viernes, 9 de marzo de 2018

Lo único que importa, Agnés Leidig


No son pocas las ocasiones que me dejo llevar por un título sugerente y una sinopsis facilona. Buscaba una lectura sin grandes pretensiones y esta novela muy cercana al guión de película de tarde de sábado, se ajustaba a la idea de pasar un par de tardes entretenida, atrayente en la historia, pero demasiada “pastelona” para mi gusto, a pesar de todo la he leído y os dejo una sencilla reseña para que la elijáis si os resulta aceptable.
“Atenta y cariñosa, Juliette se entrega en cuerpo y alma a los demás, pero a veces se olvida de sí misma. Esta vocación hace que los pacientes del hospital la consideren mucho más que una enfermera. Y así se entrega también a Roméo, un joven bombero que acaba de ser ingresado tras entrar coma al precipitarse de un piso en llamas cuando salvaba a un niño. Con suma ternura, Juliette lo acompaña durante todo ese tiempo en que él bucea en la oscuridad.
Cuidar de los demás permite a la enfermera abstraerse de sus propios problemas, de su batalla interior. Juliette ansía ser madre, pero la naturaleza le niega ese deseo que empieza a convertirse en una obsesión para ella. Además, en casa, su pareja no la entiende e incluso la menosprecia y la humilla.
Los momentos junto a Roméo, que lucha por sobrevivir y recuperarse, la insuflan de vida y se convierten en un soplo de esperanza que conlleva toda una lección: para ser feliz lo importante es mirar hacia dónde vamos y no de dónde venimos”.
La vida y la profesión de una mujer se convierten en el eje de este argumento que nos hace pensar en el conocido “efecto mariposa”. Un accidente inesperado, puede provocar una serie de reacciones en cadena que acaban en acontecimientos y consecuencias impredecibles. Es el caso de la pareja de Romeo y Julieta, sí, como los amantes de Shakespeare, vamos todo un guiño al genio de la literatura británica.
Son trescientas páginas narradas a varias voces siempre en primera persona, con una estructura muy simple y fácil de seguir, dividida en capítulos cortos, con diálogos asequibles y personajes cotidianos y familiares. Como curiosidad, hay una parte de la novela redactada en modo epistolar, cartas de un diario que completan una trama de ritmo lento y con una ausencia de giros y sorpresas que agudizan la falta de tensión de toda la novela.
Puedo decir que a pesar de haberla asociado a las películas alemanas de Antena 3 que últimamente inundan las horas sagradas de siesta, no dejo de reconocer temas interesantes de aplastante actualidad. La violencia de género y el maltrato, la infertilidad y sus consecuencias, la adolescencia y un marcado interés por incidir en la denuncia de todas estas cuestiones que viven las sociedades actuales. Sin duda es una novela en la que se reconocen las diferentes versiones del amor, el valor de las segundas oportunidades, el papel del altruismo, la solidaridad y el vitalismo…, un canto a la vida.
Lectura recomendada para todos los públicos, muy predecible, monótona y,  “pamplinosa”, pero como es habitual en mí, si la comenzáis no la dejéis abandonada…, bueno, salvo que se os haga insufrible. Como un pequeño homenaje a esta comadrona de Alsacia, os digo que la terminé y a la “carrera”. Espero que os guste, “Para libros, los autores”.
“Hay un día en el que todo está desordenado. Las palabras, el pelo, la cama, el corazón y la vida”.

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