jueves, 6 de febrero de 2020

El Rey, Sandrone Dazieri


El hecho de leer tanto y contar con poco tiempo supone un desafío a la hora de llevar al día el blog en el que comento mis lecturas; es por eso que faltando a mi costumbre de no copiar sinopsis de los libros, me veo obligada a utilizarlas al menos hasta que consiga acortar el número de comentarios pendientes.

“Después de una terrible tormenta de nieve, la ex subcomisaria Colomba Caselli encuentra en un su trastero a Tommy, un chico autista muerto de frío y en estado de shock, embadurnado de sangre, pero sin ninguna herida. Hace ya un año y medio que Colomba ha dejado la Policía y pasa las horas intentando recuperarse del día en el que el hombre sin nombre estuvo a punto de matarla y del secuestro de Dante Torre, algo así como su alma gemela.
Pronto descubre que Tommy es el único superviviente del asesinato de sus padres, y también el principal sospechoso y, sin embargo, reconoce en su comportamiento las huellas de «el Padre». Mientras tanto, ¿dónde está Dante? ¿Sigue vivo? Y, ¿quién es el Rey de Oros? Colomba no tiene otra alternativa que regresar en el que quizá sea su último y más arriesgado caso”.
Cuando se empiezan las trilogías es un hecho que te ves obligada a terminarlas. En esta ocasión no ha supuesto ningún problema ya que los tres libros han valido la pena. Dazieri está considerado el maestro del thriller italiano, sus novelas guardan cierto paralelismo con otros escritores, especialmente en la pareja de investigadores de pasado turbulento y presente complicado, ese y otros detalles lo incluyen como representante de la novela negra europea.
En otras trilogías se permite la lectura sin orden aunque es lo menos aconsejable, en la obra de Dazieri es obligado el leer las novelas tal como nos han llegado a nosotros porque son muchos los detalles que se quedan sin comprender de no hacerlo así; es más si se han leído se impone la necesidad de refrescarlas debido a que se pierde el hilo de la historia que retrocede continuamente a las entregas anteriores, dando por hecho que el lector las controla.
Historia oscura y adictiva que sondea lo más profundo del alma humana. Engancha al igual que las anteriores desde la primera página y lo hace con ligereza debido a lo familiar que resultan los personajes y el tema. Trama compleja muy bien presentada en el planteamiento y en el desarrollo. Dos líneas argumentales que comienzan año y medio después del momento en el que se cierra la entrega anterior. La primera de las líneas responde al momento de la investigación actual y la segunda cuenta el cautiverio de uno de los personajes todos en cursivas de ahí que se diferencien bien los tiempos de acción narrados.
La estructura de esta trama aparece dividida en cuatro partes todas tituladas, con capítulos numerados que se dividen en subcapítulos que a su vez son presentados con una introducción en cursiva que dice “Antes” para diferenciar dichas líneas argumentales que corren paralelas al devenir de los acontecimientos. La novela se cierra con un epílogo que pone fin a la trilogía.
Utiliza este italiano el recurso del narrador omnisciente que cuenta la historia con un lenguaje sencillo y fluido mostrando una prosa cuidada que ha caracterizado a las tres entregas. Las descripciones no son excesivas aunque en esta ocasión hay momentos de sangre y escenas cruentas que supera a las anteriores, algo que te recuerda al “Tarantino” del cine. Ritmo trepidante con tensión que no pierde fuerza en ningún momento lo que hace crecer el suspense y la tensión de un thriller diferente si lo comparamos con otros escritores del género.
El plato fuerte es sin duda los personajes, los dos protagonistas Dante y Colomba forman la pareja más extraña de cuantas hemos conocido hasta ahora, las rarezas de ambos le dan un toque original a las tres novelas, perfilados al antojo del novelista secuestran nuestra atención hasta la última página; junto a ellos secundarios imprescindibles aunque no tan inadaptados como este “par” a los que cualquier desgracia les acecha en su día a día.
Lectura intensa con diálogos de vértigo, giros argumentales que te quedan boquiabierta y un final que podría haber sido mejor porque resulta llegado con urgencia pero que hilvana y cierra los tres libros.
El orden de lectura debe ser: “No estás solo”, “El Ángel” y “El Rey”, de no seguirla puede resultar un desafío entender esta magnífica trilogía que recomiendo sin duda alguna. Os gustará.
“Una corona es tan solo un sombrero que deja pasar la lluvia.”

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