En ocasiones, acceder a otras páginas de lecturas, te
proporciona la oportunidad de encontrar libros diferentes que a la vez te
recuerdan a ese tipo de novelas que se disfrutan por la originalidad e
imaginación que hay en sus páginas.
Tuve la ocasión de conocer “La Maga de olvido” siguiendo las recomendaciones de otros blogs y aunque intenté adquirirla en mi librería, al final la única vía fue la compra on line que tanto estamos manejando en estos últimos meses.
“Camila, es una mujer instruida de mediana edad y amante del Martini azul, ha perdido sus recuerdos producto de una rara enfermedad mental. Dispuesta a recuperarlos, regresa a su pueblo natal, Cabo Azules, donde emprende un viaje a través del tiempo de la mano de unas viejas fotografías encontradas en una caja de sombreros”.
No puedo decir mucho más de la sinopsis, es la
historia de una familia poco común, llena de enigmas, erotismo, sexo y
violencia. Podía considerarse una novela de suspense donde suceden amores
tempranos, obstinados y lujuriosos que rozan la locura, junto a asesinatos y
crueles tratamientos médicos que espabilan la memoria de todos los miembros de
tan singular familia.
Este lienzo de historias brilla a través de la
victoria sobre el dolor, el odio y la intolerancia. Es sin duda una novela de
relaciones humanas en la que la tristeza hace de motor, indagando en la
condición de los seres que la protagonizan, con el apoyo estimable de las
fotografías que aparecen a lo largo de sus páginas y que ayudan a desvelar todos
y cada uno de sus secretos.
En cada una de las tres partes que estructuran esta
novela, Camila va descubriendo, al tiempo que reinventa, a los más diversos
personajes que poblaron su pasado. En la primera a la intrépida abuela negra, a
un chulo acusado de asesinato, a un abuelo sinvergüenza e incluso a un doctor
con mucho que ocultar. En la segunda a la tierna abuela blanca, a una loca
querida, a una mujer de tres piernas, y a unas peculiares siamesas, para
alcanzar el clímax en una tercera parte donde confluyen los personajes, momento
en el que sus vidas se entrecruzan y por fin se devela el gran secreto de la
familia.
Es sin duda una narración con tintes detectivesco,
cargada de erotismo y elegancia, así como contradicciones y sobresaltos
inesperados. Escrita con fluidez narrativa y buen ritmo que impide dejarla de
lado.
Es
la primera novela de la autora, creada
con un estilo muy personal, desde la concepción estructural de otorgar a los
personajes una construcción impecable que los define a través de las pasiones
que representan, muchas inconfesables pero con el propósito de superar sus
propios límites.
A los diálogos no le falta
ni le sobra nada, ayudan a seguir leyendo y contribuir al buen ritmo de la
narración y a los conflictos que en ella se recrean. Recuerdan a las historias
que contaban las abuelas en las que no se diferenciaba donde empezaba la
realidad y donde terminaba la imaginación. Sin duda relatos que podían suceder
en cualquier pueblo, de ahí la magia entre era realidad y ficción.
No
es que sea la novela que otros valorarían atendiendo a otros criterios más
pulcros, pero puedo contaros que me gustó, que la disfruté y que me sobran
motivos para recomendarla. Que nadie olvide que lo mío es afición y que mis reseñas
son desde la más humilde de las posturas, espero que os guste.
“Yo no hablo de venganzas ni
perdones, el olvido es la única
venganza y el único perdón.” “Y entre tanto que tengo, no encuentro razón
suficiente para olvidarme de ti.” “No olvida quien finge olvido, sino quien puede olvidar.” “Uno puede hacerse extrañar,
pero no sin el riesgo de hacerse olvidar.”