lunes, 10 de junio de 2019

Largo pétalo de mar, Isabel Allende


El hecho de leer tanto y contar con poco tiempo supone un desafío a la hora de llevar al día el blog en el que comento mis lecturas; es por eso que faltando a mi costumbre de no copiar sinopsis de los libros, me veo obligada a utilizarlas al menos hasta que consiga acortar el número de comentarios pendientes.
“En plena Guerra Civil española, el joven médico Víctor Dalmau, junto a su amiga pianista Roser Bruguera, se ven obligados a abandonar Barcelona, exiliarse y cruzar los Pirineos rumbo a Francia. A bordo del Winnipeg, un navío fletado por el poeta Pablo Neruda que llevó a más de dos mil españoles rumbo a Valparaíso, embarcarán en busca de la paz y la libertad que no tuvieron en su país. Recibidos como héroes en Chile -ese «largo pétalo de mar y nieve», en palabras del poeta chileno-, se integrarán en la vida social del país durante varias décadas hasta el golpe de Estado que derrocó al doctor Salvador Allende, amigo de Victor por su común afición al ajedrez. Víctor y Roser se encontrarán nuevamente desarraigados, pero como dice la autora: «si uno vive lo suficiente, todos los círculos se cierran”.
Hace escasamente un mes, Isabel Allende irrumpió nuevamente en el panorama literario con su novela “Largo pétalo de mar”, nombre con el que hace referencia a los rasgos geográficos de Chile, un homenaje a la Historia de ese país a lo largo de cincuenta años de existencia.
No es el único homenaje que la escritora se permite en esta narración al más puro estilo “Allende”, Pablo Neruda es recordado y alabado por sus gestiones y la labor que realizó en 1939 facilitando el navío que trasladó a Chile a más de dos mil exiliados de la Guerra Civil española.
La manera de narrar una historia bien contada vuelve a estar presente en esta novela de la escritora chilena. Es un viaje de décadas que recorre medio siglo y que nos pasea por la Historia convulsa del siglo XX de la mano de Víctor y Roser, una pareja de catalanes que formaron parte de ese éxodo obligado de los republicanos que arribaron a las costas americanas cargados de miedos y sobrados de esperanzas.
No son los únicos personajes de esta historia y como es habitual en Isabel Allende, todos y cada uno de ellos se hacen querer por sus vivencias de amores, desarraigos, pasiones y vicisitudes; consigue que los hagamos nuestros y vivir a través de ellos las vivencias que marcaron su existencia.
Bien documentada gracias a las entrevistas que la propia autora realizó a supervivientes de dicha odisea, quienes le aportaron innumerables datos acerca de este desconocido episodio del exilio español más allá de Europa.
La estructura de la novela se nos presenta en dos partes bien definidas; la primera nos sitúa en España en los momentos más intensos de la Guerra Civil, en la familia de Dalmau y el retrato de los que se consideraban “perdedores” de la contienda. Resulta algo repetitiva y con pocas novedades al relato en sí; la segunda parte ya es más acorde a la narrativa a la que nos tiene acostumbrados la escritora, la historia de amor entre los personajes principales envueltos en una historia de supervivencia cargada de soledades y pérdidas irreparables.
Escritura como es habitual en ella, ligera, ágil, sencilla con las mismas pretensiones de siempre, emocionarnos y hacernos disfrutar de su pluma accesible a todos los lectores.
Es imposible no recomendarla, es un nombre que no decepciona, una contadora de historias que escribe con el corazón sin que por ello deje de aportarnos conocimientos a nuestro bagaje cultural en todos y cada uno de sus relatos. Os gustará.
“Si uno vive lo suficiente, todos los círculos de la vida se acaban cerrando”.

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