El hecho de leer tanto y contar con
poco tiempo supone un desafío a la hora de llevar al día el blog en el que
comento mis lecturas; es por eso que faltando a mi costumbre de no copiar
sinopsis de los libros, me veo obligada a utilizarlas al menos hasta que
consiga acortar el número de comentarios pendientes.
“En la
reserva natural de Paternóster muere una mañana, salvajemente asesinada, la
joven y bella pintora madrileña Gloria García Carvajal. Para esclarecer los
motivos de tan horrible asesinato, el abogado Marcos Anglada, prometido de
Gloria, contrata al detective privado Ricardo Cupido. Poco después aparece el
cadáver de una excursionista adolescente asesinada de la misma manera y en el
mismo lugar. En sus pesquisas, Cupido topará con una variopinta galería de
personajes: desde un antiguo profesor de Gloria, de cuya ruptura matrimonial
ella es la causa, hasta doña Victoria, que lucha para que le sean devueltas
unas tierras. Pero un casual descubrimiento suscitará en Cupido de repente una
terrible sospecha”.
Desde que descubrí a Eugenio Fuentes y su detective Ricardo
Cupido, no he dejado de leer todo lo que ha escrito y escribe. La construcción
de este personaje que aparece en sus novelas no responde al borracho
expedientado, mal vestido con fracasos matrimoniales, desarraigado de las
familias y con grandes problemas a la hora de relacionarse; para nada es así,
al contrario, conquista a los lectores que reciben de buen agrado este cambio
de registro hacia quien lleva el peso de la resolución del misterio.
Eugenio representa la novela negra tranquila, desprovista de
esa violencia y crueldad a la que estamos acostumbrados y demuestra con ello
que enriquecer este género no va en consonancia con los grados de dicha
violencia y crueldad.
En esta ocasión los entornos de violencia cotidianos en las
ciudades dejan paso a la expectación de un crimen rural.
A un mundo
en donde todos se conocen más o menos, y donde los rumores (y las
maledicencias) campan a sus anchas. Un mundo también en el que subyace una
violencia que es provocada por la cercanía a la naturaleza y a los instrumentos
que allí son cotidianos. Los pueblos son lugares donde los secretos son
a voces, pero donde a veces también se traman conspiraciones de silencio, y
donde puede ser incluso posible guardar otros secretos, si estos son lo
bastante terribles.
Al escritor
no le resulta difícil moverse con naturalidad en estos espacios. Su narración
mantiene un ritmo rápido y a la vez pausado para que nada quede atrás sin
explicación o descolgado de la trama, es parte de su habilidad narrativa. Sus
personajes son configurados con una profundidad solo comparable a la calidad de
su trama.
Ricardo
Cupido el detective ciclista y su creador son garantía de entretenimiento y la
sorpresa que nunca falla, la decepción no tiene cabida en las obras de este
cacereño alejado de la literatura de consumo y cuyos libros siempre dejan tan
buen “sabor de boca”. Os gustará.
“Los besos, que son un
espléndido alimento del amor, pueden convertirse en veneno cuando el que los
recibe intuye en ellos otra intención que no sea el cariño”.
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