sábado, 4 de agosto de 2018

Un millón de gotas, Víctor del Árbol


El hecho de leer tanto y contar con poco tiempo supone un desafío a la hora de llevar al día el blog en el que comento mis lecturas; es por eso que faltando a mi costumbre de no copiar sinopsis de los libros, me veo obligada a utilizarlas al menos hasta que consiga acortar el número de comentarios pendientes.

“Gonzalo Gil es un abogado metido en una vida que le resulta ajena, en una carrera malograda que trata de esquivar la constante manipulación de su omnipresente suegro, un personaje todopoderoso de sombra muy alargada. Pero algo va a sacudir esa monotonía.Tras años sin saber de ella, Gonzalo recibe la noticia de que su hermana Laura se ha suicidado en dramáticas circunstancias. Su muerte obliga a Gonzalo a tensar hasta límites insospechados el frágil hilo que sostiene el equilibrio de su vida como padre y esposo.
Al involucrarse decididamente en la investigación de los pasos que han llevado a su hermana al suicidio, descubrirá que Laura es la sospechosa de haber torturado y asesinado a un mafioso ruso que tiempo atrás secuestró y mató a su hijo pequeño. Pero lo que parece una venganza es solo el principio de un tortuoso camino que va a arrastrar a Gonzalo a espacios inéditos de su propio pasado y del de su familia que tal vez hubiera preferido no afrontar. Tendrá que adentrarse de lleno en la fascinante historia de su padre, Elías Gil, el gran héroe de la resistencia contra el fascismo, el joven ingeniero asturiano que viajó a la URSS comprometido con los ideales de la revolución, que fue delatado, detenido y confinado en la pavorosa isla de Nazino, y que se convirtió en personaje clave, admirado y temido, de los años más oscuros de nuestro país”.

Este libro llegó a mis manos sin saber muy bien qué leer. Fue fruto de una mañana de domingo entre las estanterías de la Biblioteca, no conocía ni al escritor ni la novela pero confiando en la sinopsis y en los datos de sus biografía, me animé con esperanza de acertar, porque es un libro de más de 600 páginas y tengo que decir que no me ha defraudado.
En una novela curiosa que a la vez comparte varios géneros, en un principio imaginé encontrarme con un thriller clásico, pero no ha sido así.
Recoge el género del suspense, sí, pero también es una novela histórica, con un increíble entramado de personajes que se entremezclan entre sí por un lado el thriller y la novela negra con  la investigación de varias muertes con las que arranca la novela de forma trepidante.
Me ha gustado la forma de escribir del autor, me ha gustado la ambientación, me han gustado los personajes, la construcción de la historia, en definitiva, creo que Víctor del Árbol ha sabido crear unos buenos elementos y no sólo eso, sino que ha sabido combinarlos con tanta maestría que ha conseguido un gran resultado, una gran novela.
Ya desde las primeras páginas nos vamos a sentir atrapados por la historia, con un principio asombroso y potente que nos aleja de la idea de una trama sencilla.
Nos vamos a encontrar una novela compleja, y llena de secretos, en la que al final de la misma ningún cabo queda suelto, y todo se resuelve de una forma totalmente coherente.
Víctor del Árbol va dando alternancia a dos periodos temporales distintos, uno que empieza en el año 1933 y del que el protagonista principal, aunque no el único, es Elías Gil, y otro que se desarrolla a partir del año 2002, en el que, aunque Elías ya ha muerto, también podríamos decir que es el protagonista indirecto, ya que todo lo que acontece en esta segunda línea temporal no es más que el legado, el resultado y las consecuencias del primero que se inició tantos años atrás.
Los personajes de esta novela no nos van a dejar indiferentes. Nos vamos a encontrar con unos personajes muy reales, pulidos con precisión y perfectamente construidos. Ninguno de ellos resultan ser lo que aparentan. El libro alterna con maestría una maraña de relaciones familiares, pactos, amistades, odios y venganzas muy bien desarrollada. Donde nadie es totalmente bueno o totalmente malo y los personajes se desenvuelven con mucha verosimilitud.
En esta trama y en la narración de los hechos en donde conocemos multitud de anécdotas y detalles que van cobrando cuerpo gracias a estos personajes y la relación en diferentes momentos de sus vidas, marcando en cierto modo sus formas de ver la historia. Una historia donde todos tienen varias caras y donde se demuestra que incluso queriendo hacer las cosas bien siempre hay daños colaterales
También en Un millón de gotas Víctor del Árbol toca el tema de la maldad, esa maldad, las pasiones, la venganza, las historias de amor y por si no teníamos suficiente con todo esto el autor introduce muy bien dosificadas a lo largo de la trama y en las diferentes ramificaciones de la historia, dosis de misterio, de secretos familiares que hacen todavía, si cabe, mucho más atractiva la historia, imprimiéndole además el ritmo necesario para que nos sintamos cada vez más atrapados en sus páginas, un ritmo narrativo que va creciendo y creando en nosotros la necesidad de seguir leyendo, pero sin querer hacerlo demasiado rápido, ya que no queremos que nada nos pase desapercibido o se nos escape algún detalle.
Es necesario resaltar la labor de documentación que el autor ha tenido que llevar a cabo ya que, aunque no se trate de una novela histórica, sin este trabajo Víctor del Árbol no podría haber ambientado parte de la novela con tanto acierto, en los escenarios y hechos históricos en que los sitúa.
Su prosa directa, clara y sencilla se aprecia en la manera de recrearse en cada párrafo y en cada escena.
Es un libro de acción y hechos no de emociones.Me ha recordado en el planteamiento al “Corazón helado” de Almudena Grandes,  a la hora de desplegar una amplísima red de relaciones que va reconstruyendo la compleja historia de una familia.
En líneas generales, la historia es buena, bien entretejida y consistente, entretiene a pesar de ciertos momentos en los que el relato se hace un poco pesado, algo insuficiente para no considerarla una maravilla. Magistralmente relatada hace que te metas en la historia desde las primeras páginas hasta su desenlace Os gustará.

“Uno hace lo que no quiere hacer cuando se enamora y lo disfraza de propia iniciativa, aunque en el fondo solo sea renuncia.”

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