viernes, 19 de marzo de 2021

Delatora, Joyce Carol Oates

Casi cerrando el mes de marzo, se cruzó en mi camino este libro que en realidad era un cuento en sus inicios y que más tarde pasó a desarrollarse en novela de la mano de la escritora norteamericana Joyce Oates, eterna candidata al Nobel de literatura. No es la primera obra que leo y aunque no está mal, no es tampoco la que más recomendaría a estas alturas de año.

“¿Qué debería prevalecer: la lealtad familiar o la lealtad a la verdad? ¿Alguna vez es un error decir la verdad, hay algún momento en que mentir a la familia esté justificado? ¿Se puede hacer lo correcto y que toda la vida nos lamentemos por ello?
Delatora está protagonizada por Violet Rue Kerrigan, una joven que recuerda su vida después de que, con doce años, ofreciera su testimonio sobre el asesinato racista de un niño afroamericano por parte de sus hermanos mayores y la apartasen de su familia. En una sucesión de episodios recordados de un modo casi palpable, Violet analiza las circunstancias de su vida como la menor de siete hermanos, una niña en su momento querida, que inadvertidamente «delata» a sus hermanos, dando pie a su arresto, su condena y a su propio distanciamiento”.

Si tuviera que resumir la sinopsis os contaría que Violet, presencia una escena y escucha unas palabras que la marcarán el resto de su existencia. Con tan solo 12 años, averigua que sus hermanos han cometido un cruel asesinato, conociendo los detalles del mismo y el modo en el que le han arrebatado la vida a un joven negro cuando regresaba a su casa en bicicleta.
Con ese despegue se inicia esta conmovedora novela que dibuja una vida de destierro respecto a los padres, a los hermanos, a la Iglesia, que obliga a Violet a reconstruir su propia identidad, romper el poderoso embrujo de la familia. Un largo exilio como «delatora» para llegar a una vida transformada.
Violet Rue Kerrigan nos narra en primera persona cómo delató a sus hermanos mayores por el asesinato racista de un niño afroamericano. A causa de aquella revelación, serán arrestados y condenados a prisión. Automáticamente Violet será apartada de la familia e irá a vivir con una tía hermana de la madre. Violet irá a la vez que recordando, explicando sus experiencias en el “exilio” y nos narrará también su paso por la adolescencia y por la vida adulta. 
Dividida en tres partes, primero conoceremos los hechos que desatarán el “destierro” de la niña fuera de la unidad familiar. Un trauma difícil de superar y que se verá agravado con los incidentes que le sucederán en la segunda parte. Por último, en la tercera, conoceremos la difícil vida ya adulta de Violet donde seguirá haciéndose la misma pregunta sobre lo que pasó cuando tenía doce años: ¿debió ser leal a la familia? ¿Hizo mal delatando a sus hermanos? También conoceremos la visión del resto de la familia sobre lo sucedido.
Ambientada en los años 90, los perfiles de la familia Kerrigan a la que pertenece Violet, sería posiblemente una familia característica votante de Trump. De clase media trabajadora que vive alejada de las grandes ciudades, católicos irlandeses, padre excombatiente del Vietnam, son racistas, ultra-religiosos y hacen grandes diferencias entre los géneros de la familia.
Novela claramente social que roza el estudio psicológico sobre la protagonista y el resto de los personajes ya que cada situación se manifiesta desde diferentes puntos de vista que representan sus particulares visiones del hecho narrado.
Me ha resultado muy dura la experiencia de la niña y las injusticias a las que se tiene que enfrentar, la exclusión de su familia y esa espera permanente del amor de sus parientes que la condenan sin pereza alguna. Los pensamientos desordenados que la acosan, en ocasiones incoherentes, y la desubicación que muestra, me han hecho sentir un desasosiego que puso en peligro el terminar el libro.
La narrativa es muy de esta escritora, tiene recursos que repite en otras novelas, cursivas y paréntesis para subrayar hasta el más mínimo detalle y explicaciones de todos los personajes.
“Delatora” nos habla sobre el confuso amor familiar y sobre las perversiones oscuras que anidan en las personas. Sus temas favoritos vuelven a estar presentes, un ambiente familiar tóxico, el padre obrero, con afición desmedida por el alcohol y maneras embrutecidas por la vida, conflictos raciales y sociales, violencia masculina y victimización de la mujer.
Aunque la recomiendo, es una novela que bien podría ser un guion de película, de hecho la trama no me es desconocida, los temas repetitivos y el final bastante predecible y da la sensación de que Joyce se ha cansado la historia y decide ponerle fin. Puede que al ser un clásico con lo que respecta al relato que hace de la vida de esta niña os resulte más atractivo que a mí. Espero que os guste.
 
