Enrique
Vila-Matas, es un auténtico desconocido para mí, un día se cruzó este ejemplar
puesto en las preciosas piernas de una compañera, muy buena lectora por cierto,
y me entró curiosidad sobre el posible “contratiempo” del que estaba siendo
objeto este individuo de nombre tan escueto. Leí varias veces la sinopsis, lo
comencé otras tantas y confieso que me costó mucho pillar el “tranquillo”, que
decimos por mis tierras, a lo que he llegado a entender es, una “novela sobre
la literatura”.
“Mac acaba de perder su trabajo y pasea a diario por El Coyote, el barrio
barcelonés donde vive. Está obsesionado con su vecino, un famoso y reconocido
escritor, y se siente molesto cada vez que éste lo ignora. Un día lo oye hablar
con la librera sobre su ópera prima Walter y su contratiempo, un libro de
juventud lleno de pasajes incongruentes, del que se acuerda vagamente, y Mac,
que acaricia la idea de escribir, decide entonces modificar y mejorar este
primer relato que su vecino preferiría dejar en el olvido”.
Trescientas páginas que
parecían pocas y llevaderas y sin dejar de ser sincera, ha sido un reto
ponerles fin; últimamente Barcelona es el escenario de todos estos seres que
vagan sin rumbo por razones relacionadas con el momento social que vivimos, sino
es incomprensible que haya tanto paseante con destinos descarriados
concentrados en la misma ciudad. He entendido que Mac se propone un reto,
recuperar la lectura y reescribir una obra conocida gracias a un vecino que no
la considera ni importante ni digna de recordar. La obra se títula “Walter y su
contratiempo”, y es además parte del título de esta obra de ficción, que aunque
yo no he sabido disfrutar, no deja de ser entretenida e irónica.
Desde el comienzo, el
autor queda claro que nuestro protagonista tiene una preferencia por la poesía
y por los cuentos, lo que no le va a frenar en la tarea que se ha encomendado; se
convierte en narrador y a la vez en escritor de un diario de iniciación repleto
de acontecimientos triviales que resultan ser el reflejo de su carácter y de la
vida sencilla y humilde que vive.
Aunque el eje central
sobre el que gira el relato es la “relectura y reescritura”, la novela está
compuesta por diez relatos de lecturas combinadas, que sirven para narrar cómo
el origen de la literatura se remonta a las variaciones de un primer relato
oral y de ahí hasta nuestros días.
El repertorio de
relatos dentro de otros y la mezcla de
géneros que surgen en el trabajo literario de Mac, lo va reflejando en su
diario, gracias al cual asistimos a reflexiones interesantes que no te dejan
indiferente. No obstante el libro me gustó al principio, pero tengo la
sensación que pierde fuerza a medida que avanza y eso me ha desencantado aún
más de lo que he estado a lo largo de su lectura.
Sinceramente no está
hecho para mi gusto literario. Para poder hacer una reseña medio decente dentro
de mi humilde labor de bloguera, he tenido que visitar otros comentarios acerca
de este “contratiempo”, y lejos de ayudar me han complicado más la visión de
esta novela, especialmente en aquellas reseñas en las que hablaban de ser divertidísimo
y deslumbrante; por eso no voy a recomendarla ni rechazar su lectura, mejor que
cada uno se embarque en su propio “contratiempo”, porque yo intentaré superar
el mío.
Tengo entendido que
este señor es un genio de la narrativa, de manera que la oportunidad hay que
dársela.
“Mi pasatiempo favorito es dejar pasar
el tiempo, tener tiempo, tomarme mi tiempo, perder el tiempo, vivir a
contratiempo”.
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