Iniciar
el verano con una novela de Victoria Hislop, es una buena opción para calentar
motores en la carrera de lectura que suelo disfrutar todos los veranos. Esta
escritora británica describe como nadie los ambientes griegos y los territorios
balcánicos con fuertes dosis descriptivas y de Historia, y es ahí donde se
desarrolla esta novela que se pasea sin pereza por el siglo XX, abordando las
dos guerras mundiales y el conflicto turco más reciente; situaciones de gran
impacto en la Europa de unos de los siglos con más carga histórica de la
humanidad.
Tesalónica, 1917. Al tiempo que Dimitri
Komninos nace la vida, un descomunal incendio asola la ciudad en la que
cristianos, judíos y musulmanes conviven desde hace siglos. Cinco años más
tarde, el ejército turco destroza el hogar de Katerina Sarafoglou en Asia
Menor. Perdiendo a su madre en el caos reinante, Katerina llega, atravesando el
mar Egeo en barco, hasta Grecia. Pronto su vida se verá íntimamente ligada a la
de Dimitri y a la de la propia Tesalónica, mientras la guerra, el miedo y las
persecuciones comienzan a dividir a sus gentes.
Tesalónica, 2007. Un joven estudiante de ascendencia inglesa y griega escucha por primera vez la historia vital de sus abuelos y descubre que tiene que tomar una decisión largamente pospuesta.
Tesalónica, 2007. Un joven estudiante de ascendencia inglesa y griega escucha por primera vez la historia vital de sus abuelos y descubre que tiene que tomar una decisión largamente pospuesta.
Durante muchas décadas ellos han guardado
con celo el recuerdo y los tesoros de todos aquellos que sobrevivieron a una
época turbulenta y violenta. ¿Debería ahora recoger el relevo, convertirse en
el próximo custodio y hacer de esa cálida y luminosa ciudad su nuevo hogar
Grecia vuelve a sus páginas,
Tesalónica es el marco en el que las mezclas de culturas y religiones le miden
el pulso a una vida donde la tolerancia y la convivencia pacífica se convierten
en una solución urgente. Una vez más la defensa de los lazos familiares y la
cooperación deben ser el arma para superar las rencillas de una política
destructiva a lo largo de siglos de existencia.; hay que vivir para el perdón y
para superar el odio histórico del gran polvorín de los Balcanes.
Para dar forma a estas cuestiones
tan profundas Victoria elije una historia de familias, lo que viene a ser
realidad novelada, con personajes muy heterogéneos que protagonizan un
repertorio de desgracias y tragedias muy acordes con la geografía y el momento
histórico elegido por la autora de “La isla”. Respecto a su estructura
narrativa es de una sencillez aplastante, muy fácil de leer, con saltos en el
tiempo por exigencias del argumento, con un lenguaje asequible que la llevan a
ser bastante entretenida.
Como impresión general diría que
el aspecto emocional pasa a un segundo plano eclipsado por la fuerza de los
datos históricos, la autora se centra en la defensa de la identidad nacional
griega y a través de las relaciones personales entre protagonistas convierte el
relato en un homenaje literario a la Historia Griega Contemporánea.
“Si hay una facultad de nuestra naturaleza que puede
considerarse maravillosa, esa es la memoria”.
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