“Nadie es más odiado que el que dice la verdad”. “Es preferible molestar con la verdad que complacer con la mentira”.

jueves, 11 de marzo de 2021

Tres, Dror Mishani

 

Existe momentos en los que la búsqueda de novelas cortas sin grandes pretensiones, te llevan a obras como “Tres” que cuenta con una buena sinopsis y que al final  responden a las expectativas de lo que te cuenta el reverso del libro. El autor, Dror Mishani, me sonaba de otra novela que leí hace tiempo, “Expediente desaparición”, la primera de una serie de novelas protagonizadas por un inspector hecho a conciencia con nombre repetido, Abraham Abraham y que aprovecho para recomendar. En esta ocasión no ha contado con este personaje para dar vida a un argumento en el que tres mujeres entrecruzan sus vidas aparentemente normales creando un thriller al más puro estilo  Alfred Hitchcock y Patricia Highsmith, eso sí, salvando diferencias.

 “Orna, maestra en Tel Aviv y madre divorciada, se ha decidido a olvidar su fracasado matrimonio y empezar una vida nueva; Emilia, una cuidadora recién llegada a Israel desde Letonia, necesita a partes iguales un trabajo y un amparo espiritual que la mantengan a flote; Ella, por su parte, acude cada mañana a un café para terminar su tesis doctoral, pero, sobre todo, para huir de su monótona vida familiar. El destino de estas tres mujeres dará un giro trágico el día que aparezca en sus vidas Guil, un hombre que pronto dejará claro que no es quien dice ser. Aunque quizá ellas tampoco...”

Me costó mucho adentrarme en esta trama de intriga psicológica que nos lleva a un rompecabezas emocional protagonizada por mujeres que pocas veces tienen la oportunidad de hacerse oír. Mishani nos conduce hasta los márgenes olvidados de Tel Aviv, ausente de connotaciones religiosas, para hablarnos de la responsabilidad de observar la vida de aquellos que nos rodean y de nuestro posicionamiento ante los vivos y ante los muertos, que de un modo u otro, permanecen siempre entre nosotros. Una novela que mejora con el paso de sus páginas, que poco a poco se va transformando en algo inquietante y oscuro, una novela negra de corte mucho más sofisticado a lo que estamos acostumbrados y que sin llegar a entusiasmarme, creo que más por culpa de esperar algo que en realidad no era, sí me ha gustado.

El libro está dividido en  tres partes y tres serán las historias donde en cada una de ellas una mujer diferente será la protagonista. Conoceremos a cada una de esas tres mujeres en profundidad, sus formas de vida, su día a día, sus preocupaciones y problemas personales. Estos datos van dando forma a una atmósfera de misterio conforme va avanzando la novela y suceden situaciones cada vez más oscuras, momento en el que ya podemos hablar de intriga psicológica.

Ambientada mayoritariamente en el Tel Aviv actual. En primer lugar conoceremos a Orna, una madre recién divorciada que se registrará en una web de citas. En la segunda parte sabremos de Emilia, una trabajadora del hogar con problemas económicos que procede de Letonia. Por último conoceremos a Ella, mujer casada y con tres hijos pequeños que necesita un respiro en su ajetreada vida familiar. Todas de mediana edad, se entrecruzarán en especie de ratonera cruel y oscura.
Esta es una novela de ritmo pausado donde la incertidumbre psicológica será determinante. Escrita en tercera persona su prosa es sencilla y clara, algo muy útil para la forma sutil de narrar de este escritor israelí. Sin apremio, la primera parte será la más extensa del resto ya que conoceremos además de a Orna a otros personajes vitales para la trama.

