El
hecho de leer tanto y contar con poco tiempo supone un desafío a la hora de
llevar al día el blog en el que comento mis lecturas; es por eso que faltando a
mi costumbre de no copiar sinopsis de los libros, me veo obligada a utilizarlas
al menos hasta que consiga acortar el número de comentarios pendientes.
“Movida por un sentido de culpabilidad que no le ha
abandonado en los últimos tiempos, la ahora cesada detective privada Elena
Martínez rememora un caso que investigó hace varios años y en el que sabe que
contribuyó a que se condenaran a personas inocentes.
En 2010, cuando en España la fiesta del dinero
fácil y la corrupción está en pleno auge, la protagonista recibe el encargo de
investigar la extraña desaparición del empresario catalán Robert Solivellas.
Pero por debajo de ese mar oscuro corre un río aún más tenebroso: el de la
total degradación de aquellos que, escudados tras el poder económico y
político, creen poder actuar en su vida personal y en los negocios con total
impunidad”.
Novela
negra galardonada con el Premio Nacional de las letras. A lo largo de las casi
trescientas páginas, la autora describe un relato de misterio y suspense bajo
el formato policiaco con buenas dosis de entretenimiento y un final bueno
aunque mejorable.
El tema
es de notable actualidad, ambientada en Barcelona en el año 2010, Carmen mezcla
con gran habilidad casos de corrupción, droga, chantajes, extorsiones,
pelotazos urbanísticos, dinero fácil y unas situaciones conocidas que en la
mayoría de los casos campean impunemente en la sociedad actual. Un retrato de
los tiempos en los que vivimos y que ya no asustan a nadie.
Escrita
en primera persona a modo de denuncia de todo lo que representa el perfil
social de estas últimas décadas, de ahí las fuertes críticas vertidas en el
relato. Los personajes al igual que las situaciones nos resultan cercanas y
familiares y el hilo conductor de una historia que avanza con lógica es la
inspectora Elena Martínez, mujer marcada en su carrera profesional por un error
que la condiciona y limita en sus funciones policiales.
Tercera
novela de Carmen Riera que resulta bastante agradable de leer y que sin grandes
pretensiones proporciona un buen rato de lectura. Os gustará.
“Hay heridas que en vez de cerrarnos la piel, nos
abren los ojos”.
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