domingo, 15 de noviembre de 2015

Alex, Pierre Lemaitre

Novela imprescindible de leer tras la presentación del inspector Camille Verthoeven por parte de Pierre Lemaitre. Nuevamente la elección es el género “negro”, y de nuevo ante nosotros otro nombre de mujer, “Alex”. El autor de “Iréne”, “Vestido de novia” y “Nos vemos allá arriba” nos demuestra una vez más la habilidad para crear un argumento con una trama en “tela de araña” donde nada es lo que parece y en la que las sorpresas se precipitan encadenadamente, superándose unas otras para deleite de quienes las leemos.
Es bueno aportar pistas para centraros en esta novela que yo considero “adictiva”. Os diría que tras el secuestro de una mujer en plena calle, es golpeada y encerrada salvajemente por su captor. Encerrada en unas condiciones de extrema e inhumana crueldad, la historia da un giro brutal cuando “Alex” consigue escapar. El pasado de esta se convierte en el motor y desencadenante del resto del argumento lleno de intriga, suspense y acción.
Toda la trama se ajusta a la narrativa de este genio de la novela francesa, que consigue confundir los límites entre el bien y el mal, lo justo y lo injusto tirando de recursos literarios para crear una obra perversa, sórdida y dramática.
La leí tras “Iréne”, de manera que el inspector encargado de la investigación ya es conocido, Camille Verthoeven aparece ante nosotros configurado bajo la apariencia creada por Pierre en la primera de sus novelas negras. Afectado por lo vivido en su pasado se enfrenta a este caso bajo los efectos de su lastimada vida privada.
Para mi es la mejor de todas, sigue la estructura narrativa que caracteriza a Pierre, división en partes, capítulos cortos, mezcla de drama e investigación, fuertes connotaciones personales, ritmo que crece en intensidad, limpieza de argumento, escenas muy explícitas y de gran crueldad, detallismo visual que roza lo repugnante; en definitiva narración de vértigo.
La historia es impactante desde el inicio hasta el apoteósico final. Los acontecimientos se hilvanan pulcramente y no es difícil hacerse a la presentación en dos tiempos, dos ejes sobre los que pivota la novela. Deliberadamente el autor nos oculta datos para enredarnos y aumentar la confusión necesaria para no destripar su cierre.
Importante detenerme en la protagonista con letras mayúsculas, Alex; sin duda es el pilar de la novela, los misterios de su vida se convierten en el centro de la trama, la lucha por la supervivencia está presente en el momento del secuestro, liberación y desenlace. El hilo del que tira Pierre al confeccionar esta historia gira entorno a la víctima y solo al final se encajan todas las piezas del puzzle, empatizando irremediablemente con ella.
Si en “Iréne” decir que no era apta para todos los públicos ya sonaba duro, aquí no se que decir... un aterrador paseo entre la locura, la lástima y el horror, sin olvidar de las huellas implacables de la soledad.
Para marcar algunas diferencias con “Iréne”, el final es de lujo, la complejidad psicológica es mayor y se aprecian toque de ironía que resultan muy bien recibidos. Respecto a las semejanzas, Camille no decepciona, el recuerdo a los thrillers clásicos es evidente, la calidad de los personajes incuestionable y las garantías de disfrutar servidas en bandejas.
Guión de lujo para cualquier película de suspense, contiene todos los tópicos de este género. Que nadie piense que al leer una todas son iguales, valen la pena las creaciones de este francés con imaginación y morbo inagotables, sin pensarlo se acaba “queriendo más”...

Huir del temor es temer. Luchar contra el dolor es doloroso. Tratar de ser valiente es estar asustado”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario