Os
presento un caso más de libro con portada atrayente e irresistible
que ha determinado la elección de su lectura. No hacia falta ser un
cerebro privilegiado para saber que la ambientación de esta novela
estaba en la Alemania Nazi o en los momentos inmediatos al estallido
de la Segunda Guerra Mundial; lo que sí ha sido una sorpresa es
afinar el tema en uno de los casos más dramáticos vividos por los
refugiados judíos alemanes en el San Louis, un trasatlántico que
partió de Alemania y al que se le negó la entrada en Cuba, Estados
Unidos y Canadá. “La Historia de la Humanidad siempre llena
de páginas y borrones negros”.
Antes
de que todo cambiara, la vida de Hannah Rosenthal era de ensueño.
Pero ahora, en 1939, las calles de Berlín están embanderadas de
estandartes nazis, su familia ha sido desposeída de sus bienes y los
judíos ya no son bienvenidos en los lugares que antaño
frecuentaban. Hannah y Leo Martin, su mejor amigo, sellan un pacto:
pase lo que pase, ambos compartirán un mismo futuro.
La
próxima partida del transatlántico St.
Louis con
rumbo a Cuba les proporcionará una chispa de esperanza. Tras una
ardua gestión para obtener visados, los Rosenthal y los Martin se
embarcan en la lujosa nave con destino a La Habana. La vida a bordo
del St. Louis se asemeja a unas vacaciones surrealistas para esos
refugiados, pero los rumores inquietantes desde Cuba no tardan en
ensombrecer el ambiente festivo, y la nave que prometía ser su
salvación parece a punto de convertirse en su sentencia de muerte.
Hannah y Leo se ven enfrentados a una decisión desgarradora...
Siete
décadas después, en la ciudad de Nueva York, el día que cumple
doce años, Anna Rosen recibe un paquete de Hannah, una tía abuela a
la que nunca conoció pero que crió a su difunto padre. En un intento
de reconstruir el misterioso pasado de su padre, Anna y su madre
viajan a La Habana para reunirse con la anciana. Hannah les relatará
el viaje en el St. Louis, les hablará de sus años en la isla y
revelará, por primera vez, el modo en el que ella y Leo cumplieron
con el solemne pacto que sellaron.
Tras
esta sinopsis tan completa, creo que pocos misterios quedan por
resolver menos mal que son unas escasas cuatrocientas páginas,
porque la verdad que el libro ha resultado ser muy flojo y carente de
tensión y misterio. Es cierto que estamos saturados del tema de
judíos y nazis, pero no es menos cierto que la negativa de estos
países a la acogida de refugiados es un hecho histórico bastante
silenciado y vergonzoso para los países que lo protagonizaron; es
por ello que me pareció una oportunidad para conocer más acerca del
mismo. Siento decir que a nivel de documentación no va más allá de
ser un pretexto para el argumento de una historia más de “judíos”
víctimas del Holocausto Nazi.
La
estructura del relato es muy perfecta, dividida en dos tramas que se
desarrollan de forma paralela y alternando los capítulos que avanzan
sincronizadamente a la vez. En ambas hay un paralelismo de personajes
que se llaman igual; una corresponde al pasado y otra al presente. Es
sin duda una novela de familias que buscan en el baúl de los
recuerdos las respuestas a un tiempo con grandes lagunas, al igual
que en otras ocasiones, las fotografías son el detonante de estas
preguntas y las inquietudes el motor para hallar contestaciones
olvidadas en el tiempo.
Dos
escenarios, Cuba y Nueva York y un par de guiños históricos, la
Revolución Cubana y el atentado a las Torres Gemelas. Pues a pesar
de estos dos grandes recursos la novela es bastante insulsa y carente
de emociones ya que a mi parecer no se han explotado ni los temas, ni
los personajes ni el bagaje documental de ambos hechos, por lo que me
ha acabado aburriendo y provocando un deseo de terminarla apremiante.
De
todas maneras la recomiendo sin grandes pretensiones porque a pesar
de mi decepción se deja leer, su lectura engancha si no has leído
mucho acerca de este tema, su narración está en “modo
juvenil” y sin quererlo se le ha privado de la garra que
caracteriza a novelas que se amparan en este marco trágico e
impactante para los que lo vivieron.
Lástima
que lo mejor sea la portada y que el trabajo novelado sea algo
raquítico, carente de descripciones potentes, tensión, realidad y
momentos sobrecogedores, máxime cuando es la predisposición con la
que nos preparamos para estas lecturas.
Sin
duda le gustará a mucha gente, pero en esta ocasión yo me he
quedado con ganas de más.
Por
cierto, la Humanidad sigue repitiendo los errores de
manera sistemática e inmisericorde,ya que no he dejado de acordarme
del pueblo sirio y su situación de olvido, rechazo y freno para ser
acogidos por Europa en un acto de Humanidad que, podría
borrar aquel pasado plagado de malos actos entre semejantes. Esto sí
que es decepcionante de verdad.
“Hay
tantos tipos de silencios, que me atrevería a decir que callar y
enmudecer se ha convertido en un idioma universal”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario