¿Cómo enfrentarse a quienes
manejan el poder en las sombras? ¿Cómo vengarse de quienes más daño te han
hecho? Vuelve Melchor Marín. Y vuelve a Barcelona, donde es reclamado para
investigar un caso vidrioso: están chantajeando con un vídeo sexual a la
alcaldesa de la ciudad. Cargado con su pesar por no haber encontrado a los
asesinos de su madre, pero también con su inflexible sentido de la justicia y
su rocosa integridad moral, Melchor debe desmontar una extorsión que no se
sabe si persigue el simple beneficio económico o la desestabilización
política, y, para hacerlo, se adentra en los círculos del poder, un lugar
donde reinan el cinismo, la ambición sin escrúpulos y la brutalidad corrupta.
Por ahí, esta novela absorbente y salvaje, poblada de una pleyade de personajes
memorables, se convierte en un retrato demoledor de la élite
político-económica barcelonesa, pero sobre todo en un furioso alegato contra
la tiranía de los dueños del dinero y los amos del mundo.
No puedo decir que es el primer libro que leo de este escritor, de la misma manera que no puedo decir que es el que más me ha gustado; de todas manera voy a contar de la manera más breve posible mis impresiones.
Segunda parte de la serie dedicada al "mosso d'esquadra", Melchor Marín, cuyo primera entrega ganó el Premio Planeta 2019. Si ya la primera no me gustó casi nada, esta, estando en la misma línea, me ha resultado bastante parecida. Confieso que primero la leí y después la escuché en audio libro y tal vez la impresión positiva venga de la segunda más que de la primera.
La historia arranca unos años
después de la muerte de Olga,
la mujer de nuestro protagonista Melchor
Marín, es el año 2025. Al inspector vuelve a Barcelona, lo reclama el
inspector Blai, íntimo amigo suyo, para que
ayude a investigar un caso delicado: alguien está chantajeando con un vídeo
sexual a la alcaldesa de la ciudad.
Esa investigación le sumerge en un mundo de personajes que se creen con
derecho a todo e impunes por su estatus social. Los sospechosos son tres
hombres estrechamente relacionados con la víctima, todos provenientes de un
estatus social alto, que los dota de un cierto aire de superioridad que les
impide valorar el alcance de sus actos.
Pero nada es tan sencillo, hay algo más, o mejor dicho alguien más, quien
grabó el video, aparentemente sin relación con a los sospechosos. Pero según se
van sabiendo más datos de la vida, de la chantajeada y de los posibles
criminales, resulta que tienen muchas cosas en común. Un pasado turbio, con
muchos cadáveres en el armario, con un nexo de unión a nuestro protagonista, el
inspector Marín, que le hará tomar
drásticas decisiones.
En lo que al argumento se refiere iremos avanzando en una doble vía. Por un
lado tenemos la historia propia de esta novela de la extorsión a la Alcaldesa.
Es la parte donde más se aborda el tema político, la corrupción del Gobierno,
de la Alcaldía, de las Instituciones.
Y por otro lado tenemos la historia de Melchor Marín, cómo ha evolucionado su
vida con respecto a su trabajo, a su familia, a sus amigos.
La prosa es más bien
tirando a normalita, sin adornos ni uso de recursos estilísticos. Pero eso a mí
no me importa si la estructura y el desarrollo son buenos o llevaderos, y no es
el caso. Narrada en presente, la obra se pierde en larguísimas descripciones y
escenas, innecesarias la mayor parte de las veces, llenas de detalles que luego
no sirven para la trama o no se retoman, como, por ejemplo, el episodio de
bipolaridad de uno de los personajes, por no olvidar los parlamentos eternos a
modo de discurso o sermón.
Respecto a los personajes,
sólo hay un personaje en la novela, en el resto no se detiene o solo están
retratados mediante rasgos muy escuetos. Lo normal es que cada personaje tenga
su papel bien definido, su función en el relato, aquí esta regla no existe. Hay
personajes que no hacen nada o cuya aparición es anecdótica y se limitan a
pasar por ahí.
La novela carece de fluidez,
se llega hacer pesada por la extensión de los bloques, convirtiéndola en
aburrida.
Pero con diferencia lo que
más ha llamado mi atención es que el autor aproveche cualquier ocasión para
introducir, en boca de personajes, sus ideas u opiniones, u opiniones en
general, como por ejemplo referencias al "procés" (proceso de independencia
catalana), la política y su corrupción.
Aprovecho para señalar que el
tema principal de la trama es la política local, sus conductas mafiosas, el
poder, el dinero, el papel de un grupo de familias catalanas y sus abusos tras
dichos apellidos de renombre, aunque en el fondo lo esencial gira alrededor de
la injusticia, al igual que en la primera entrega.
Por último, al igual que en
“Terra Alta”, aparecen innumerables alusiones a los libros, aunque en esta ocasión, casi más
que Los Miserables, se alude a Miguel Strogoff de Julio Verne. Todas las noches
el protagonista se lo lee a su hija que identifica al protagonista con su
padre. Pero también hay otras alusiones como a Lampedusa, a Eça de Queiroz,
está leyendo “La ilustre casa” de Ramires; a John Ford, “El hombre que mató a
Liberty Balance”, y John Wayne.
En resumen, esta novela es un ejemplo del dicho de que "segundas
partes nunca fueron buenas. No me ha gustado el excesivo discurso político que
no aporta gran cosa a la trama narrativa. No me han gustado los nuevos
personajes. No me han gustado las menciones que se hacen en el relato al libro
anterior, que me han parecido cansinas. Sí me han gustado los personajes que
vienen heredados de la primera parte, y por tanto sin ningún mérito en esta
segunda novela. Por último me ha gustado el final que cierra algunos flecos que
quedaron sueltos de la entrega anterior, muy de agradecer ya que atas cabos y
no ha dejado de sorprenderme.
Vamos que en el fondo os la
recomiendo ya que la reseña es una humilde opinión y nada más.
“La libertad te permite dejar el miedo atrás y enfrentar tu destino”.
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