Me
gustó esta portada con la silueta de una joven en cuyo interior aparece un
caballero y de trasfondo una niebla en plan atmósfera de misterio. Su sinopsis
era de una brevedad que dejaba todo por descubrir… y como ya tocaba, elegí un
autor que por primera vez leía y en líneas generales puedo decir que me han
quedado ganas de repetir.
“La justicia no le interesa a nadie. La gente quiere al monstruo. Y yo les
doy lo que quieren.» Una chica desaparecida en un pueblo de montaña” .La
lluvia, la niebla, las luces. Las luces son las de las cámaras. Han llegado los
medios de comunicación. Y todo ha cambiado.
La
descripción inicial de la reseña, es una pista para contaros que el argumento
tiene una doble línea de intriga; por una parte la desaparición de Anna Lou y por
la otra, la presencia en ese escenario del investigador Vegel dos meses después
de ese extraño misterio. El comienzo es algo lento pero cargado de interés, no
en vano son los ejes sobre los que pivota toda la novela. Trama sencilla, sin
sobresaltos añadidos, ni nuevas muertes, ni nada que no esté relacionado con
ambos ejes de un engranaje que el autor va poniendo en marcha a medida que
avanza el relato.
A lo largo de
cuatrocientas páginas, Carrisi va dejando pistas para que el lector monte la
maquinaria a modo de rompecabezas, te obliga a meterte y participar de la
historia, colaborando nosotros mismos en la tensión narrativa. El suspense se
mantiene hasta el final, es un relato bien contado y mejor rematado.
Narración bien
estructurada e hilvanada sin cabos sueltos. Dividida en capítulos que aparecen
fechados siempre con la referencia del 23 de febrero, día de la desaparición,
los saltos en el tiempo son continuos, existe un narrador omnisciente que
conoce al detalle lo ocurrido, el ritmo mantenido hasta la mitad sufre un
impulso “in crescendo” que estalla con un final de vértigo.
Hay dos aspectos
grandes en este thriller que merecen ser tratados de manera aislada; el primero
los personajes, especialmente Vegel, el investigador adicto a la popularidad de
métodos muy cuestionables, estrella mediática que se ve envuelto en el misterio
y la urgencia de justificar su aparición en el escenario del crimen. El segundo
y que absorbe buena parte de la esencia de la novela, es la crítica implícita a
los medios de comunicación cuando se hacen eco de una tragedia y el impacto
negativo que su tratamiento puede ocasionar en la víctima y en su entorno; es
el llamado “Circo mediático” cargado de morbo que cada día es más demandado por
la sociedad.
Este rasgo me ha
resultado muy interesante, tanto o más que la construcción de los personajes,
bien Vegel, o los secundarios imprescindibles para la resolución del misterio y
las múltiples incógnitas que aparecen de repente y que nos desbaratan las
respuestas que teníamos preparadas. Ha sido una especie de lectura
participativa a modo de interacción con el escritor, con una grata ayuda en lo
que ambientación y descripciones se refiere.
Lo más repetitivo ha
sido las parejas de investigadores de todas estas novelas de suspense, pero al
margen de eso la formación en criminología de Carrisi deja huella en este
thriller de grandes giros argumentales y doble misterio por resolver.
Recomendada por ser muy
entretenida y bastante diferente…, buen guión de película de sábado por la
tarde.
“En su rostro advertí realmente aquella
niebla que suele subir siempre mientras dura la sensación de placer que produce
el creerse por encima de otros”.
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