lunes, 6 de enero de 2020

Rómpete corazón, Cristina López Barrio



El hecho de leer tanto y contar con poco tiempo supone un desafío a la hora de llevar al día el blog en el que comento mis lecturas; es por eso que faltando a mi costumbre de no copiar sinopsis de los libros, me veo obligada a utilizarlas al menos hasta que consiga acortar el número de comentarios pendientes.
“Blanca Oliveira pronto se arrepentirá de haber regresado al caserón familiar del monte Abantos donde hace trece años desapareció su hija Alba sin dejar rastro. A los pocos meses de instalarse allí con Ricardo, su nuevo marido, y las dos hijas que le quedan, desaparece otra de ellas. La historia se repite: la edad de las niñas, el inspector de policía encargado de resolver el caso, la única pista, una cinta roja hallada en el jardín, la muerte de un caballo, el cuento de hadas relacionado con la historia de la familia que pesa sobre cada uno de sus miembros como una maldición”.

De las cinco novelas de Cristina López Barrio, cuatro ya he leído, todas han tenido algo especial que me ha llevado a las siguientes de manera que con algunos detalles, “Rómpete corazón” también es una de ellas.
Si tuviera que definir el género al que pertenece esta historia no sabría bien como encasillarlo, es una novela coral de suspense, intriga policíaca, fantasía representada por una leyenda familiar y un amor obsesivo con celos, cuentos de hadas, pasión amorosa y maltrato psicológico que  se dan la mano en esta trama maravillosa donde todos y cada  uno de los personajes son necesarios para darle sentido a la historia.
Aurora, Blanca, Estela, Ricardo, Arturo y Roger son las seis voces narrativas que desde sus particulares puntos de vista, harán de motor en la presentación de un relato con dos líneas argumentales con todos los ingredientes de thriller de suspense familiar. 
No presenta una estructura sencilla, más bien algo compleja a modo de rompecabezas  que nos obliga a estar atentos a la lectura para poder ensamblar este puzzle  de situaciones que transitan del pasado al presente en un mismo capítulo y que en ocasiones te hacen perder el hilo de la historia.
Dividida en capítulos breves y rápidos protagonizados por un solo personaje con una retahíla de pensamientos que se hacen interminables, sin pausas ni respiro y que llegan a comprometer la narración. Ninguno de los personajes me ha calado lo suficiente como para que sean inolvidables.
Con esto llego a la conclusión de que Cristina ha complicado la estructura hasta llegar a ser enrevesada, con vocabulario rebuscado, con tensión narrativa intermitente, mezclando componentes policíacos y de suspense con fantasía y magia que tienen lugar en mansiones, túneles y ambientaciones montañosas que todo hay que decir ha conseguido a la perfección y sin abusar de las descripciones.
Si tuviera que animar a su lectura diría que es una historia especialmente de mujeres, muy del estilo de Cristina López Barrio, con mezclas de estilo, entretenida, algo previsible, con actitudes de personajes que no acaban de convencer, pero con el aire generoso y mágico de las leyendas antiguas. Pasiones, rencores, celos y secretos ayudan a dar el visto bueno a esta novela cuyo título es uno de los versos de Hamlet de Shakespeare.
Recomiendo sus anteriores novelas: “La casa de los amores imposibles”, “El cielo en un infierno cabe, “Tierra de brumas y “Niebla en Tánger”. Os gustaran.
“Un corazón solo puedo romperse una vez, el resto son arañazos imborrables”.

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