A comienzos
de octubre, cuando la marcha del verano es una
evidencia, lo mejor es pasar por la librería y elegir las lecturas para
la estación que se nos viene encima; en este caso uno de los ejemplares
elegidos me atrajo por tener a una madre y a su hija como protagonistas de una
dura historia de locura y fracaso emocional. Nunca había leído a esta autora,
de manera que le he dado una oportunidad, lo que no quiere decir que repita.
“Un domingo de agosto de
1926, cuando Magdalena Laparra ha vuelto de Cuba para pasar las vacaciones con
su familia, coge a sus dos hijos, uno de cada mano, y se mete al mar en la
playa de Biarritz con la intención de ahogarse. La niña de siete años, Elsa,
advierte algo extraño en la actitud de su madre y consigue escapar tras un
forcejeo. El niño pequeño en cambio, de solo dos años, muere ahogado y
Magdalena es internada en un psiquiátrico por el resto de su vida.
Dieciocho años después, Elsa, la niña superviviente al ahogamiento, que ahora
tiene 25 años, y acaba de separarse tras saber que su marido ha tenido un hijo
con otra mujer, vuelve a España a casa de su abuela en busca del oscuro relato
familiar. Para Elsa, ese viaje no solo supondrá el descubrimiento de un origen
traumático, sino que se verá inmersa en un turbulento triángulo amoroso con un
oficial del ejército alemán, que ha venido a controlar la frontera
franco-española, y un pescador local que ejerce de contrabandista y forma parte
de una célula de la resistencia contra la invasión de los nazis”.
Si tuviera que resumir esta sinopsis, diría que el libro
cuenta como la nieta de un importante
industrial vasco vuelve de Cuba a principios de los años cuarenta huyendo de
una relación que ha fracasado, obsesionada con saber qué hay detrás de la
historia de locura de su madre. Sin duda el planteamiento de la autora gira
alrededor del delicado mundo de la depresión,
enfermedad difícil de comprender en la actualidad y mucho más si nos remontamos
a 1926. Puede que Magdalena viera en el suicidio la única salida a lo que
estaba viviendo.
La trama es una hermosa, triste y terrible historia en la que
conoceremos a dos mujeres. Articula la misma en torno a un oscuro secreto
familiar que no por ser fácilmente deducible fue menos impactante, entrando de
lleno en un tema sumamente delicado que la autora trata con un tacto exquisito.
En ella, Elsa de vuelta a sus
orígenes y en plena II Guerra Mundial viaja a Biarritz con la intención de leer
las cartas que su madre, Magdalena, envió a su abuela desde Cuba. A través de
esas cartas que salpican la novela también llegaremos a conocer muy bien a
Magdalena Laparra, su nostalgia de San Sebastián, su infelicidad y el tránsito
que vivió hacia la locura.
La novela tiene un ritmo pausado en el que los sentimientos
son los protagonistas, la autora ahonda en cómo sobrellevan la vida los que
quedan después de una desgracia terrible que los marca inevitablemente para el
resto de sus días. Además, también tendremos su punto de suspense en la
historia, Elsa, a raíz de verse envuelta en un triángulo amoroso también se
verá implicada en una red de espionaje aún a su pesar y esto contribuye a darle
más agilidad a la lectura.
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