Acercándose
las vacaciones, este sugerente título me ha parecido muy adecuado
para tomarme un respiro de lecturas fuertes y preparar el camino para
el verano que está llamando a la puerta. Tiene un par de cosas
buenas, su brevedad y la sinopsis sencilla y discreta que aunque
parece decirlo todo, al final ofrece más juego de lo que yo pensaba.
El
Hotel Mediterráneo no es un hotel normal. Se fundó en un lugar
recóndito para dar cobijo a mujeres en peligro de muerte.Tiene un
curioso restaurante donde por las noches un joven músico, Francesc,
ameniza las cenas interpretando al piano antiguos temas de Joan
Manuel Serrat. La vida transcurre plácidamente en el hotel hasta que
Tamara, una recién llegada, provoca un incidente que hace saltar
todas las alarmas.
Su
autor es Alejandro Pedregosa, un desconocido para mi y se puede
considerar como un escritor y poeta joven dentro del panorama de
la narrativa española de más actualidad. Sin duda los personajes
principales son el pianista y la mujer que llega por sorpresa a este
pintoresco “hotel” para integrarse en el cobijo de
seguridad que ofrece lo que se puede llamar una “residencia
de mujeres”.
Quiero
advertir que el “Mediterráneo” no es el paraje en
el que está situado este hogar, la orilla del mar queda lejos, es
una referencia al repertorio del cantautor catalán que con
frecuencia interpreta nuestro generoso pianista.
A
pesar de la sinopsis, el libro tiende a mantenernos atentos porque en
realidad no se sabe bien cual es el tema principal; los elementos del
relato van y vienen de manera espontánea y ayudan a configurar un
argumento con el que he acabado conectando y al que le he sacado más
de una reflexión.
Con
esas canciones, los guiños a Serrat dulcifican momentos duros del
relato, la he disfrutado porque era justo lo que necesitaba para
estos días. Lectura rápida, sin artificios y con un tratamiento
delicado y sutil de temas actuales. Huye del melodrama y se centra en
las historias de vida de los personajes secundarios, muchos de ellos
estrambóticos y disparatados, tanto como las mochilas de
experiencias que acarrean sus espaldas. Sin duda una novela coral en
la que la galería de actores hacen un alegato a las segundas
oportunidades y a la libertad en un afán continuo de romper con el
pasado.
Hoy
estamos familiarizados con las noticias acerca de la violencia de
género, la trama es de una carga realista incuestionable; este
granadino se ha inspirado en una de las víctimas del accidente de
Angrois en Galicia; de manera que hay momentos de impacto emocional
garantizado.
Puede
parecer un rollo de novela, no cuenta con una gran editorial que la
respalde, no está en los escaparates de las librerías y carece de
campaña de marketing de ventas; su autor es un desconocido, pero yo
puedo decíros que engancha, que su estilo es ligero y sencillo, que
me ha hecho pasar un rato agradable de lectura y por supuesto me
queda la tranquilidad de reconocer la labor de los que nos
proporcionan esos momentos a los que no sabemos estar sin ellos:
“Los Libros”.
“El
azar no es caprichoso va en la dirección que busca, pero camina de
forma irregular, dejando a su paso una estela de lagunas, cajas
cerradas y lugares vacíos que acaban formando parte de nuestro
inventario de pretensiones y deseos no cumplidos”.
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