viernes, 8 de mayo de 2020

Sobre los huesos de los muertos, Olga Tokarezuk


Reconozco que de todas las lecturas que he elegido durante el aislamiento social, es la que más me ha hecho pensar. Una historia que se desarrolla en un ambiente alejado del mundal ruido de la ciudad, en una remota localidad montañosa de Polonia, donde la naturaleza y el “aislamiento” se consideran un lujo.

“Janina Duszejko es una ingeniera de caminos retirada que enseña inglés en la escuela rural de Kotlina Kodzka, una región montañosa del suroeste de Polonia. Cuando la rutina del pueblo se ve sacudida por una serie de asesinatos que tienen como víctimas a varios cazadores furtivos, Janina, apasionada de la astrología, defensora a ultranza de los animales y obsesionada por la obra del poeta William Blake, intentará resolver por su cuenta los misteriosos crímenes”.
La autora de la novela, está considerada una de las mejores representantes de la narrativa polaca. Con esta novela ha querido dar vida a un relato de los que se llaman thrillers metafísicos, de tintes policiacos con trasfondo ecologista, muy de actualidad en el panorama literario. Su lectura resulta variopinta, desde la originalidad de su narrativa con una protagonista sumamente curiosa, hasta el formato, que la convierte en una novela de intriga, aunque sin pretensiones de ser policíaca o negra.
Desde el principio la lectura es amena. Describe los pintorescos y extraños personajes insociables, huraños, extravagantes, solitarios y excéntricos, que la autora ha tenido a bien bautizar con nombres más que apropiados; son los pobladores de esta aldea muy cercana a Transilvania, lo que le da un toque misterioso y tétrico a la historia.
La acción de esta novela se pone en marcha con ocasión de la muerte violenta de una serie de personajes cuyo entretenimiento es la caza, a veces furtiva y otras no, y de cuya investigación parece hacerse cargo nuestra protagonista. Desarrollada en un periodo de más o menos un año completo desde la aparición del primer vecino, experto trampero que aparece atragantado, hasta la última de una sucesión de muertes relacionadas con el negocio de esta actividad.
Contado en primera persona por la propia Janina, resulta ser un personaje muy original y rudo para mi gusto, no he llegado a empatizar con ella, no tanto por sus pensamientos y reflexiones que entiendo, como por el comportamiento visceral y desmedido que provoca sorpresas inesperadas. El punto de astróloga ha llegado a resultar algo tedioso y cansino. Aun así esta jubilada metida a detective y a pesar de sus rarezas me ha resultado valiente en su determinación y en su lucha contra la hipocresía y el constante esfuerzo por llegar a la verdad.
Trama buena, bien construida, prosa bonita que me ha gustado y un estilo irónico y casi humorístico para una novela aparentemente sencilla, pero que aborda diversos temas, como el de los animales, la falta de respeto hacia la naturaleza, la amistad, la soledad, la vejez y la muerte, la poesía,  el amor hacia las especies indefensas del bosque y en general a las víctimas de los cazadores furtivos y regulares. Con estos “mimbres” se va a poco a poco desarrollando una interesantísima y misteriosa historia, que mantiene viva la atención y la curiosidad por saber el desenlace.
Respecto a encuadrarlo en un género, hay una mezcla de todo y no hay que olvidar el estilo ecologista y las reflexiones que contiene sobre la vida. No obstante el formato nos recuerda a la novela negra, con sus muertos, sus investigaciones, sus giros y su descubrimiento del culpable como mandan los cánones. Solo el ritmo y la narrativa desvelan que estamos ante una obra de género más complejo.
Muy descriptiva en cuanto a paisajes y entornos, vamos viendo y sintiendo los cambios de estaciones y la incidencia de estos en el carácter de los habitantes de esta región. Tokarczuk retrata soberbiamente la sociedad local, en la que  deja entrever las diferencias de una sociedad urbanita con las del pueblo. Aunque no hable de esas diferencias, están presentes, porque es inevitable comparar el lugar de la narración con cualquier ciudad o pueblo grande.
Me ha gustado el viaje físico por los territorios en los que se desarrolla la historia, la mezcla de narrativa y thriller, el modo en el que aprovecha para lanzar la denuncia y crítica hacia la explotación del medio y la violencia gratuita que ejerce el ser humano contra la naturaleza y también los toques crueles mezclados con las dosis de ternura que aparecen bien dosificados a lo largo de todo el libro. Es una historia dura y diferente, muy psicológica y profunda. Os gustará.

“El mundo es una gran trama, un todo en el que no hay
hechos aislados.”

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