domingo, 25 de julio de 2021

La hora de los hipócritas, Petros Márkaris

El comisario Jaritos se enfrenta a un extraño grupo terrorista cuyas víctimas son fruto del azar. O eso parece.
Para Jaritos, el esperadísimo nacimiento de su nieto conlleva un significativo cambio en su vida privada. Sin embargo, la alegría por ese emotivo acontecimiento se ve eclipsada por la llamada que le anuncia el asesinato de un famoso empresario, un poderoso hotelero, muy conocido por sus contribuciones benéficas. ¿Un nuevo grupo terrorista? ¿Una venganza personal? No bien empieza la investigación, aparece un manifiesto reivindicando la muerte del magnate, sin explicar, sin embargo, los motivos; eso debe averiguarlo la policía, a la que los autores del manifiesto califican de esbirro del poder. Sólo se afirma que el hotelero merecía la muerte. No será la única víctima que se cobre ese extraño grupo. Todas ellas irreprochables, aparentemente. Hasta que Jaritos empiece a escarbar.
Reconozco que soy muy aficionada a las novelas de este escritor griego, especialmente por ser argumentos no excesivamente violentos, sino más bien algo más que la mera resolución de un crimen como es el caso de las actuaciones de Kostas Jaritos, el recurrente policía griego de Markáris, personaje de ficción, discreto, amante de su familia, de gustos cotidianos y espíritu tolerante y generoso.  Con esta descripción se me viene a la cabeza el teniente Colombo aunque Jaritos no incorpora el aire inocente y despistado; su forma de actuar es directa y lo observa todo mientras no duda en alabar las ideas que aportan quienes trabajan con él.
En “La hora de los hipócritas” los asesinatos terroristas asumen el papel de justicieros de la sociedad. El argumento de la novela desvela una Grecia en crisis que no superó el desastre financiero de Europa. La trama no es muy original, tampoco la línea de investigación, sin embargo el argumento tiene la intriga justa para involucrarnos, al ser una mezcla de drama y misterio lo de menos son los asesinatos que, por otro lado, y a pesar de la violencia que conllevan, quedan expuestos sin detalles siniestros; cuenta más la intensidad de lo ocurrido puesto que compromete al funcionamiento de un país, de los países desarrollados. El lector se mantiene interesado y motivado para seguir investigando con la policía en un caso del todo realista, basado en hechos totalmente actuales.
Los dos primeros casos se llevan a cabo de la misma manera, mediante una bomba en el coche. En un principio no parecían tener nada en común, aunque luego veremos que el punto de unión entre los asesinados residía en el dinero: «relacionar los dos asesinatos.  Por supuesto, el tercer atentado también tiene que ver con el falseo de datos económicos y el cuarto es el detonante para que los propios asesinos se entreguen pues la víctima no fue la directiva bancaria sino el aparcacoches que intentaba sacarle el vehículo. El comando pretendía hacer justicia con todos los hipócritas que se jactan de que todo va bien cuando en realidad ni es así.
Lo mejor de las novelas de este escritor son las ausencias de lo escabroso, la impecable narración, el uso del humor para quitar gravedad a los hechos y excusa para denunciar los abusos sociales, la agilidad y el ritmo que no llega a ser trepidante pero sí continuo, la manera en la que nos presenta las desigualdades sociales, los rasgos más macabros de esta sociedad, los desequilibrios económicos, los desmanes de los poderosos y el  poder de la burocracia que asfixia al débil y protege al “hipócrita”.
Para resumir y animaros a conocer a este escritor, os diré que, el libro resulta entretenido y crítico con la sociedad en la que vive; se trata de un thriller muy ligero, sin sobresaltos, en el que el autor nos hace una crítica social y política bastante dura de la sociedad griega.
La historia está contada en primera persona y de forma muy sencilla. Quizás lo que más me ha costado al leerlo es el montón de nombres propios en griego, que han hecho que me pierda un poco, con una trama interesante que te hace pensar; décimo tercer libro de la saga del comisario Kostas Jaritos, de ágil lectura, y a diferencia de alguno de los títulos anteriores te mantiene en vilo hasta el final.
Una novela policíaca que, junto a una dosis de crítica social, te dejará intrigado hasta la última página. Os gustará.

“Lo que más difícil se hace en la vida familiar es que, justo cuando crees dominarla situación, todo cambia”.

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