“Un suicida es un asesino tímido”.

domingo, 4 de agosto de 2019

Hacia la belleza, David Foenkinos


El hecho de leer tanto y contar con poco tiempo supone un desafío a la hora de llevar al día el blog en el que comento mis lecturas; es por eso que faltando a mi costumbre de no copiar sinopsis de los libros, me veo obligada a utilizarlas al menos hasta que consiga acortar el número de comentarios pendientes.

“Antoine Duris es profesor en la Academia de Bellas Artes de Lyon, pero, de un día para otro, decide dejarlo todo para convertirse en un guarda del Museo de Orsay; en concreto, de la sala que alberga el retrato de Jeanne Hebuterne, de Modigliani. Mathilde, su jefa en el museo, se encuentra tan perpleja como atraída por su extraña personalidad y el enigma de su vida. Algo terrible le ha sucedido, pero ¿qué? De momento, para sobrevivir, Antoine solo ha encontrado un remedio: dirigirse hacia la belleza”.

El autor de “La Delicadeza” y otras tantas novelas me ha sorprendido con una historia en la que se recogen a su vez pequeñas historias, que sin relación aparente forman parte de una misma trama. Me pareció que la portada, el autor y la sinopsis eran razones suficiente para leerla y no me equivoqué.
Por mucho que se lea a David Foenkinos, él siempre sorprende. Dos personajes absorben el protagonismo del relato, sus vidas aparecen ante nosotros a través de las pinceladas del escritor, quien trazo a trazo dibuja un retrato exhaustivo de la pareja formada por el ex profesor y la estudiante de bellas artes, todo bajo el escenario del Museo Orsay de París que sirve entre otros ambientes a dar vida a este original libro.
La novela está construida por partes y ensambladas a medida que avanza el argumento. Ambos personajes no están solos, se acompañan de secundarios que redondean este ejercicio de buceo en los sentimientos y en el análisis de las diferentes formas de enfrentarse a las experiencias de sus melancólicas vidas.
Al principio David juega al despiste, el inicio es anecdótico y divertido y de momento pasa a una narración dramática y triste que lo mueve en unos registros continuos que van de las luces a las sombras, de la amargura a la dulzura, de la noche al día.
Con una prosa sencilla y fluida este genio de la literatura contemporánea navega entre la más cruda realidad y la imaginación extrema, nos muestra un homenaje a la pintura y sus obras y a los artistas en general, defendiendo que solo en la belleza y en la sensibilidad está el poder sanador de las almas.
Lo que inicialmente parece una anécdota extravagante, incluso algo simpática, irá desvelándose como una terrible encrucijada existencial cuando vaya desvelándose que, tras la extraña actitud de Duris, se esconde una dolorosa ruptura sentimental entremezclada con la muerte de Camille, una joven estudiante de Bellas Artes con un talento desbordante que vivió abatida por la depresión y un episodio traumático que terminó sumiéndola aún más en la oscuridad.

Si tuviera que resumir el argumento de esta novela diría que es la historia de dos personajes lastimados en sus vidas que deambulan sin rumbo intentando sobrevivir aferrándose al arte y a la belleza para poder superar sus batallas personales, con un final catártico pero justificado.
No puedo dejar de recomendarla, creo que en el fondo existe un tema vital que son las relaciones humanas y os aviso que no os dejará indiferente. Os gustará.

“Mira dos veces para ver lo justo. No mires más que una vez para ver lo bello”.

viernes, 2 de agosto de 2019

La Huella del Mal, Manuel Ríos San Martín


El hecho de leer tanto y contar con poco tiempo supone un desafío a la hora de llevar al día el blog en el que comento mis lecturas; es por eso que faltando a mi costumbre de no copiar sinopsis de los libros, me veo obligada a utilizarlas al menos hasta que consiga acortar el número de comentarios pendientes.”
“Durante una visita escolar a la excavación arqueológica de Atapuerca, un chico de catorce años descubre que una de las reproducciones humanas que imitan los enterramientos de los homínidos de hace miles de años es, en realidad, el cuerpo de una chica muerta. La joven parece haber sido colocada con una simbología ritual, y todas las pistas apuntan a un macabro homicidio similar al ocurrido seis años atrás en otro yacimiento en Asturias.
En el pueblo se desata la inquietud. Demasiados detalles recuerdan el caso anterior, por lo que el juez piensa en reunir de nuevo a los policías que se hicieron cargo entonces: Silvia Guzmán, inspectora de la UDEV, y Daniel Velarde, un ex policía dedicado ahora a la seguridad privada. Sin embargo, nadie sabe que en el pasado ambos vivieron una relación sentimental que acabó de manera abrupta y que tuvo mucho que ver en la truncada resolución del caso. Ahora, Silvia y Daniel tendrán que aprender a colaborar y aclarar sus sentimientos para descubrir al asesino del yacimiento y cerrar aquella herida abierta en su pasado”.
 

No es extraño que la elección de un libro tenga mucho que ver con una buena portada, en esta ocasión, ese detalle y la sinopsis que ubica la historia en el histórico yacimiento de Atapuerca fueron razones sobradas para decidir que formaría parte de las lecturas del verano.
Despegue interesante que te engancha desde el minuto uno, aunque parece una trama sencilla de resolución inminente, las cosas se complican y nada es lo que parece, de manera que la pareja de inspectora y ex policía tendrá que aplicarse para resolver el misterioso hallazgo remontándose a un pasado no muy lejano.
La historia está bien planteada y mejor documentada, construida con acierto va adquiriendo interés a medida que avanza, mantiene un ritmo constante y añade suspense y tensión al ser narrada de forma lineal, introduciendo escenarios y acontecimientos de manera coherente y creíble.
De la sencillez inicial se pasa a un repertorio de posibilidades en el que aparece una lista corta de sospechosos, algo que irá creciendo a medida que sumamos páginas, nadie es lo que aparenta y todos guardan secretos.

Es una novela que va intercalando dos épocas: la investigación actual (que se complica por momentos cuando se van descubriendo las facetas ocultas de los personajes) y el asesinato sin resolver junto con la relación entre los protagonistas seis años atrás. Hay escenas muy crudas que están tan bien explicadas que te remueven por dentro, como si vieras lo que está pasando.
Sin duda un guion perfecto de película, no en vano Manuel Ríos ha trabajado como guionista para televisión.
Respecto a los personajes tanto los principales como los secundarios, estando todos ellos muy bien definidos (es imposible quedarse indiferente con las actuaciones y las formas de ser de los mismos).
Estructurada en capítulos cortos que van contando lo que ocurre durante la investigación actual y lo que sucedió hace seis años, pero además genera tensión al final de los mismos provocando incertidumbre ante el siguiente. Todos escritos con un lenguaje asequible y ágil que hacen del relato una lectura entretenida y amena.
Puede caerse en el error de compararla con otras obras de perfil parecido, especialmente con La Trilogía de Baztán, pero eso no deja de ser inadecuado, estos temas son muy recurrentes en las novelas de asesinato y misterios que vagan del presente al futuro y cada una de ella es diferente a las anteriores a pesar de sus puntos en común.
No todo me ha gustado aunque son pequeños detalles; escenas sentimentales que sobran, reflexiones filosóficas algo pesadas y un final algo predecible y más cuando el autor te lo queda todo muy explicado para no dejar cabos sueltos.
La huella del mal es una novela que tiene de todo, se trata de una novela negra, también contiene cuestiones filosóficas, investigación policial, algo de ciencia, bastante arqueología… muy completa y que os recomiendo mucho. Os gustará.