Al
ser tan original el argumento de esta “menuda” novela , que en
realidad es un microrrelato, prefiero tirar del tan temido recurso
de usar la sinopsis, pero es una garantía de que se entiende la
intención del autor.
“La
rutina diaria de un profesor universitario se ve perturbada por la
irrupción de perfectas réplicas humanas en miniatura que se mueven
con soltura por el mundo de los hombres. Un día, uno de estos
hombrecillos, creado a imagen y semejanza del catedrático, establece
una conexión especial con él y convierte en realidad sus deseos más
inconfesables. En este libro, el académico narra el último de estos
encuentros secretos, que resulta también el más intenso y
peligroso, pues además de averiguar dónde viven, qué costumbres
tienen y cómo se reproducen estos hombrecillos, interviene en su
pequeño mundo mientras la vida sin inhibiciones convierte el suyo en
una verdadera pesadilla. Piénsalo por un segundo: ¿soportarías ver
cumplidos todos tus deseos?”.
Bueno,
ahí queda eso... No recuerdo en qué estaba pensando cuando lo
elegí, pero es cierto que Millás era conocido por mí, aunque lo
último que he leído ha sido “El
mundo” y
en esa ocasión lo autobiográfico era evidente.
Parece
la historia de los sueños de un esquizofrénico al más puro estilo
daliniano, ingeniosa, atrevida, irónica y absurda; tal vez estos
rasgos de originalidad me han permitido acabarla, porque en honor a
la verdad, no es una joya literaria que digamos.
He
querido entender o descifrar la intencionalidad de Juan José en
mostrarnos el mundo de las dualidades, el hecho de lo que hacemos y
lo que nos gustaría hacer, lo que vivimos y lo que verdaderamente
querríamos vivir; todo ello lo personaliza en los desdoblamientos
que el personaje padece con esos “hombrecillos” que invaden su
vida y que le llevan a realizar actos impensables e injustificados.
Demasiado
surrealista para mi gusto, aunque no dejo de reconocer que no
existiría relato sin la relación que el autor establece entre el
profesor y sus diminutos intrusos,puesto que las vivencias que
describe son el motor de la trama, si es que se puede decir que
existe trama.
Incuestionable la riqueza de léxico, la impecable
gramática y la excepcional manera de escribir del autor, que no
está reñido con lo mucho o poco que yo haya disfrutado con él.
Igualmente es innegable la cantidad de temas que aborda esta mezcla
de realidad e imaginación, la economía, el sexo, la naturaleza, el
mundo animal... Menos mal que son algo menos de doscientas páginas
que se leen en pocas tardes y que su estilo y estructura es de gran
agilidad.
No
puedo invitar a mucha gente a su lectura porque es algo “especial”
y tampoco es para “tirar cohetes”, aprovecho la expresión ya que
es valenciano, es de estos relatos que pueden gustar a rabiar o por
el contrario abandonar en la página dos; siento decir que sin
arrepentirme de haberlo leído, tengo la sensación que está escrito
con urgencia y con prisas, algo más propio de un periodista que de
un escritor. La decisión será vuestra, pero como es el acto de
leer, seguro que algo bueno depara, ánimo y que en vuestros sueños
no aparezcan “hombrecillos” como los de Millás, son tela de
eróticos.
“La
vida es una imaginación perpetua con las sorpresas de la realidad”.
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