En esta ocasión se trata de cinco cuentos que retratan los orígenes del célebre inspector Kurt Wallander, aunque los llamados cuentos son en realidad novelas breves; ”La cuchillada”, “La grieta”, “El hombre de la playa”, “La muerte del fotógrafo” y el último, que es el que le da nombre al libro, aunque bien podría haberse editado como novela separada. No son cuentos en el sentido tradicional, son relatos policiacos salteados y dispersos en el tiempo, que nos sirven para conocer mucho mejor a su emblemático personaje: el inspector Wallander.
En esta ocasión se
trata de cinco cuentos que retratan los orígenes
del célebre inspector Kurt Wallander, aunque los llamados cuentos son en realidad novelas breves; ”La
cuchillada”, “La grieta”, “El hombre de la playa”, “La muerte del fotógrafo” y el
último, que es el que le da nombre al
libro, aunque bien podría haberse editado como novela separada. No son cuentos
en el sentido tradicional, son relatos policiacos salteados y dispersos en el tiempo,
que nos sirven para conocer mucho mejor a su emblemático personaje: el
inspector Wallander.
Todo el mundo tiene un pasado. Wallander, como se nos explica
en este libro de la serie, se remonta a veinte años atrás, cuando ni siquiera
había entrado en Homicidios y era un joven agente despierto, lleno de
ambiciones profesionales y con una vida privada que, ya entonces, hacía agua
por todas partes.
Los cinco relatos incluidos en “La pirámide” abarcan desde
1969 a 1989, justo antes del comienzo de la primera novela de la serie.
En el primero de los relatos, un inexperto Wallander se entromete en un aparente caso de suicidio y termina en el hospital con una cuchillada. En el segundo, es secuestrado por un exiliado sudafricano que acaba de cometer un asesinato. Y en el último tiene que rescatar a su padre de una comisaría de El Cairo, interrumpiendo una investigación doble sobre una misteriosa avioneta que se ha estrellado en la costa y sobre dos hermanas ancianas que han aparecido calcinadas y con disparos en la cabeza. Es éste un Wallander que nos desvela las claves de este personaje y justifica el perfil del personaje y las acciones que le van a ir definiendo en todas y cada una de sus novelas.
En particular, Mankell ha hecho que las sucesivas novelas sean capítulos del trayecto vital de su personaje, cuyos cimientos muestra en estos cuentos, que empiezan con un joven policía que detesta controlar manifestaciones y empieza a adaptarse a las exigencias de su profesión,. Los años van pasando según se suceden los relatos curiosos desde su juventud hasta justo la madrugada en la que recibe la llamada del doble crimen de “Asesinos sin rostro”; la verdad un buen complemento para esta saga policial, aunque los casos y las investigaciones no lleguen a la calidad a la que nos tiene acostumbrados.
Repertorio agotador
de personajes de nombres impronunciables y que menos mal que no tenemos que
memorizar, a los que no les faltan capacidad comunicadora gracias a los buenos
diálogos de este sueco de prosa fluida y sin artificios. Muy entretenidos, con
tramas lineales que apenas dejan ver transición entre un relato y otro, con
tensión y dosis de melancolía sin despreciar los giros argumentales justos y
desenlaces que no decepcionan.
La verdad que me
gusta este escritor que nos dejó en el 2015, cuya producción no tiene fecha de
caducidad ni lectores especiales, todos los que quieran disfrutar de otro de
sus libros es su oportunidad que debéis dejar pasar. Os gustará.
“¿Cómo descubre uno
qué es lo que ve, aunque no lo vea realmente?”.
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