No hay que dejar pasar detalles en su lectura si se quiere entender la trama y especialmente el final que resulta más retorcido de lo esperado. Los crímenes y misterios quedan cerrados a la perfección.

Tres mantiene en las 272 páginas la idea de una historia de mujeres que en apariencia nunca se cruzarían en sus particulares vidas y que sin embargo acabarán teniendo un nexo común. Dror Mishani va desarrollando una trama que va de menos a más, y que gracias a eso pude terminarla, porque he de confesar que el inicio me resultó lento y tedioso, dudando de si realmente acabaría pasando algo de interés. Os gustará.

“Es difícil vivir con la verdad en un mundo lleno de mentiras”.

domingo, 7 de marzo de 2021

El huerto de Emerson, Luis Landero

Tal vez Luis Landero es uno de los escritores que más he leído a lo largo de los últimos años. No todo lo que leo me deja impresionada pero sí que suelo disfrutar con su manera de escribir; tras “Lluvia fina” y “El balcón en invierno”, nuevamente nos deleita con un libro donde los recuerdos de su infancia en Extremadura, su adolescencia en Madrid y sus primeras experiencias en el mundo laboral se mezclan formando un mosaico de vivencias e historias con personajes de su realidad más inmediata, en ese particular mundo real que es su vida.

El elemento sobre el que pivota esta corta novela son los recuerdos, los que tenemos una edad, nos sentimos identificados con muchos detalles que cuenta y es como hacer un repaso de nuestras propias vidas, es según ha dicho el propio Landero, un paseo por el bosque del tiempo ya vivido. El origen está en la excusa de llenar un cuaderno con palabras, cuaderno que recibe todo lo que asoma por la mente del escritor; su infancia, las cosas que le asombraban, su inocencia, el impacto de lo nuevo y desconocido, los miedos que padece y que acaba superando… Como es muy habitual en Landero, la familia juega un papel protagonista en el libro y no tiene pereza a la hora de homenajear  los momentos a la luz de las chimeneas de su pueblo natal, las aficiones, sus lecturas y el amor incondicional por el mundo rural.

Respecto al título, explica que cada uno de nosotros tenemos nuestro propio huerto que tenemos que cultivar, de hecho es el relato de los frutos de su particular y exclusivo huerto. Intentando parchear los olvidos de la memoria con la imaginación, ha conseguido recuperar su pasado y rellenar este cuaderno en blanco que es su vida ya vivida.

Quiero comentar que para aquellos que buscan un libro ameno y cargado de ritmo, tal vez no es la lectura recomendada. Sinceramente, es justo lo contrario, resulta más lento de lo habitual, hay que conocer a Landero para disfrutarlo, aunque no deja de ser un libro entretenido que ha ido cociendo a fuego lento. En palabras de su autor, se abandona a sus recuerdos, pero no como una mera autobiografía, sino como un intento de buscar y revivir esos instantes que han dado sentido a su vida. Y lo cierto es que hay algo en esa narración que invita al lector a hacer lo propio: a rebuscar en ese pozo sin fondo que son los recuerdos y a redescubrir a esas personas, lugares o situaciones que han contribuido a ser lo realmente uno es. 'El huerto de Emerson', además de una agradable lectura, es un homenaje a la memoria porque según su autor: "no somos más que lo que recordamos".

Aunque he echado de menos la emotividad a la que estoy acostumbrada con Landero, os la recomiendo si estáis familiarizado con este escritor muy extremeño…estoy segura que os gustará.

