miércoles, 8 de abril de 2020

Todo lo que sucedió con Miranda Huff, Javier Castillo


Por el número de reseñas que hago de este autor, no creo que quede duda de mi afición por sus novelas. Realmente la elección viene condicionada por la necesidad de buscar lecturas ágiles que no me comprometan mucho y especialmente entretenidas; las anteriores entregas de Javier Castillo cumplían estos requisitos de manera que en esta ocasión “Todo lo que sucedió con Miranda Huff” ha sido la elegida, aunque bien es verdad que no se ha ajustado a mis expectativas por esperar que este escritor vaya siempre a más y no escribe un poco “más de lo mismo”.
“Un fin de semana en una cabaña en el bosque.
Un matrimonio en crisis.
Una misteriosa desaparición.
¿Qué ha sucedido con Miranda Huff?
Una pareja en crisis decide pasar un fin de semana de retiro en una cabaña en el bosque en Hidden Springs, pero cuando Ryan Huff llega para encontrarse con Miranda la puerta está abierta, hay dos copas de vino sobre la mesa, nadie en el interior y el cuarto de baño se encuentra lleno de sangre. Todo lo que sucedió con Miranda Huff es un thriller psicológico de ritmo vertiginoso donde parece imposible encontrar a Miranda con vida. Lo que Ryan desconoce es que la desaparición de su mujer conecta su historia con la de su mentor, el gran James Black, y con el descubrimiento del cadáver de una mujer desaparecida treinta años atrás en la misma zona”.
Vaya por delante que me he leído las dos novelas anteriores, “El día que se perdió la locura” y “El día que se perdió el amor”, ambas muy recomendables y las causantes de que haya abordado este misterio entorno a la desaparición de una mujer.
Sin duda el argumento me ha sonado mucho a otra novela que leí hace tiempo, “La verdad sobre el caso Harry Quebert”, existen muchas similitudes pero no diría que es una copia exacta, aparecen recursos y detalles que sin quererlo te llevan a comparaciones y a plantearte la falta de originalidad en una trama bastante bien construida a la que no le faltan los ingredientes propios de la novela negra, de intriga y terror. Introduce un poco de policiaca en el caso de las investigaciones, algo lógico si se conoce la pasión de Javier por el mundo del cine.
Es la novela que nos mantiene en tensión desde el primer momento, convirtiéndose en una lectura “pegamento”, que se deja leer sola, con buenas dosis de tensión que secuestra la atención de quien la lee.
Estructurada a partir de una trama bien definida, dividida en capítulos cortos en los que siempre pasa algo y cuyo final es la antesala del siguiente con el que hilvana a la perfección. Las narraciones en primera persona de este autor, con el punto de vista de, en este caso, tres personajes hacen que el libro sea muy adictivo. Además el paso de un personaje a otro con capítulos cortos le da un alto ritmo a la narración. Otro elemento que le da mucho ritmo al libro es que sitúe en tres momentos temporales diferentes, y que vaya saltando de uno a otro con cada capítulo, con lo que cada cambio de capítulo implica un cambio de narrador y un cambio de momento temporal.
En cuanto a los ambientes o escenarios en los que se desarrolla el libro, elegir el mundo del cine y el mundo universitario le da gran riqueza a la narración. A la mayoría nos gusta el cine, sea cual sea nuestro genero preferido, y la época universitaria a la mayoría de gente nos trae buenos recuerdos.
El hilo conductor de todo es una investigación policial con detectives, cadáveres no esperados, señales de móviles en zonas inexplicables, etc., lo que enriquece aun más la narración. El libro cuenta también con momentos sórdidos, como el pasado de Ryan, y siniestros como el final de la película de James Black, asesinatos de hace treinta años, desapariciones antiguas por resolver y muertas inesperadas que nadie ha echado de menos.
Respecto a los personajes, Javier nos presenta un abanico de personajes que juegan un papel en el pasado y reaparecen con otro muy distinto en el presente. Los principales giros argumentales vienen de sentimientos de venganzas guardados durante décadas para hacer justicia de una manera poco creíble. Le falta fuerza a la evolución de esos personajes, tal vez empañados por las connotaciones románticas del relato.
No obstante cuando los hilos del argumento parecen flojear, terminan uniéndose en una trama donde el pasado y el presente se conectan salvando cualquier grieta de la historia.
La ambientación está muy bien trabajada, un escenario donde las apariencias, el lujo, la fama, cobran un papel relevante en la meca del cine mundial donde tanto cuesta llegar pero aún más mantenerse, estos personajes se mueven entre momentos de luz y muchas sombras que mantienen ocultas; rencores, venganzas, resentimientos  que son los potentes motores que moverán los mecanismos de la acción de la novela.
“Todo lo que sucedió con Miranda Huff”, resulta ser un thriller psicológico, éxito de escaparate de librerías, destinado a un público fijo y con garantías de ser vendida. No es un novelón pero gusta, entretenida, con buen ritmo a la que le falta un final menos predecible pero que seguro que os agradará. Recomendable en estos tiempos de confinamiento en el que las emociones están contadas.

“A veces la solución está en desaparecer a tiempo”. 

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