El
hecho de leer tanto y contar con poco tiempo supone un desafío a la hora de
llevar al día el blog en el que comento mis lecturas; es por eso que faltando a
mi costumbre de no copiar sinopsis de los libros, me veo obligada a utilizarlas
al menos hasta que consiga acortar el número de comentarios pendientes.
Vitoria, 2019. Los
señores del tiempo, una épica novela histórica ambientada en el medievo, se
publica con gran éxito bajo un misterioso pseudónimo:
Diego Veilaz.
Unai López de Ayala, Kraken, se enfrenta a unas desconcertantes muertes que siguen un modus operandi medieval. Son idénticas a los asesinatos descritos en la novela Los señores del tiempo: un envenenamiento con la «mosca española» ?la «viagra» medieval?, unas víctimas emparedadas como se hacía antaño en el «voto de tinieblas» y un «encubamiento», que consistía en lanzar al río a un preso encerrado en un tonel junto con un gallo, un perro, un gato y una víbora.
Las investigaciones llevarán a Kraken hasta el señor de la torre de Nograro, una casa-torre fortificada habitada ininterrumpidamente desde hace mil años por el primogénito varón. Pero el reverso de tanta nobleza es la tendencia de los señores de la torre a padecer el trastorno de identidad múltiple, un detalle que arrastrará a Estíbaliz a vivir una arriesgada historia de amor.
Unai López de Ayala acabará descubriendo que Los señores del tiempo tiene mucho que ver con su propio pasado. Y ese hallazgo cambiará su vida y la de su familia.
Unai López de Ayala, Kraken, se enfrenta a unas desconcertantes muertes que siguen un modus operandi medieval. Son idénticas a los asesinatos descritos en la novela Los señores del tiempo: un envenenamiento con la «mosca española» ?la «viagra» medieval?, unas víctimas emparedadas como se hacía antaño en el «voto de tinieblas» y un «encubamiento», que consistía en lanzar al río a un preso encerrado en un tonel junto con un gallo, un perro, un gato y una víbora.
Las investigaciones llevarán a Kraken hasta el señor de la torre de Nograro, una casa-torre fortificada habitada ininterrumpidamente desde hace mil años por el primogénito varón. Pero el reverso de tanta nobleza es la tendencia de los señores de la torre a padecer el trastorno de identidad múltiple, un detalle que arrastrará a Estíbaliz a vivir una arriesgada historia de amor.
Unai López de Ayala acabará descubriendo que Los señores del tiempo tiene mucho que ver con su propio pasado. Y ese hallazgo cambiará su vida y la de su familia.
“Los ritos del agua”
llegaron en un momento estival, en plenas vacaciones y me pareció una novela
completa y muy del momento. Entretenida, con buen ritmo y trama perfecta, algo
predecible pero no por ello me quitó las ganas de continuar con la entrega
siguiente. Tenía curiosidad por conocer el desenlace final,
Más tarde llegó “El silencio de la Ciudad Blanca” no
me pareció una mala historia, pero abusaba demasiado de las descripciones de
lugares y terminó convirtiéndose en una guía de viajes por la capital alavesa;
aunque el argumento me gustó, se me quedó muy coja la parte del pasado, me
hubiese gustado conocer más de «esa madre».
“Los señores del tiempo” es la tercera entrega de la saga de
la Ciudad Blanca, este libro combina muy bien dos tramas, una antigua y otra
actual (siguiendo los dos libros anteriores). La descripción de la historia
medieval está muy trabajada y cuidada. No obstante, creo que los dos libros
anteriores enganchan más. La trama para descubrir al culpable de los crímenes
podría ser mejor, pues esperaba algo más del final como por ejemplo algún giro
inesperado y sorprendente.
Estamos
en Vitoria en septiembre de 2019. Se están produciendo una serie de asesinatos
que imitan los que aparecen en la novela Los señores del tiempo,
una obra que está arrasando y a cuyo autor nadie conoce.
Unai
López de Ayala y su equipo deberán averiguar quién está detrás de unas muertes
con un modus operandi tan peculiar: la mosca española, el
emparedamiento y el encubamiento.
Los señores del tiempo vamos a encontrar dos novelas a
las que separan unos cuantos siglos de diferencia. Una de ellas, la novela
histórica que tiene lugar en el medievo, titulada Los señores del tiempo, que se
podría leer de forma totalmente independiente; y la otra, un
thriller en la que se relata la investigación que Unai y su equipo
realizan para esclarecer los hechos que suceden en la actualidad, y en la que
nos encontraremos a personajes ya conocidos por los lectores de las anteriores
novelas.
Dos tramas que, cada
una a su manera, me han mantenido
pegada a sus páginas y que la autora nos va ofreciendo de manera
alterna mediante 66 capítulos cortos
titulados que le dan ritmo y agilidad, relacionando ambas tramas y logrando que
en ningún momento nuestra atención.
Utiliza la escritora un
narrador múltiple en primera persona, tanto la parte histórica como la de la
investigación están muy bien construidas y armadas, en la que
se vamos conociendo sucesos separados en el tiempo por más de ocho siglos,
aunque los asesinatos actuales parecen un trasunto de los acaecidos ochocientos
años atrás.
Trabajo de documentación exquisito que ha sabido
reflejar en las páginas de esta novela, sin que por ello se hiciera tedioso ni
denso, resulta instructivo y ameno y dota al relato de dinamismo y agilidad.
Me ha gustado mucho la manera de relacionar los dos
hilos argumentales y que los crímenes de ahora sean un fiel reflejo de lo
sucedido en el pasado. El manejo de los tiempos y la alternancia de narradores son
igualmente un acierto por parte de Eva, así como la manera de abrir y cerrar
tramas diferentes que confluyen en un desenlace inesperado. No quiero dejar
atrás la descripción de la sociedad y los modos de vida medievales, las luchas
de poder y en general la ambientación histórica.
Si algo he echado de menos es a los personajes de
las novelas anteriores, los que aparecen están muy logrados pero resultan más
distantes y me ha faltado el “abuelo” de las entregas anteriores, imagino que
por la cantidad de protagonistas que ya aparecen en la parte medieval.
Salvo ese detalle, “Los señores del tiempo” es un
buen cierre a la Trilogía de la Ciudad Blanca, tanto que a mí es la que más me
ha gustado, sin desmerecer a las otras. No es necesario decir que para entender
este libro se impone la lectura ordenada de los dos anteriores, que no os de
pereza, os gustarán.
“Nada fortalece
tanto la autoridad como el silencio”.
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