“Métele amor al caos y verás como todo se ordena”.
 

jueves, 4 de marzo de 2021

LLévame a casa, Jesús Carrasco


Jesús Carrasco llegó a mis manos con la novela “Intemperie”, el impacto que a día de hoy me dejó esa lectura, lo recuerdo como imborrable; más tarde leí “La tierra que pisamos”, y reconozco que no llegó a la grandeza de la primera, sin duda con “Llévame a casa”, este escritor oliventino ha vuelto a arrebatarme el corazón, algo que me lleva a reconocer que su manera de escribir es única e intensa y por supuesto toca hasta la última fibra de nuestro ser. Abordar los temas de familia, los lazos que unen a sus miembros y las heridas que nos distancian, no es tarea fácil, algo que Jesús acaba convirtiendo en un relato inolvidable.

 “Juan ha conseguido independizarse lejos de su país cuando se ve obligado a regresar a su pequeño pueblo natal debido a la muerte de su padre. Su intención, tras el entierro, es retomar su vida en Edimburgo cuanto antes, pero su hermana le da una noticia que cambia sus planes para siempre. Así, sin proponérselo, se verá en el mismo lugar del que decidió escapar, al cuidado de una madre a la que apenas conoce y con la que siente que solo tiene una cosa en común: el viejo Renault 4 de la familia”.

Es una novela familiar que refleja un tema de aplastante actualidad, los conflictos generacionales y las responsabilidades entre los miembros de cualquier familiar; las dos direcciones de esas obligaciones que van de padres a hijos y viceversa y la forma en la que cada uno las ejerce en los días que nos han tocado vivir. En esta emotiva historia de aprendizaje, Jesús Carrasco traza una vez más personajes formidables sometidos a decisiones fundamentales cuando la vida los pone contra las cuerdas.
Con los personajes justos, Carrasco configura una trama sólida entorno a lo cotidiano de cualquier familia, la enfermedad, la muerte de los padres, las vidas lejos de las raíces y del hogar familiar, de la patria o del lugar que nos vio nacer. Esa es la historia de Juan que regresa a un pueblo cualquiera de Toledo, que bien podría ser el del escritor en Extremadura, donde encuentra aquello que le hizo huir y los reproches de una hermana que le enfrentan a su actitud de abandono e indiferencia hacia quienes le dieron la vida.
Sin elección, los acontecimientos se desencadenan ante los ojos de nuestro protagonista, algo que le obliga a asimilar un presente que le conduje a un cambio radical de vida y un reencuentro con el pasado más remoto.
Novela narrada en tercera persona, sencilla, emotiva, creíble que nos otorga la posibilidad de vernos reflejados en muchos de los momentos y acciones que describe gracias a los detalles del día a día de la vida de Juan, los cambios, la tristeza, la resignación a regañadientes de aceptar lo sobrevenido y todo para concluir en una catarsis de la que ninguno estamos libres en nuestra existencia. No siempre estamos preparados ni hemos sido educados para actuar correctamente, pero eso no nos exime de hacer frente a nuestras responsabilidades y las consecuencias que de ello se derive.
Cabe destacar la descripción psicológica y sutil de los personajes que constituyen el centro de la narración y que constituyen, a su vez, el núcleo familiar. El estilo limpio de Jesús  es fluido, descriptivo, usando un léxico rico en matices. La habilidad en la forma de expresarse es tal que, lo mismo podemos sentir los olores que desprende la comida que ha preparado la madre, que la intensidad con que se describen las plantas del paisaje, algo que no deja exento de complejidad a esta emocionante historia.
No quiero seguir contando más de esta pequeña obra de arte, de esta historia de sentimientos pero no sensiblona ni dramática en la que al menos yo me he visto reflejada por lo mucho que me ha hecho pensar ante el dilema que se reconoce en todas sus páginas. Sin duda un homenaje a la generación de la posguerra que tan duro lo tuvieron y un mensaje para las generaciones posteriores acerca del deber de responsabilidad que tenemos por ser nietos e hijos de aquellos “valientes”.
No me cabe duda que os gustará.

       “El hombre feliz es aquel que siempre encuentra la paz en su hogar”.