No
quería entrar en lecturas complejas y de grandes desafíos y topé
con “La mirada de una mujer”, leer es siempre un
placer y si la elección está inspirada en realidades que nos son
familiares, pues no hay más que hablar.
Cuando
Susan decide separarse de Philip para irse a Honduras junto a
los
mas necesitados, su relación empieza a flaquear. A pesar de las
cartas que se escriben y de los profundos sentimientos que los unen,
la distancia física va apartando también sus corazones. Un día, el
pasado vuelve a encontrarlos encarnado en una niña de once años. En
ese momento, Philip y Susan tendrán que demostrar que aún se tienen
el uno al otro, y que el suyo fue y sigue siendo un gran amor.
Ambientada
e inspirada en situaciones de actualidad, escrita con un estilo
sensible y muy sentimental pero que no roza lo meloso, de ahí que se
soporte... Cuenta con una buena labor de documentación y aporta
muchos datos sobre los escenarios humanitarios en los países del
Tercer Mundo, aquellos desfavorecidos y víctimas de catástrofes
naturales o pobreza endémica.
El
argumento es algo simple y en algunos momentos llega a ser aburrida,
la encuentro perfecta para un guión de película de sábados por la
tarde.
Narración
que aborda un repertorio de temas de actuales y cuya trama se
desenvuelve gracias a la correspondencia mantenida por los personajes
principales; estos que son bastantes flojos y con los que se
empatizan sin dejar huella.
No
es la novela que me ha hecho perder la cabeza pero tampoco el tiempo,
me atrevería a decir que es del género romántica, y yo frecuento
poco este tipo de relatos.
No
conocía al autor, es su segunda novela, pero conversando con otros
lectores me han invitado a leer “Ojalá
fuera cierto”,
dicen que supera en calidad a esta
“mirada de mujer”.
Sin
hacer una dura critica, os cuento que la trama podía haber sido más
explotada y que la absurdez del final igualmente merecía haberse
trabajado de otra forma, especialmente para darle una oportunidad a
estas casi trescientas páginas.
Os
la reseño porque hay gusto para todo y sin duda habrá quien
disfrute con esta novela del escritor francés Marc Levy; por mi
parte la inicié y por supuesto la he terminado y en honor a la
verdad, otras peores he leído y siempre defendiendo que este trabajo
de los escritores, bien merece un esfuerzo por nuestra parte y si se
disfruta...mejor aún.
Elegid vosotros.
“Solo
el amor y la amistad pueden aliviar la soledad actual. La felicidad
no es un derecho es un combate diario.Creo que es preciso saber
vivirla cuando se presenta ante nosotros”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario