sábado, 7 de marzo de 2020

La isla de las mujeres del mar, Lisa See


Hay autoras que reaparecen en mi vida en los momentos más inesperados, es el caso de Lisa See, la conocí con la lectura del “Abanico de seda” un libro que aprovecho para recomendar por lo mucho que se aprende y por la carga emotiva que respiran sus páginas. En esta ocasión la escritora de origen chino afincada en los Estados Unidos, nos regala una fascinante historia acerca de una cultura en vías de extinción.

Kim Young-sook y Han Mi-ja empiezan su preparación como haenyeo. A pesar de sus diferentes entornos familiares, pronto se hacen íntimas, aprenden la técnica del buceo y se enfrentan juntas a las exigencias físicas y los fracasos emocionales de su trabajo. Durante medio siglo, las dos jóvenes forjarán una sólida relación al tiempo que su vida se verá envuelta en acontecimientos tan trágicos y extraordinarios como la Segunda Guerra Mundial, la Guerra de Corea y sus secuelas, y tan inevitables como la irrupción de los teléfonos móviles y la llegada de nuevas políticas e ideas a la isla. Sin embargo, tras sobrevivir a cientos de inmersiones y desarrollar el más estrecho de los vínculos, algo que escapa a su control acabará rompiendo su amistad”.

En estos días de confinamiento que ya pasaran a la historia de la Humanidad, he tenido la suerte de hacer acopio de una serie de lecturas para que el “quédate en casa” se hiciera más llevadero, entre las elecciones que hice en un momento de “prisas” por imposición de las circunstancias, me detuve en esta obra que me atrajo en todos los sentidos, su portada, la sinopsis y por supuesto la autora; leída os voy a contar lo suficiente para que no la dejéis pasar en espera de que os guste tanto como a mí.
Novela histórica  que sucede en la isla de Jeju en Corea del Sur, actualmente considerada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. En esta isla matriarcal, las mujeres haenyeo salían antes del amanecer a pescar mientras sus esposos cuidaban a sus hijos, preparaban la cena, y lavaban ropa; una tradición de cientos de años. 
Conocemos a nuestras protagonistas Young-sook  y Mi-ja en 1938, cuando apenas son unas niñas y forman rápidamente una profunda amistad, las seguiremos durante un periodo de 80 años conociendo las etapas más significativas de su vida, incluyendo uno de los periodos históricos más devastadores para el país. 
Desde el inicio del libro, en una historia paralela de solo 5 capítulos, descubrimos que Young-sook evita nombrar a Mi-ja, lo que nos hace pensar que algo pudo haber causado un conflicto entre ellas, pero hasta el último capítulo sabremos la historia completa.

Narrada por la entrañable voz de Young-sook, La isla de las mujeres del mar es no sólo una magnífica saga familiar con extraordinarias ramificaciones, sino también un vívido retrato del mundo singular y poco conocido de la isla de Jeju y de las atrocidades sufridas por sus moradores bajo la ocupación japonesa.
Desde el inicio del libro, la escritora nacida en París de ascendencia china y afincada en América construye una historia con doble armazón, por un lado la existencia de las dos protagonistas cuyas decisiones las acabaron uniendo de por vida, y por otro las costumbres, formas de vidas y tradiciones ancestrales de este espacio del planeta. Sin un trabajo de investigación brutal y las entrevistas realizadas a mujeres hanenyeo, Lisa no hubiera podido escribir esta novela de amistad de las recolectoras del mar.
En este libro se nos transporta a Jeju, una islita al sur de Corea, un punto estratégico que sirvió de puente entre los mongoles, los japoneses con los coreanos y los chinos. Con esos antecedentes históricos, es una isla que increíblemente persevera en su cultura, incluso en los años 30 bajo la ocupación japonesa.
Tras la Segunda Guerra Mundial, los japoneses fueron expulsados de Corea, la división de este país por el paralelo 38º, las persecuciones políticas por parte de EEUU no se hacen esperar, en este marco de tensión tiene lugar el “incidente 4.3” ”, que no fue sólo la persecución política a rebeldes, sino el genocidio que se vivió en la isla por 7 años, la quema de aldeas enteras, la matanza indiscriminada de civiles, y la prohibición de practicar el chamanismo que forma parte de los ritos culturales de la isla. 
En este periodo histórico tienen lugar los acontecimientos más relevantes, crueles  y duros del relato; si bien no nos llega como algo triste, sí nos llega como algo dramático y terrible que vivió todo un pueblo y que los gobiernos de Corea y Estados Unidos ocultaron por 50 años, además de intentar eliminar las evidencias al punto que solo hay un estimativo de muertos (se cree en los últimos estimativos que fueron 80.000 personas) y no hay una cifra exacta.
La novela es un homenaje a los que perecieron y fueron víctimas de estos actos, un trabajo de divulgación y denuncia de los mismos, siempre bajo la historia de amistad y determinación de las cosechadoras del mar, sustentadoras de familias, respetadas por su esfuerzo y por contar con capacidades físicas dignas de estudio, hoy son las primeras mujeres con trabajo reconocidas socialmente por Corea.
Bien escrita y mejor narrada, con ritmo continuo que te atrapa desde el inicio hasta el final. Mezcla de personajes que aparecen alrededor de las dos protagonistas y que abarcan generaciones de mujeres cuyas vidas se sacrificaron desde la niñez hasta el final de sus días. Ambientación de lujo para este lienzo de las “abuelas buceadoras” que mantienen su actividad hasta los 70 años, labor de sacrificio y de riesgo desempeñada con habilidad y sabiduría.
No os va a dejar indiferente la historia de amistad entre Kim Young-sook y Han Mi-ja, ni la relación de respeto y amor de estas con el mar al que le deben su existencia y cultura. Os gustará.

“Somos leyendas vivientes y pronto habremos desaparecidos”.

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