sábado, 30 de noviembre de 2019

La Bailarina de Auschwitz, Edith Eger


El hecho de leer tanto y contar con poco tiempo supone un desafío a la hora de llevar al día el blog en el que comento mis lecturas; es por eso que faltando a mi costumbre de no copiar sinopsis de los libros, me veo obligada a utilizarlas al menos hasta que consiga acortar el número de comentarios pendientes.
“Eger tenía dieciséis años cuando los nazis invadieron su pueblo de Hungría y se la llevaron con el resto de su familia a Auschwitz. Al pisar el campo, sus padres fueron enviados a la cámara de gas y ella permaneció junto a su hermana, pendiente de una muerte segura. Pero bailar El Danubio azul” para Mengele salvó su vida, y a partir de entonces empezó una nueva lucha por la supervivencia. Primero en los campos de exterminio, luego en la Checoslovaquia tomada por los comunistas y, finalmente, en Estados Unidos, donde acabaría convirtiéndose en discípula de Viktor Frankl. Fue en ese momento, tras décadas ocultando su pasado, cuando se dio cuenta de la necesidad de curar sus heridas, de hablar del horror que había vivido y de perdonar como camino a la sanación”.

Intentando dejar de lado las novelas de misterio, policíacas y thrillers psicológicos que tanto me gustan, abordo de vez en cuando novelas que se salgan de esta línea aunque a veces me encuentre con un ejemplar un poco “más de lo mismo”…, y es que en ocasiones los títulos con referencias a la barbarie nazi ya nos anulan la motivación y la sorpresa por creer que está todo leído.
“La Bailarina de Auschwitz” es una autobiografía de una joven húngara que estuvo en este campo de concentración y sobrevivió para contarlo. Es cierto que se aleja poco a poco del modelo de novela de testimonio de supervivencia, tanto que llega a convertirse en una guía de viaje. Me ha parecido incluso un libro de autoayuda por la cantidad de reflexiones a las que nos invita la protagonista.
El libro está dividido en cuatro partes. A lo largo de la primera Edith nos cuenta cómo llegó al campo de concentración, cómo bailó El Danubio azul ante el Dr. Mengele (logrando así seguir viva) y cómo sobrevivió a dicho calvario. En la segunda parte nos cuenta cómo fue la salida de ese infierno y cómo tuvo que aprender a vivir consigo misma y con todo lo que ahora llevaba sobre sus hombros (física y mentalmente). En la tercera parte expone sus experiencias al saborear la libertad después de tanto tiempo cautiva, de cómo se da cuenta de que aunque ya no esté allí dentro sigue siendo "una judía inferior al resto". Finalmente, en la cuarta y última parte, Edith habla de su propia curación: el momento del perdón.
Edith narra su vida en primera persona, desde su infancia en el seno de una familia judía de clase media, con sus dos hermanas Madga y Klara hasta su adultez, pasando por su juventud en el equipo de nacional de gimnasia (de donde la echaron por ser judía) y por sus años pasados entre los horrores del campo de concentración Auschwitz-Birkenau.
Respecto a los  personajes están bien construidos y trabajados o de personajes cercanos y humanos, los habituales en estas historias, personas valientes con las que resulta fácil empatizar.
La novela no cuenta con una trama propiamente dicha, sino que en esa división por partes aparecen las fases por las que pasa la protagonistala prisión, la huida, la libertad y la curación. En cada una de ellas, seguimos los pasos de la mano de la propia “bailarina”.
A pesar de esas cuatro divisiones, yo he sentido que la novela estaba dividida en dos grandes bloquesPor un lado tendríamos la parte personal, donde Edith nos cuenta su experiencia antes, durante y después de la guerra y de AuschwitzY por otro lado tendríamos la parte psicológica, donde nos cuenta las experiencias personales que vivió con los pacientes a los que ayudó y la forma en que esas experiencias la ayudaron a ella misma para salir adelante. Esta novela, que se mueve entre la biografía y autoayuda, no pretende ser una mera descripción de hechos y acontecimientos que sucedieron durante la Segunda Guerra Mundialsino un cúmulo de experiencias personales tanto de gente que sufrió la guerra como de gente que no estuvo relacionada con ella pero aun así necesitaban la ayuda de Edith para guiarles hacia su propia libertad.
La autora escribe de una forma cercana y directa, se sirve de frases breves y concisas que nos llegan sin remilgos.
A pesar de que muchos de los capítulos no eran precisamente cortos (algunos incluso superaban las veinte páginas)en ningún momento se me hizo pesada ni aburrida, por lo que el ritmo de lectura es bastante ágil y se deja leer con agrado. Su mensaje es claro: tenemos la capacidad de escapar de las prisiones que construimos en nuestras mentes.
Pero, sintiéndolo mucho, es un libro que me ha decepcionado un poco, simplemente no era lo que yo esperaba. Había momentos en los que tenía que forzarme a leer capítulos que no me parecían interesantes, y repito que me duele decir esto porque es la historia de una mujer real que tiene que ser maravillosa y toda una luchadora, pero no he conseguido conectar con el libro.
Todo esto no le resta mérito al libro, es una historia para leerla con sosiego y buscando pasear por las experiencias de vida de alguien que vivió esos horrores y lograron escapar a un futuro con el que nunca contaron. Tengo la sensación que la sinopsis no se corresponde con la historia narrada. Os gustará.

"La libertad reside en aceptar lo sucedido. La libertad significa armarnos de valor para desmantelar la prisión pieza a pieza".

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