viernes, 20 de mayo de 2016

Los solteros, Muriel Spark

Me fijé en este título por la suerte que tenían los hombres al llamarse “solteros” y no “solterones”, quise saber el motivo de esa elegancia al definir un estado civil dilatado de manera voluntaria en los hombres, y la diferencia entre “las solteronas” cuando se habla de la misma circunstancia referidas al género femenino…, nada interesante que no supiera, al contrario, tras leerla yo les llamaría “lobos de ciudad”, por los motores que mueven sus complejas y complicadas vidas.
Un abogado, un falso párroco, un detective, un profesor de instituto que trabaja en el British Council, un epiléptico experto en grafología, un irlandés enamoradizo que evita a toda costa el contacto con el sexo opuesto? Solteros londinenses. Personajes mordazmente británicos que pasan las tardes charlando en los bares o comprando en Fortnum & Mason, atenazados por horrores de todo tipo, como la escandalosa subida del precio de los guisantes. No obstante, su apacible existencia urbanita se verá amenazada con la irrupción de un misterioso personaje: el médium Patrick Seton, que conseguirá que todos ellos transformen sus vidas hasta verse inmersos en una sucesión de estafas, robos, chantajes y desaforadas sesiones de espiritismo, que acabarán desembocando en un juicio grotesco.
Si tuviera que resumir la novela diría que se trata de las andanzas y correrías de un grupo de solteros en la ciudad de Londres durante la década de los años cincuenta, una auténtica cantera de solterones y solteronas, representados por unos personajes muy flojos y variopintos con funciones y actos asumidos con una normalidad cuestionable. Gracias a este repertorio de individuos construidos a medida que avanza la historia, puedo decir que estamos ante una novela coral de “personajes secundarios”, en la que ninguno destaca de manera especial, pero a todos les define un denominador común, actúan de forman muy diferente a como realmente desearían hacerlo.
Potente ambiente urbanita, diferente, entretenida, ácida, con sonrisas pero no graciosa, sarcástica y muy británica, donde la maldad, el odio, la envidia, el egoísmo y la cobardía acompañan a estos “solteros” en un ambiente que roza la crueldad cotidiana hasta extremos de normalizarla en sus vidas.
El argumento de la escritora nacida a principios de siglo, Muriel Spark, es muy sencillo y bien estructurado, fácil lectura y lenguaje asequible; parte de una estafa inicial de un falso médium y se desarrolla con tramas alrededor de este detonante inicial. Lo más brillante de la autora de “Memento Mori” es la critica que lleva aparejada el relato en lo que a comportamientos de estos individuos se refiere, es sin duda una visión irónica de las bajezas humanas y un retrato de pasiones que van más allá de sus renglones; sin duda hay muchos detalles que no se dejan ver pero que están ahí.
Recomendada para los amantes de la literatura británica, nada que ver con las novelas de otras latitudes, corta en extensión y sin grandes pretensiones aunque no por ella deja de ser diferente y muy muy curiosa.


“Vivimos en una sociedad donde MENTIR se volvió rutina, TRAICIONAR en monotonía y ser HIPÓCRITA es la ropa de hoy en día”.

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