miércoles, 16 de septiembre de 2020

Las fiebres de la memoria, Gioconda Belli

Es la primera vez que leo algo de esta escritora nacida en Nicaragua. Me llegó por casualidad y me atrajo su portada que me hizo pensar en una historia cargada de leyendas y viajes exóticos que hacía tiempo que no leía.
Al parecer la autora tenía grandes deseos de explorar lo concerniente a la vida de su abuela Graciela Zapata, en un intento por conectar esta figura con los escándalos de la corte francesa del siglo XIX y los orígenes de su propia familia.
Puede sonar a biografía pero no lo es. En el prólogo de la novela nos describe la fuerte y entrañable personalidad de su abuela, así como los misterios que rodearon su apasionante vida.

“Corre el año 1847. Charles Choiseul de Praslin, un noble de la corte de Luis Felipe I de Orleans, rey de Francia, se ve acusado de un crimen pasional. A instancias del propio rey, gran amigo suyo, De Praslin finge su suicidio y, en su huida, embarca con destino a Nueva York. Conoce allí al poderoso magnate Cornelius Vanderbilt  quien lo invita a acompañarlo en la Ruta del Tránsito, a través del río San Juan y el lago de Nicaragua. Seducido por la vegetación tropical y la exótica belleza de ese país, decide quedarse, atraído por la idea de ese lugar remoto donde nadie podrá reconocerlo. En Matagalpa, ciudad de las brumas, su destino se cruza con el de una mujer cautivadora, la joven viuda Margarita Arauz, a quien llaman la Rosa Blanca”.

En la novela se cuenta el periplo de un noble de la corte de Luis Felipe I de Orleans, que ayudará a nuestro personaje a desaparecer fingiendo un suicidio, es en este desafío donde reside la trama de la historia. Su capacidad y afán de superación en mundos y ambientes diferentes serán su salvación por muy tortuosa que esta resulte.
Es una novela histórica fácil, ágil y con la que se puede disfrutar un par de tardes. Me gustó la psicología del protagonista, por momentos lo comprendía. Me hizo reflexionar mucho sobre el deber y el deseo. Y el final me dio una gran sorpresa Gioconda mezcla en este libro la investigación y la imaginación, haciéndolos indistinguibles, en su intento por reconstruir la historia de su lejano familiar. Crea una historia entretenida, que atrapa (aunque los primeros capítulos son tediosos y algo difíciles de seguir), y muy consistente en la que presenta todo un universo y deja ver el drama y el dilema eterno de la construcción y el cuestionamiento de la propia identidad.
Escrita en primera persona, bajo la óptica del duque, no es una novela romántica, a pesar que la historia no está exenta de pasión y narra los avatares de un romance. Aborda las segundas oportunidades que tienen los seres humanos al verse forzados a migrar, como fue el caso de nuestro duque que reconstruye su vida en Matagalpa, hace cosas buenas, trabaja de médico. Fue un hombre muy dedicado a la población, a su familia, pero también misterioso.
Os la recomiendo por las descripciones de los viajes y la aventura en sí, no dudo del trabajo de documentación que hay detrás, pero el misterio y el romance no me parecieron tan bien trabajados. La etiquetaría entre novela histórica y biográfica con una narrativa de lujo y belleza, aunque para animaros os diré que no le falta amor y misterio. Os gustará.

“Cuando recordar no pueda, ¿dónde mi recuerdo irá? Una cosa es el recuerdo y otra cosa es recordar”.

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