La Habana, 1622. Dos hombres
se disponen a zarpar en el galeón San Juan de Gaztelugache un misterioso
aventurero inglés y un joven converso español. El barco lleva también la
sobrecarga de una dama hermosa, un capitán más dado a la bravuconería que al buen
sentido y pajes que traman embustes suficientes para llenar el misterio de las
sentinas.
Aunque la sinopsis es de una sencillez aplastante, "El
converso" narra la epopeya conjunta de Cristóbal Mendieta, un judío
converso descendientes de españoles, y Thomas Bird, un marino descendiente de
británicos nacido en el Caribe cuando deciden viajar a Europa, tras conocerse
en una taberna en el puerto de La Habana en 1622. Las azarosas aventuras de
ambos personajes, que parecen tener muchas cosas que ocultar, les llevan a
América del Norte, África, Madrid y Flandes, lo que permite al autor trazar un
muy completo panorama de mediados del siglo XVII, con particular atención a lo
que en España corresponde al Siglo de Oro.
Es una novela de piratas que
transcurre en ese siglo, abordo de un galeón y nos narra la epopeya de dos
personajes inolvidables, fugitivos y mentirosos los dos, con un gran deseo de
libertad y la búsqueda de la tierra prometida; uno de ellos es un joven judío
converso que tiene que vivir su condición como un secreto y el otro un pícaro,
misterioso y aventurero inglés, los cuales entablan una amistad y el propósito
de la novela es contarnos la relación que nace entre ambos, como se cruzan sus
caminos, como se tejen las redes de esa amistad y como van viviendo sus
aventuras, sus intrigas, sus amoríos, sus desamores, sus fricciones, sus sueños
y sus guerras, situaciones que me obligaron a no despejarme de la novela hasta
llegar a su final.
Transcurre en un tiempo bien
descrito y cuidando la ambientación, se narra con un lenguaje que se esfuerza
en ser antiguo sin caer en el fanatismo lingüístico, que tiene verosimilitud y
ficción, mucha y buena ficción. El eje central de la historia es la búsqueda de
la libertad imposible. Desde el punto de vista literario mantiene un gran
equilibrio entre conocimiento histórico y agilidad narrativa, en este libro el
autor granadino ha sabido combinar con
maestría varios géneros literarios, como el clásico, el histórico y el de
aventuras.
Para terminar de animaros
deciros que el final es emocionante, un cierre muy bueno a esta novela bien
escrita y con grandes dosis de entretenimiento. Os gustará.
“Hay demasiadas aventuras ahí fuera para ser vividas”.
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