No son
pocas las ocasiones que me dejo llevar por un título sugerente y una sinopsis
facilona. Buscaba una lectura sin grandes pretensiones y esta novela muy
cercana al guión de película de tarde de sábado, se ajustaba a la idea de pasar
un par de tardes entretenida, atrayente en la historia, pero demasiada “pastelona”
para mi gusto, a pesar de todo la he leído y os dejo una sencilla reseña para
que la elijáis si os resulta aceptable.
“Atenta y cariñosa, Juliette se entrega en cuerpo y
alma a los demás, pero a veces se olvida de sí misma. Esta vocación hace que
los pacientes del hospital la consideren mucho más que una enfermera. Y así se
entrega también a Roméo, un joven bombero que acaba de ser ingresado tras
entrar coma al precipitarse de un piso en llamas cuando salvaba a un niño. Con
suma ternura, Juliette lo acompaña durante todo ese tiempo en que él bucea en
la oscuridad.
Cuidar de los demás permite a la enfermera
abstraerse de sus propios problemas, de su batalla interior. Juliette ansía ser
madre, pero la naturaleza le niega ese deseo que empieza a convertirse en una
obsesión para ella. Además, en casa, su pareja no la entiende e incluso la
menosprecia y la humilla.
Los momentos junto a Roméo, que lucha por
sobrevivir y recuperarse, la insuflan de vida y se convierten en un soplo de
esperanza que conlleva toda una lección: para ser feliz lo importante es mirar
hacia dónde vamos y no de dónde venimos”.
La vida y
la profesión de una mujer se convierten en el eje de este argumento que nos
hace pensar en el conocido “efecto mariposa”. Un accidente inesperado, puede
provocar una serie de reacciones en cadena que acaban en acontecimientos y
consecuencias impredecibles. Es el caso de la pareja de Romeo y Julieta, sí,
como los amantes de Shakespeare, vamos todo un guiño al genio de la literatura
británica.
Son
trescientas páginas narradas a varias voces siempre en primera persona, con una
estructura muy simple y fácil de seguir, dividida en capítulos cortos, con
diálogos asequibles y personajes cotidianos y familiares. Como curiosidad, hay
una parte de la novela redactada en modo epistolar, cartas de un diario que
completan una trama de ritmo lento y con una ausencia de giros y sorpresas que
agudizan la falta de tensión de toda la novela.
Puedo
decir que a pesar de haberla asociado a las películas alemanas de Antena 3 que
últimamente inundan las horas sagradas de siesta, no dejo de reconocer temas
interesantes de aplastante actualidad. La violencia de género y el maltrato, la
infertilidad y sus consecuencias, la adolescencia y un marcado interés por
incidir en la denuncia de todas estas cuestiones que viven las sociedades
actuales. Sin duda es una novela en la que se reconocen las diferentes
versiones del amor, el valor de las segundas oportunidades, el papel del
altruismo, la solidaridad y el vitalismo…, un canto a la vida.
Lectura
recomendada para todos los públicos, muy predecible, monótona y, “pamplinosa”, pero como es habitual en mí, si
la comenzáis no la dejéis abandonada…, bueno, salvo que se os haga insufrible.
Como un pequeño homenaje a esta comadrona de Alsacia, os digo que la terminé y
a la “carrera”. Espero que os guste, “Para libros, los autores”.
“Hay un
día en el que todo está desordenado. Las palabras, el pelo, la cama, el corazón
y la vida”.
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