domingo, 20 de octubre de 2019

El lado oscuro del corazón, Dolores Redondo


     
El hecho de leer tanto y contar con poco tiempo supone un desafío a la hora de llevar al día el blog en el que comento mis lecturas; es por eso que faltando a mi costumbre de no copiar sinopsis de los libros, me veo obligada a utilizarlas al menos hasta que consiga acortar el número de comentarios pendientes.

"Cuando Amaia Salazar tenía doce años estuvo perdida en el bosque durante dieciséis horas. Era de madrugada cuando la encontraron a treinta kilómetros al norte del lugar donde se había despistado de la senda. Desvanecida bajo la intensa lluvia, la ropa ennegrecida y chamuscada como la de una bruja medieval rescatada de una hoguera, y, en contraste, la piel blanca, limpia y helada como si acabase de surgir del hielo.”
En agosto de 2005, mucho antes de los crímenes que conmocionaron el valle del Baztán, una joven Amaia Salazar de veinticinco años, subinspectora de la Policía Foral, participa en un curso de intercambio para policías de la Europol en la Academia del FBI, en Estados Unidos, que imparte Aloisius Dupree, el jefe de la unidad de investigación. Una de las pruebas consiste en estudiar un caso real de un asesino en serie a quien llaman «el compositor», que siempre actúa durante grandes desastres naturales atacando a familias enteras y siguiendo una puesta en escena casi litúrgica. Amaia se convertirá inesperadamente en parte del equipo de la investigación que les llevará hasta Nueva Orleans, en vísperas del peor huracán de su historia, para intentar adelantarse al asesino...
Pero una llamada de su tía Engrasi desde Elizondo despertará en Amaia fantasmas de su infancia, enfrentándola de nuevo al miedo y a los recuerdos que la dotan de un extraordinario conocimiento de la cara norte del corazón”.
No resulta sencillo reseñar la última novela de Dolores Redondo y más si no me ha gustado tanto como sus anteriores publicaciones. En ocasiones tengo la sensación de ser algo “rara” a la hora de percibir según que lecturas y me entra pánico en los momentos en los que debo decir sinceramente las impresiones que me han causado.
Novela negra de misterio y suspense que se sitúa en el 2005 antes de los crímenes del Valle de Baztán. No es necesario leer la Trilogía anterior, de hecho es algo casi imposible que no se haya hecho, al menos es mi caso, lo que puede complicar a partes iguales la aceptación o rechazo y por supuesto la comparación entre aquellas y esta.
La trama es buena, nos lleva a los primeros años de Amaia Salazar en la Academia del FBI en Quántico, a partir de ahí asistiremos a la investigación criminal en el corazón de Nueva Orleáns. No es una novela cercana al thriller donde detective persigue capítulo tras capítulo al asesino, corriendo, sin pausa, sino que se trata de una investigación más serena y centrada en entender cómo el paisaje puede convertirse en un personaje más, y en uno, además, agresivo y lleno de matices. La ambientación y atmósfera que cobija esta trama es genial, desolación y catastrofismo que invita a reflexionar ante el impacto de las catástrofes naturales y las situaciones a las que hace frente una determinada porción de la Humanidad.
Respecto a los personajes ya son familiares y se nos presentaron en la Trilogía de Baztán, personajes que están muy delimitados y tanto Amaia Salazar como Dupree, claros protagonistas de la novela, son perfectamente reconocibles para aquellos que ya hemos leído antes a la autora y, también, perfectamente dibujados para aquellos que sea la primera vez que se acercan a la obra. Ambos arrastran un pasado doloroso y del que iremos sabiendo cada vez más. No hay que olvidar que aparece la “Tía Engrasi” y que gracias a ella se desvelará un oscuro secreto.
Aunque la novela sigue el esquema típico del género, Dolores Redondo introduce elementos como son el folklore de Nueva Orleáns, la catástrofe natural y la trata de personas que casan a la perfección y que sustituyen sus mitos vascos por los de esta parte del planeta. Sin duda recurre a esta fórmula aceptada y de éxito garantizado a juzgar por sus anteriores entregas. Procura unir las piezas del pasado con las del presente o lo que es igual entre Elizondo y Nueva Orleáns, engordando así la fantasía de su trilogía.
Es evidente que algo me ha gustado pero sin dejar de ser una buena historia de suspense, hay momentos en los que no parecía escrita por Dolores Redondo, resultaba forzada, como cuando se escribe por imperativo editorial, es más flojo que otros, las descripciones se hacen densas y largas, el interés se pierde demasiadas veces y lo peor el desenlace con rasgos muy “americanos”.
No es mi intención desanimar a nadie porque mis expectativas no se hayan cumplido, estamos hablando de una gran narradora, que cuenta historias y lo hace muy bien, que entretiene y atrapa con sus novelas, todo eso es suficiente para recomendaros su lectura, no me cabe duda que os gustará; y por supuesto solo soy una lectora no una crítica y mis respetos hacia todos los que nos hacen disfrutar tanto.
“Cuando mi voz calle con la muerte, mi corazón te seguirá hablando”.

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