Como
todos los años por las mismas fechas, llega hasta nosotros los
renombrados “Premios Planetas”; y como en otras
ocasiones, no me resisto a ojear el acierto o desacierto de un jurado
que en la mayor parte de las veces me han decepcionado y confirmado,
que no por ser un premio es una novela impresionante.
La
portada es de una belleza incuestionable y en conjunto tampoco puedo
desaconsejar la lectura de “Milena o el fémur más bello del
mundo” ya que cuenta con buenos ingredientes para al menos
garantizar dos o tres tardes de entretenida lectura.
No
quiero desvelar el inicio del relato porque es sin duda lo que más
engancha y dispara la acción de la trama de esta novela, en la que
se mezclan dosis de investigación, persecuciones continuas,
violencia en estado puro, escenas difíciles de digerir y crueldad en
un mundo del que parece que lo sabemos todo y en verdad lo
desconocemos por completo.
Si
tuviera que resumir el tema principal del libro, diría que trata del
oscuro e inmoral negocio de la prostitución, ejecutado por las
mafias ruso-ucranianas y de las víctimas de las mismas en el
colectivo de mujeres blancas de la Europa del Este, objetivo
implacable desde la más tierna adolescencia, de hombres sin
escrúpulos, que hacen del abuso y la vejación de estas “niñas”
una forma lucrativa de vida.
En
nuestra novela Milena es esa mujer que con dieciséis años es
secuestrada e incorporada a una red de tratas de blancas de las que
una vez que se entra es prácticamente imposible salir. Su presente y
su pasado nutre un argumento que en ocasiones adolece de tensión
narrativa, algo extraño porque no le faltan los elementos propios
del género de novela negra.
La
acción transcurre en México pero las alusiones a Marbella son
continuas. Muy bien documentada en lo referente a un negocio que
mueve millones de euros en la actualidad y sobre el que planea la
afirmación de estar asociado a la corrupción y al poder político.
El
ritmo lo marca esta experiencia de vida de Milena, su esclavitud
durante años y el seguro de vida que gira entorno a la posesión de
una “libreta negra” que todos ansían tener por lo
peligroso de su contenido.
Al
principio me entusiasmo, pero reconozco que conforme avanza se hace
pesado, previsible y algo aburrido; incluso hay personajes que no
están como muy justificados en la trama y que parecen sobrar desde
su aparición en escena.
Aún
así, la recomiendo para los amantes de la acción, la venganza, las
escenas fuertes y los actos de personajes “malos malísimos”
que abundan en grado superlativo.
Sin
duda, lo más importante es la invitación a la reflexión moral
acerca de una realidad que convive con nosotros bajo la más evidente
inmoralidad, gozando de “privilegios” amparados por
millonarios y gobiernos corruptos, que junto a nuestro silencio y
nuestra hábil costumbre de “mirar hacia otro lado”,
prolonga
el sufrimiento ajeno.
Sigo
pensando que los “Premios Planetas”,
están enfocados a un negocio seguro de ventas más que a una
literatura de calidad.
“El
grado de civilización de una sociedad se mide por el grado de
libertad de la mujer”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario