lunes, 12 de abril de 2021

El hijo del padre, Víctor del Árbol

 

Comentar y hacer una reseña de una novela de Víctor del Árbol es una auténtica osadía por mi parte, intentaré contar las impresiones de “El hijo del padre” con prudencia y humildad ya que de otra manera sería imposible.

 

Diego Martín es un respetable profesor universitario hecho a sí mismo. Hijo de emigrantes extremeños y andaluces llegados a Barcelona en los años cincuenta cree haber roto con sus raíces con una vida totalmente alejada de aquella para la que parecía predestinado, pero el pasado siempre está ahí y la sombra de su padre sigue pesando sobre sus hombros más de lo que querría, quizá la maldición que pesa sobre los hombres Martín, de la que le habló su abuelo siendo niño y el enfrentamiento ancestral entre su familia y los Patriota, caciques del pueblo del que provienen, sigan más vivos de lo que piensa y quizá él mismo se esté convirtiendo en aquello que tanto odia. El detonante será Martin Pearce, el enfermero encargado de su hermana Liria, ingresada desde hace años en un centro psiquiátrico. Martin, detrás de su aspecto atractivo y carácter solícito y afable, esconde otra cara que hará que la vida de Diego Martín estalle por los aires.
¿Qué hizo Martin Pearce para desatar a un Diego desconocido? ¿Qué ocurrió para que este rompiera con su familia y se enfrentara con todos ellos? Diego todavía recuerda ese pasado con la mirada del niño que fue y comprende que quizá ha llegado el momento de verlo con unos nuevos ojos.

Novela poderosa y potente del autor de “Un millón de gotas” y otras tantas novelas que no pasan de puntillas por ningún lector. Todo un recorrido por el amor y el dolor, un thriller con una carga emocional y dramática enorme, que toca muchos temas, desde la ausencia de cariño de un padre, la verdad, la enfermedad mental, la deshumanización que existe en el mundo y especialmente en España en la primera mitad del pasado siglo.

Es sin duda un thriller en el que conforme se desarrolla la historia, quedas atrapado desde el principio, con un inicio tremendo que te lleva a una espiral de tramas que se abren unas detrás de otras, en el marco de aquellos caóticos años de la primera mitad del pasado siglo XX y en el 2010. Cuenta la trayectoria vital de una modesta familia, los Martín que se cruza con la de un cacique, don Benito Patriota, que escenificará la metáfora de odios y traiciones de la España de preguerra y posguerra.

La novela comienza con una intensidad muy alta, reconociendo Diego Martín que ha matado a una persona, y acaba con un nivel igual de intenso, con otra confesión, la de su padre sobre él.

Os cuento que el hecho  de conocer algo tan fuerte como lo que se desvela al inicio no le quita interés al lector por saber qué viene después.

Respecto a los personajes, gran activo de la novela, se ramifica a través de una cantidad importante que incluso, por sí mismos, podrían protagonizar su propia historia, desde su abuelo Simón, pasando por su padre, y llegando a su hermana Liria y a su abuela Alma Virtudes, una mujer de la época, abnegada, soportando el peso de una sociedad patriarcal…Ya de por sí, el título se presenta como una intrigante invitación a la lectura de la novela, que conforme se desarrolla deja entrever una oscura relación de odio pero a la vez amor entre el protagonista, Diego Martín, y su padre.

Es una novela amarga que sobrepasa los límites de la dureza extrema, con un repertorio de sentimientos y de penalidades, que produce una enorme tristeza, cada una de sus páginas sobrecoge más que la anterior. 

La narración comienza, en los años actuales, con unas notas manuscritas de Diego Martín en la cárcel: “Secuestré a Martin Pearce, lo torturé y le maté disparándole en la cabeza. Después llamé a la policía y esperé”. Inmediatamente la acción se retrotrae a su primera infancia y a partir de ahí el autor va narrando hasta la actualidad determinados periodos de la vida del protagonista, de su abuelo, de su padre y de sus hermanos, sobre todo de Liria, la más joven, encerrada en un centro psiquiátrico y desencadenante final de la tragedia.

Narración que el autor nos presenta a través de dos narradores, el propio Diego Martín en primera persona que nos cuenta su visión de la historia, y un narrador omnisciente que nos ofrece esa misma historia a través de hechos objetivos.
Aunque ya está encasillado, es un libro difícil de etiquetar, te invita a reflexionar sobre el ser humano y me pregunté cuál era el fin último de tan estremecedor relato que habla de derrota y miedo, ácido, donde los personajes se mueven entre su perdición y la mera supervivencia. Es todo demasiado duro, desde los odios que se desatan durante la guerra civil dando paso a venganzas crueles, hasta las masacres en el frente ruso durante la Segunda Guerra Mundial.
Víctor del Árbol es uno de mis escritores favoritos, leo la sinopsis de sus novelas por inercia, nunca me ha decepcionado y a pesar de esta reseña os ánimo a leer la historia de la familia Martín, originaria de un pequeño pueblo de Extremadura a lo largo de tres generaciones. Una familia sobre la que pesa una maldición y la incapacidad de los padres para amar a sus primogénitos.
Es inclasificable aun etiquetada por el mismo, de hecho bebe de distintos géneros y mezcla a la perfección una historia principal con varias igual de importantes de todos y cada uno de sus protagonistas, a cual de ellos más difíciles de olvidar. Os gustará.

“Todas las familias felices se parecen entre sí; las infelices son desgraciadas en su propia manera”.

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