Estábamos
preparando nuestro viaje a Polonia, cuando me acordé de esta novela
que trataba sobre el Gueto de Varsovia y decidí leerla para llevar
algo más de información de la que te aportan habitualmente las guías turísticas.
Me parecía interesante porque Safier lo asociaba a la narrativa de
humor y no a un tema tan delicado como el Holocausto Nazi. Es por
supuesto una obra dentro del género de novela histórica, el
levantamiento de dicho espacio reservado a los judíos durante la
presencia alemana, en la que hoy ya puedo decir es una de las
ciudades más bellas de Europa.
Varsovia
1943: Mira, una chica de 16 años, sobrevive como puede en el gueto
de Varsovia dedicándose al contrabando de alimentos. Su único
objetivo es proteger a su hermana pequeña, Hanna. Cuando empiezan a
deportar a los habitantes del gueto a los campos de concentración,
Mira se une a la Resistencia. Juntos consiguen hacer frente a las SS
mucho más tiempo de lo imaginado. 28 días. 28 días en los que Mira
experimentará la traición, el sufrimiento y la felicidad.
28 días para vivir toda una vida.
28 días para descubrir el amor verdadero.
28 días para convertirse en una leyenda.
28 días para contestar la mayor de las preguntas: ¿qué clase de persona quieres ser?
28 días para vivir toda una vida.
28 días para descubrir el amor verdadero.
28 días para convertirse en una leyenda.
28 días para contestar la mayor de las preguntas: ¿qué clase de persona quieres ser?
Sin
duda alguna, la literatura no dejará nunca de producir novelas acerca
de este dramático acontecimiento que manchó la Historia de la
Humanidad; pero es cierto, que cada relato que leo, presenta una
perspectiva diferente de los acontecimientos y se eligen personajes y
vivencias de los que siempre acabas aprendiendo algo, de manera que
no es tiempo perdido el volver a leer sobre lo que pensamos lo
sabemos todo.
Me
ha sorprendido el cambio de registro del escritor nacido en Bremen,
guionista y novelista que tan acostumbrados nos tiene a trastear y
escarbar en el “Karma”. Polonia fue una de las grandes víctimas
de la Alemania nazi, casi todos los guetos se parecen, es visita
obligada el de Cracovia y este donde se desarrollan las peripecias de
supervivencia de Mira, la estraperlista capaz de desafiar a la
adversidad, en la Varsovia de 1943, donde los peligros la acechaban
en cada esquina.
En
algunos pasajes he notado que el relato toma trazas de novela de
aventura, en una sencilla mezcla de tragedia y pequeñas aportaciones
de humor que se agradecen en ambientaciones tan duras como las
descritas por el autor.
Personalmente
me enganchó, el tema ya lo tengo muy leído pero siempre descubro
perspectivas diferentes, en este caso la ficción y la realidad se
mezclan y se distinguen con claridad; los cuentos que inventa Hannah
otro de los personajes, es un punto a favor de Safier, es un recurso
que justifica la necesidad de huir de la cruda realidad de sus
víctimas. Son cuatrocientas escasas páginas que atrapan, no es de
las mejores que he leído, pero la terminé y la similitud con otras
que ya forman parte del pasado, son inevitables.
Escrita
con sencillez, lenguaje asequible y ameno, con alusiones a personajes
que existieron en realidad, con una fantasía que dulcifica el papel
de la resistencia juvenil ante la presencia de los nazis, con
pretensiones de hurgar en nuestras conciencias, emocionarnos y
refrescar las dificultades que entraña cualquier desafío de
supervivencia; algo actual, padecido por cientos de seres humanos que
siguen siendo víctimas de genocidios no reconocidos y sobre los que
algún día existirán miles de novelas.
La
carga del relato recae en Mira, con ella se empatiza desde el
principio y a través de ella nos llega el mensaje de esperanza y la
fuerza de los valores y las ansías de vivir.
No
he podido comentarla hasta ahora, pero la leí en los días previos a
mi estancia en Varsovia y cuando paseas por los sitios que describen
las novelas todo se vive de forma más intensa, de manera que
recomiendo su lectura y un buen viaje a Polonia, sin dejar atrás los
campos de concentración, la lección moral que traes en la piel
jamás se borra, pero ese tatuaje es la única oportunidad para no
repetir los errores de una Humanidad empeñada en presumir de su
extremada torpeza y locura.
“Hay
que luchar para que nuestra Historia sea nuestra aliada y no nuestra
enemiga”.
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