Me he
adelantado a los momentos de “literatura piscinera/playera”, y convencida de la
lectura que me iba a encontrar, he elegido “La mujer en la ventana” y “Un
extraño en casa”, de las dos puedo deciros que he acertado de pleno,
ambas ejemplos que nos recuerdan a “La chica del tren” y como todo en esta
vida, “para gusto los colores”.
Te encuentras en casa preparando la cena mientras
esperas a que tu marido vuelva del trabajo. Estás deseando verle. Eso es lo
último que recuerdas.
Despiertas en el hospital sin saber cómo has
llegado hasta allí. Te cuentan que has sufrido un accidente. Perdiste el
control de tu coche mientras conducías a toda velocidad por uno de los peores
barrios de la ciudad.
La policía sospecha que ocultas algún secreto
oscuro, pero tu marido se niega a creerlo. Tu mejor amiga no está tan segura. Y
ni siquiera tú sabes qué creer...
Ante las similitudes encontradas en las lecturas de
“La mujer en la ventana” y “Un extraño en casa”, he decidido compartir
fragmentos de las reseñas, más que nada porque las coincidencias en cuanto a
las impresiones causadas se acercan mucho la una a las otra.
Cuando
ciertos libros se cruzan por todos lados en los inicios de año, y poco menos
que les falta llamarte a gritos, tienes dos opciones; o los ignoras por la
obviedad de lo que se te viene encima, o claudicas y les prestas la atención
que te demandan. Por deformación profesional y casi por masoquismo, suelo caer
en la segunda salida y a sabiendas de la experiencia tan floja que me van a
deparar, leo su sinopsis, busco su atractivo y genero unas dudas que solo se
disiparan si acabo leyendo estas y otras tantas novelas de denominación
“veraniegas”, no importa el nombre desconocido del autor, ni los por los
recuerdos negativos hacia historias pasadas…, las leo y tras unos minutos de
lamentaciones por el tiempo desperdiciado, vuelvo a caer en la misma
tentación…, son errores sin importancia y además estas novelas gozan del
aplauso de muchos lectores, algo que acaba cuestionando mis propios gustos y
conocimientos literarios.
Algo
menos de cuatrocientas páginas para desarrollar una trama poco novedosa, hasta
creo recordar un guion de película que se asemeja mucho a este argumento.
Ambientada en Nueva York, la protagonista principal es una esposa amnésica, que
junto al marido bueno y la vecina cotilla, conforman el tridente peliculero de
escaso interés que lejos de ir dando vida a una narración que te mantenga en
vilo, la va destripando a medida que se pasan las páginas. Es apurado hacer una
reseña negativa de un libro que he leído, pero es que no tengo por costumbre
abandonarlos salvo que sea algo irremediable; por eso voy a contar lo bueno que
tiene y justificar el hecho de haberlo terminado.
Cuenta
con un prólogo introductorio y una estructura dividida en 49 capítulos de una
brevedad admirable. Prosa sencilla que sabe crear una atmósfera acorde con el
hilo argumental. Personajes escasos en número y reconocibles pero mejorables en su tratamiento,
diálogos cortos y descripciones escasas que sin quererlo le dan cierto ritmo a
la lectura. Investigación peregrina y sin fundamento pero fácil de entender,
muy predecible en cuanto al final y unas posibilidades de ser visualizada
propia de estas novelas de corte “peliculero”.
El gran
misterio es saber cómo se ha podido convertir en pocos meses en la novela
revelación del año. Cierto que gusta una lectura con muchos diálogos, con
capítulos breves, con personajes poco profundos, escenarios limitados, trama
sencilla, lenguaje ágil y asequible y cuyo argumento que no nos lleve a
esfuerzos sobrenaturales a la hora de resolver el supuesto misterio.
La he
leído y no me arrepiento de ello, la encuentro el típico thriller doméstico de
corte psicológico escrito para todos los públicos; a pesar de ello, se deja leer, el hecho de
estar narrada en tercera persona facilita el llegar al final de un relato en el
que la tensión y el suspense acaban bajo mínimos.
Avisados
de las semejanzas con otras novelas estivales, estoy segura que será el éxito
de estos meses de playa y sol, lo que francamente me alegra…hay que leer
aquello que te haga disfrutar y aunque hoy lo critique, confieso que yo también
lo he hecho. Hay novelas que nacen predestinas a ser un best seller con todos
los ingredientes que la llevan a ser un éxito imparable. Espero que os guste.
“Volví a
sentir unas extraordinarias ganas de vivir, cuando descubrí que el sentido de
vida era el que yo quisiera darle”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario