El hecho de
leer tanto y contar con poco tiempo supone un desafío a la hora de llevar al
día el blog en el que comento mis lecturas; es por eso que faltando a mi
costumbre de no copiar sinopsis de los libros, me veo obligada a utilizarlas al
menos hasta que consiga acortar el número de comentarios pendientes.
“En
noviembre de 2007 el estudiante Erasmus Romain Lannuzel, alumno de la
Universidad Autónoma de Barcelona, desapareció misteriosamente sin dejar
rastro. El hecho, todavía no esclarecido, da pie a esta novela, que parte,
asimismo de otra misteriosa desaparición, la de Costantinu Iliescu, estudiante
rumano. Su novia y dos de sus compañeros Erasmus denuncian los hechos y
remueven cielo y tierra para encontrarlo, pero tanto la policía como las
autoridades universitarias creen que Iliescu se ha marchado voluntariamente.
Sin embargo pronto tendrán que cambiar de opinión. Los acontecimientos que se
suceden tras la desaparición del estudiante rumano evidencian que algo
terrible, oscuro y macabro está pasando en la universidad.
Un equipo
de policías, entre los que destaca la subinspectora Manuela Vázquez, inicia una
exhaustiva investigación en la que las pistas falsas y los posibles sospechosos
se multiplican. Pero a pesar de sus pesquisas y esfuerzos no logran
encontrarlo. En la mente de profesores, policías y alumnos se cierne la espesa
sombra de quien parece ser un meticuloso y sanguinario asesino”.
Durante el periodo estival es raro que este tipo de
libro no caiga en mis manos. A decir verdad lo busco casi como una obligación.
Me sorprendió que Carme Riera hiciera una incursión en la novela negra, al
parecer la primera y la última de sus experiencias en dicho género.
Naturaleza casi muerta parte de un suceso real: la desaparición de manera misteriosa de
Romain Lannuzel en el 2007, un estudiante francés con una beca Erasmus en la
Autónoma de Barcelona, del que no se ha vuelto a saber nada.
Riera crea una
situación pareja con Iliescu, un becado Erasmus, cuyo paradero se
pierde quedando solo la búsqueda de él por parte de dos compañeros de estudios.
Poco a poco la propia Universidad se involucra pero la ocupación de la misma
por los ‘antibolonia’ le resta
efectividad, más aún creyendo los demás que se ha marchado voluntariamente. Aunque todos los componentes
básicos del género negro están aquí presentes la autora ha querido ir más allá
transmitiendo sentimientos diferentes de los habituales
ligeramente hitchcocknianos como la impotencia, la incredulidad, la
burocracia o la frustación. Esa veta individual ahonda en cada uno de los
personajes sacándolos del escenario y colocándolos en la vida real,
sintiéndolos cercanos.
Novela que engancha desde el principio convirtiéndose en
la lectura de “piscina” entretenida y con garantías de terminar. Alejada del
género detectivesco dónde uno o varios son los iluminados mientras son demás son medio
tontos. Riera focaliza diferentes personajes o situaciones para ir
cambiando rápidamente a otros. Este efecto crea un ritmo y una tensión compleja
aunque también apela a la complicidad del lector haciéndole saber más que los
propios personajes.
Lenguaje claro y sencillo. Narrada en tercera persona con la presencia de
numerosas voces y escenarios y otras historias hilvanadas a la perfección que
aportan ritmo y tensión al argumento inicial. Personajes creíbles y cercanos
que protagonizan los momentos de máxima tensión del relato.
La crítica social tan ligada a la novela negra subyace tras el
relato tanto de profesiones o gremios como de la sociedad en general. Los
profesores y sus intereses no salen bien parados, tampoco los estudiantes y sus
tretas, el clasismo de nuestro mundo siendo el desaparecido de la
Europa del este desnuda nuestras carencias.
Curioso el guiño a Vázquez Montalbán a la hora de llamar a la
subinspectora encargada del caso de la misma manera.
Novela negra entretenida, con buenas dosis de intriga y despliegue de
pistas que te involucran en la historia aunque los personajes resultan algo
frágiles. El final no me ha convencido y no ha dado respuestas a todas las
preguntas que impulsaron el hilo argumental. Muy recomendable, lectura
agradable que espero que os guste.
“En cada paseo por la
naturaleza, uno recibe mucho más de lo que anda buscando”.
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