Hay autoras que para mi lo son
todo, me gusta como escriben, lo que cuentan, aquello que trasmiten y por eso
todo lo que han publicado lo he leído con la misma serenidad y entusiasmo con
el que creo que ellas lo hacen para nosotros. Isabel Allende, Almudena Grandes,
Julia Navarro, Matilde Asensi, Rosa Montero y otras que sería imposible de
enumerar; entran en esa veneración personal hacia sus novelas que puedo decir
se convierten en inolvidables.
“Una
chilena, una joven guatemalteca ilegal y un maduro norteamericano, sobreviven a
un terrible temporal de nieve que cae en pleno invierno sobre Nueva York y
acaban aprendiendo que más allá del invierno hay sitio para el amor inesperado
y para el verano invencible que siempre ofrece la vida cuando menos se espera”.
En la contraportada del libro, la sinopsis es más extensa e
incluso se inaugura con una frase de Albert Camus que me la reservo para el
cierre de la reseña; pero yo he preferido dejar el argumento en estas pocas
frases para no reventar la novela.
¿Cómo es “Más allá del invierno?. No es la novela de realismo
mágico a la que nos tiene acostumbrados la autora. Es una historia costumbrista
protagonizada por tres personajes originales y a la vez muy comunes en las
sociedades actuales. Con ellos y sus experiencias de vida, se ha permitido
ahondar en el alma humana y lo que ésta esconde; pero además, le ha servido
para tratar un tema de rabiosa actualidad como es la inmigración y la identidad
de América, así como las denuncias sociales e ideológicas de las últimas
décadas.
Un hecho fortuito crea una trama a ritmo de thriller que
plantea una intriga y un problema urgente que resolver por este cóctel humano
formado por Robert, Lucía y Evelyn. Narrado indistintamente por este trio, el
relato avanza con flashback y gracias a estas idas y venidas en el tiempo,
conocemos el contenido de las pesadas mochilas de estos “espaldas mojadas”.
Hay un elemento de suspense que actúa de hilo conductor de la
novela y mantiene el ritmo aceptable de la misma, aunque hay que reconocer que
al principio es algo lento e incluso hace peligrar la trama que flojea
inevitablemente en momentos puntuales. Sin duda no tiene el mismo alma que
otras de sus obras, pero sí su sello de identidad. Fácil de leer, buenas
descripciones, ambientación muy lograda, todo trascurre en pocos días y
demasiado acabamos sabiendo de todos.
En esta ocasión he querido ver una novela de “personajes” más
que una historia de acción puesto que ha resultado muy predecible lo que iba a
ocurrir. Ahora bien las emociones, sentimientos, la huella del exilio, la
soledad, la falta de afecto o las segundas oportunidades, han acaparado buena
parte de la narración y han empañado la intriga criminal que era la bisagra de
la historia, el motivo que obliga a entrelazar estas vidas, a desnudarse ante
nosotros; desplaza la esencia de la trama y convierte a “Más allá del invierno”
en una novela de refugiados.
Imposible no recomendarla porque la lectura de Isabel es
amena y reconfortante, no siendo la mejor de las que he leído, he vuelto a
disfrutar de ella; puede que sea por el momento en el que se elige para ser
leída, tal vez porque aquello que buscas lo encuentras, o simplemente tiene
algo especial que me acaba atrapando.
“En medio del invierno aprendí por fin que había en mí un
verano invencible”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario