miércoles, 2 de diciembre de 2015

Hombres desnudos, Alicia Giménez Bartlett

Escuchar el nombre de Alicia Giménez Bartlett como ganadora del Premio Planeta 2015, me llenó de satisfacción. La “madre literaria” de la inspectora Petra Delicado, me hace disfrutar de este placer de la lectura, sin que cuente en su expediente ninguna decepción por mi parte. No siempre el jurado de estos otoñales premios aciertan en sus fallos, de manera que tras leer la novela puedo aconsejaros que la coloquéis en la lista de “lecturas pendientes”.
Tenía intención de comprarla, pero un grupo de amigas que me han estado mimando últimamente se adelantaron; de manera que contar con “Hombres desnudos” en mi casa es un mérito que se lo debo a ellas.
Últimamente, muchos de nuestros escritores de renombre, han tomado como tema habitual para sus argumentos los efectos sociales y económicos de la crisis que padecemos desde hace años. Nadie mejor que ellos, para recrear el ambiente de descontento y desánimo, de una situación que afecta sin discriminación a todos las capas sociales y cuyos estragos se han dilatado tanto en el tiempo, que las secuelas aterradoras marcan los destinos y decisiones, de colectivos muy dispares que nunca imaginaron que tendría que enfrentarse a soluciones impensables.
Alicia es la escritora contemporánea de novela negra mejor reconocida de las últimas décadas, en estas casi quinientas páginas, se ha tomado la licencia de dar vacaciones a su investigadora Petra Delicado, de manera que ha elegido a cuatro personajes con nombres propios para edificar su novela y creo que la arquitectura y pilares de la misma es sin duda la personalidad y construcción perfecta de estos; independientes cuando son presentados, a medida que avanza la trama se mezclan en una potente batidora que acabará en un auténtico cóctel de sorpresas.
Respecto a los modelos o estereotipos sociales, no escatima en nada, un repertorio muy reconocible de seres, tienen un pequeño espacio en este argumento que comienza algo flojo y que gana en dinamismo en cuanto los acontecimientos se “desmadran”.
Alicia, nos presenta cuatro conciencias desorientadas en un mar caótico de emociones, en el cada una de ellas lucha por salir con sus propias armas; eso si, a pesar de las grandes diferencias entre los cuatro personajes, estos caminan en una dirección común y hacia un mismo final. Se reconocen en este hilo conductor temas como la hipocresía social, las miserias, los escándalos, el peso del dinero, las traiciones, el desempleo, la pérdida de dignidad y en general una quiebra de la estructura primaria de valores imprescindibles para sobrevivir.
Bien estructurada,  con narrativa ágil y sencilla, no presentada en capítulos pero perfectamente señalados los cambios de intervención de cada personaje; estos,  cuentan sus vidas pasadas y presentes a modo de monólogos, que en algunas ocasiones resultan muy largos, aburridos y repetitivos. Es por ello que los diálogos son más escasos y cíclicos y solo puntualmente excesivos.
Cuenta con un lenguaje rico en todos los sentidos ya que cada uno de estos “actores” habla y se expresa de acuerdo a su estatus social y demuestra el gran trabajo de esta maestra de las letras. Este vocabulario en algunos momentos soez y duro, ayuda a madurar las acciones descritas, por lo que yo al menos lo doy por bien recibido.
Mi impresión general es bastante buena; ahora bien, no nos descubre a estas alturas ningún universo desconocido para nosotros. Sabemos que existe el mundo de la prostitución masculina, una doble moral social, hombres y mujeres sin perjuicios para los que “todo vale”, momentos de desesperación que mejor superar que caer en ellos, mentes retorcidas y gusto por lo prohibido. Después de leerla la titularía “Corazones desnudos”, aunque el título elegido por la autora está más que justificado...
La novela gana en intensidad casi al final, a lo largo de la trama las situaciones se van haciendo más complejas e incontroladas y la relación amorosa y desigual de Javier e Iréne deriva en una dependencia sexual y tóxica que provocará un final “de traca”, para mi impensable, pero lo mejor de la novela.
Francamente la salvo con nota, pero aviso que nadie tenga una expectativas desmedidas sobre la misma; es buena, te hace pensar que existen segundas oportunidades, pero no es lo mejor que he leído de ella.

No hay nada como volver a un lugar que no ha cambiado, para darte cuenta de como has cambiado tú”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario