sábado, 15 de agosto de 2015

La mujer que buceó al corazón del mundo, Sabina Berman

De nuevo, se cruza en mi camino la escritora Sabina Berman, al igual que con “Su Dios de Darwin”, la elección del título y el tema de esta novela, no deja indiferente a nadie y mucho menos por lo largo y curioso del mismo; “La mujer que buceó dentro del corazón del mundo”. Lo cierto, es que tras leer el relato, tiene mucho sentido que Sabina, pensara en esta frase porque está totalmente acorde con las andanzas y personalidad de la protagonista.
Narrativa contemporánea de tildes ecológicos y terapéuticos; al ser la segunda novela que leo no me ha sorprendido la forma en la que aborda ciertas cuestiones que afectan a la conservación de la naturaleza y a la salud del ser humano. Podría decir que mi reflexión ha sido un alegato a la libertad y a los derechos de aquellos a los que encontramos “diferentes”, por el simple hecho de no ser como nosotros.
Os cuento a modo de resumen el argumento de esta curiosa historia.
Karen es una niña de la que se hace cargo su tía Isabelle, no sabe hablar ni comunicarse, sus actitudes son salvajes a consecuencia del abandono que sufrió por parte de sus progenitores. Isabelle ha heredado una industria del atún en situaciones precarias que ha de reflotar y a ello se le une el desafío de enseñar con tesón y cariño a Karen tanto a hablar como a escribir. Su incorporación a la escuela permite conocer un diagnóstico de autismo funcional. Ello no le impedirá llegar a la universidad o tener ideas brillantes para el negocio familiar, aunque sus comportamientos y puntos de vista chocarán siempre con las ideas establecidas y serán causa de situaciones embarazosas o cómicas. Su vida va a funcionar por intuición y por la razón y estará marcada por la incomprensión y falta de sensibilidad de los que la rodean.
Aunque pueda parecer algo rollo, es muy entretenida, he aprendido bastante sobre el síndrome de Asperger, del que ya sabía lo suficiente por experiencia personal en mi trabajo, aunque nunca está de más seguir aprendiendo. El personaje que absorbe toda la novela es Karen, pero esta mexicana construye un personaje con el que se empatiza enseguida y al que realmente sentimos muy cerca desde el comienzo de la lectura, ya que engancha y despierta la curiosidad por conocer, como se van a resolver situaciones que cualquiera consideraríamos surrealistas y novelescas, pero que por desgracia ocupan nuestra realidad más cercana.
Sabina Berman, se ha esmerado en la exposición externa de los sentimientos que se potencian en la narración, aborda el mundo de la zoología con una precisión muy amena y sencilla, agradable para quienes no leemos demasiado sobre estos mundos marinos, y no olvida tomar como hilo conductor, las actitudes que mueven y hacen girar el mundo particular de Karen, donde la percepción de lo que le rodea y las relaciones humanas con aquellos con quienes conviven, son sus desafíos diarios de vida.
Como ha hecho de la niña que bucea y hace otras rarezas que no voy a desvelar, un ser entrañable; su novela no lo es menos, de manera que os invito a leerla, sin caer en el error de encasillarla y que os deis el placer de ”bucear al centro del corazón de vuestro propio mundo”.

Sostener a diario la fantasía de que uno primero piensa y luego existe, es lo que hace tan cansado ser un ser humano común, o al menos pretender serlo”.

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