miércoles, 28 de octubre de 2020

Todo el bien y todo el mal, Care Santos

Care Santos se ha convertido en una de las escritoras con las que más disfruto por la sencillez de sus novelas y por la naturalidad con la que aborda las relaciones familiares y personales. Tras “Habitaciones cerradas”, “Deseo de chocolate”, “Media vida”, “El aire que respiras” y “Seguiré tus pasos”; me detengo ahora en “Todo el bien y todo el mal”, que  es la primera parte de una bilogía, cuya continuación es “Seguiré tus pasos” y que he leído siguiendo el orden de publicación, algo que igualmente os recomiendo, aunque también es cierto que se pueden leer aisladamente, es otra de las grandezas de esta autora.

“Reina tiene un marido, un exmarido, un amante, un hijo adolescente, un buen sueldo y un trabajo que le apasiona y al que se dedica en cuerpo y alma. A Reina le gusta su vida. Aparentemente lo tiene todo, o por lo menos eso piensa ella. Hasta que, durante uno de sus viajes de trabajo, de repente sucede algo en su casa que cambiará las cosas, y que le demostrará de la peor manera hasta qué punto es vulnerable.
Así es como empieza para Reina un largo camino de regreso a casa, en el que lo peor que tendrá que afrontar no es la extenuante espera en un aeropuerto cerrado por una ola de frío siberiano, sino el vértigo que le provoca revisar su vida en busca de la verdad y tener que enfrentarse a ciertas preguntas incómodas: ¿Cuáles son las personas de verdad imprescindibles en nuestra vida? ¿Qué consecuencias tienen las malas decisiones? ¿Qué seríamos capaces de hacer en las circunstancias más terribles? ¿Conocemos realmente a nuestros hijos? ¿Nos conocemos lo suficiente a nosotros mismos?”.
 
Novela de corte intimista cuyo estilo es muy bien manejado por Care Santos, tal vez sea la más introvertida de todas. Una historia familiar narrada a dos tiempos que bucea en el pasado para encontrar explicaciones a las vivencias del presente. La novela empieza y termina de la misma manera, es lo que me hizo pensar en su momento en una segunda parte, no solo por las cartas que tienen como protagonista al padre de Reina, sino también porque una de las tramas que maneja la novela queda tan sólo insinuada, sin plantear un final definitivo. Es un relato en el que la protagonista principal se va haciendo pedazo en su viaje interior del que sale agotada y menos segura de sí misma que nunca.
La historia que nos cuenta Care transcurre en apenas 24 horas en un aeropuerto de Bucarest cerrado al tráfico aéreo por un terrible tormenta siberiana a la que llaman la Bestia del Este, en ese momento la angustia de una madre que acaba de recibir una de las peores noticias que puede haber. Nos encontramos con una historia a ritmo de thriller y golpe de teléfono móvil, el único nexo de unión con el lugar donde debería estar en ese momento, sin embargo conforme avanza la novela, en la medida que Reina va tranquilizándose y tomando conciencia que no puede hacer nada por acelerar su vuelta a casa también se va volviendo más intimista y reflexiva
El repertorio de temas que aparecen en la novela son de aplastante actualidad, las relaciones de pareja, la maternidad, la adolescencia, la relación de padres entre padres e hijos, e incluso con las parejas de sus padres, la pedofilia, la investigación farmacéutica, las relaciones laborales, la conciliación de la vida laboral y familiar, el alzheimer.... distintos y variados temas que no te dejan indiferente y te hacen responder a la invitación a reflexionar hasta el punto de cambiar varias veces de opinión.
Los personajes están muy bien tratados y los matices de sombras y luces de los mismos se reconocen con claridad; así podemos conocer a los hombres de su vida, a su amigo, a su madre Cristina, a su padre José Gené y a su abuela Reina, aunque personalmente me ha encantado el triángulo entre ella, su marido y su exmarido.
El libro se lee con facilidad por las buenas dosis equilibradas de reflexiones y diálogos que nos trasmiten la soledad y angustia vivida por Reina en esas horas interminables.
Estructurada en capítulos cortos en los que Care utiliza un narrador omnisciente para contar esta historia con una trama a golpe de reproches, con nudos por deshacer y piezas por ordenar para acabar dando forma a este rompecabezas.
Aunque hable de trama, en realidad son varias las tramas que se despliegan en torno a Reina, a la que vamos conociendo poco a poco en continuos flashbacks, mientras está esperando coger un avión que, oportunamente, no puede salir. Así, va recordando ella todos los momentos que le han llevado hasta allí, hasta esa situación en la que está ahora. Recordando todas las buenas y malas decisiones que ha tomado en su vida, intentando saber qué ha hecho mal para tener que enfrentarse al terrible momento que tiene que afrontar ahora con su hijo, intentando recordar un pasado que creía olvidado pero que puede explicar mucho lo que está sucediéndole ahora...Algunas de esas tramas se cierran, se resuelven pero otras permanecerán abiertas y son las que se cierran en “Seguiré tus pasos”.
Os la recomiendo por la sencillez narrativa, el ritmo ágil que no decae, por la seguridad de que habrá una segunda parte y porque daremos una oportunidad a una historia que parte de un inicio desgarrador, el intento de suicidio de su hijo, al que seguro en nuestra vida no quisiéramos tener que enfrentarnos. Os gustará.

“El único bien es el conocimiento y el único mal, la ignorancia”.

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