Iniciamos
un nuevo año de lecturas esperando que sean tan bueno como el que hemos dejado
atrás. Quizás haya sido el nombre de esta “escasa” pero intensa novela lo que
me decidió a elegir, siempre el “Amor” es un tema que parece seguro para
disfrutar de un par de tardes de buena compañía.
“La historia de Un amor ocurre en La Escapa, un
pequeño núcleo rural donde Nat, una joven e inexperta
traductora, acaba de mudarse. Su casero, que le regala un perro como gesto de
bienvenida, no tardará
en mostrar su verdadera cara, y los conflictos en torno a la casa alquilada –una construcción pobre, llena de grietas y goteras– se convertirán en una verdadera
obsesión para ella. El resto de los habitantes de la zona –la chica de la
tienda, Píter el hippie, la vieja y demente Roberta, Andreas el alemán, la
familia de ciudad que pasa allí los fines de semana– acogerán a Nat con aparente
normalidad, mientras de fondo laten la incomprensión y la extrañeza mutuas.
La Escapa, con el monte de El Glauco siempre presente,
terminará adquiriendo una personalidad propia, oprimente y confusa, que
enfrentará a Nat no solo con sus vecinos, sino también consigo misma y sus
propios fracasos”.
Lo que más me ha llamado la atención
es sus rasgos de novela contemporánea, sencilla, envolvente que te invita a
entrar en un mundo de sensaciones, de tabús, de prejuicios y sobrentendidos, en
el que el lenguaje no actúa como forma de comunicación sino de exclusión y
diferencia. Parecía que el número de páginas no iba a ser suficiente para crear
una novela de menos a más y la verdad que me ha conquistado. Desconocía a Sara
Mesa, es lo primero que leo de ella y reconozco que nos obliga a conocer nuestros
propios límites de lo moral y de lo inmoral.
Creo recordar que fue una de las
novedades literarias de septiembre, de estos ejemplares que te salen al paso de
manera machacona en los escaparates, en los bolgs de lecturas y en las
promociones literarias, me costaba creer que fuera a ser “para tanto”, pero
reconozco que merece la pena una tarde con este extraño y original “Amor”.
Es perfecta para un guion de cine,
te imaginas la historia visualmente y se ajusta a la gran pantalla, el típico relato
psicológico de personajes femeninos de una novela breve, opresiva,
protagonizada por una mujer que huye de la gran ciudad para establecerse en un
ambiente del que no forma parte y en el que debe hacerse un hueco para vivir la
aceptación o el rechazo de sus vecinos a partes iguales. Podía parecer un
conflicto entre lo urbano y lo rural, pero en realidad es más profundo, es
hacer frente a la aventura de Nat en todos los aspectos de esa convivencia con
un repertorio de habitantes que la harán desenvolverse con actos hasta ahora
imprevisibles, reflejo de su yo más interno.
No quiero decir que ha sido
agradable porque el desasosiego y la incomprensión están presente desde las
primeras líneas, ese ambiente angustioso no presagiaba nada bueno, aunque no
llega a la tragedia y el final se presenta como un remate abierto y realista.
Me ha acompañado el sentimiento de
incredulidad ante las decisiones de nuestra “exiliada” en los momentos de
enganche sexual muy alejado del concepto de amor y la lástima que se llega a
tener por ella e incluso el desprecio por ciertas conductas contra las que
luchamos hoy en día y por supuesto por lo desagradable que resultan algunos
personajes… aun así lo acabé.
En general deciros que la historia
cuenta con un argumento claro, directo y sencillo con pocos personajes pero muy
potentes, con una acción coherente con la brevedad y la intensidad que se
mezclan y explotan entre sí a partes iguales, en la que me ha parecido
reconocer una historia de incomprensión y soledad en todas y cada una de sus
casi doscientas páginas, ahora bien en ninguna de ellas he encontrado “Amor”,
tal vez porque Sara Mesa no quería un relato romántico sino complejo, en el que
nosotros creáramos nuestra propia tensión narrativa.
Os lo recomiendo por la brevedad y
porque en el fondo mientras lo lees tienes la sensación de que va a pasar algo
y que debe ser inminente debido a las pocas hojas que se tiene para que así
sea. Espero que este libro corto pero contundente os guste, lo mejor para ello
es leerlo como texto subjetivo con curiosas reflexiones, eso sí, no apto para
momentos de confinamiento.
“El amor que todo lo
cura, es simplemente locura”.
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