jueves, 20 de mayo de 2021

Tomás Nevison, Javier Marías

Dos hombres, uno en la ficción y otro en la realidad, tuvieron la oportunidad de matar a Hitler antes de que éste desencadenara la Segunda Guerra Mundial. A partir de este hecho, Javier Marías explora el envés del «No matarás». Si esos hombres quizá debieron disparar contra el Führer, ¿cabe la posibilidad de hacerlo contra alguien más? Como dice el narrador de Tomás Nevinson, «ya se ve que matar no es tan extremo ni tan difícil e injusto si se sabe a quién».Tomás Nevinson, marido de Berta Isla, cae en la tentación de volver a los Servicios Secretos tras haber estado fuera, y sele propone ir a una ciudad del noroeste para identificar a una persona, medioespañola y medio norirlandesa, que participó en atentados del IRA y de ETA diez años atrás. Estamos en 1997. El encargo lleva el sello de su ambiguo ex-jefe Bertram Tupra, que ya, mediante un engaño, había condicionado su vida anterior.

Lo primero aclarar tal y como lo hace el autor en el apartado de reconocimientos y agradecimientos, Tomás Nevison no es la segunda parte de “Berta Isla”, escrita en el año 2017, aunque sí forman pareja no es ni mucho menos una continuación.

La novela, más allá de su trama, es una profunda reflexión sobre los límites de lo que se puede hacer, sobre la mancha que casi siempre trae la evitación del mal mayor y sobre la dificultad de determinar cuál es ese mal. Con el trasfondo de episodios históricos de terrorismo, Tomás Nevinson es también la historia de qué le sucede a quien ya le había sucedido todo y a quien, aparentemente, nada más podía ocurrir. Pero, mientras no terminan, todos los días llegan...

La novela está ambientada en España en los llamados años de plomo, 1997 y 1998, en un mundo amenazado por el terrorismo de ETA y el IRA, con atentados tan perversos como el de Omagh en Irlanda o el secuestro y asesinato de Miguel Ángel Blanco en España. En este contexto, el agente secreto Tomás Nevinson, casado con Berta Isla, es llamado a la acción tras su retiro prematuro: debe instalarse en una ciudad de provincias para desenmascarar la identidad falsa de una terrorista. Marías utiliza la ambientación únicamente para situar a sus personajes, pero no le da importancia, es un medio para reflexionar sobre la violencia que ejercemos, sobre la justicia, la venganza o el castigo.

El protagonista se presenta con rasgos de humor y calculada frivolidad y con estos detalles el autor va destripando la esencia de este y el resto de los personajes en un intento de darnos a conocer lo que piensan y cómo actúan.

A pesar de no ser una segunda parte, “Berta Isla” me pareció mejor, casi setecientas páginas que bien podría ser algunas menos por mucho que se recurra a episodios reales, algunos de los cuales no vienen a cuento.

No quiero extenderme en el comentario, mi reseña se puede completar con datos acerca de la novela que están en Internet; lo que sí quiero es expresar mi humilde opinión y decir que sin duda la historia es buena, pero a mí personalmente se me ha hecho larga y si me apuras pesada. Me quedo con “Berta Isla”.

“El amor no tiene cura, pero es la única cura para todos los males”.

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