Hacer una reseña de algo escrito
por este maestro de las letras, no solo es casi imposible, sino una auténtica
osadía; de manera que voy a contar mi humilde impresión acerca de una de las
novelas más inolvidables de cuantas he leído hasta ahora.
“192 d.C. Varios hombres luchan por un imperio,
pero Julia, hija de reyes, madre de césares y esposa de emperador, piensa en
algo más grande: una dinastía. Roma está bajo el control de Cómodo, un
emperador loco. El Senado se conjura para terminar con el tirano y los
gobernadores militares más poderosos podrían dar un golpe de Estado: Albino en
Britania, Severo en el Danubio o Nigro en Siria. Cómodo retiene a sus esposas
para evitar su rebelión y Julia, la mujer de Severo, se convierte así en rehén.
De pronto, Roma arde. Un incendio asola la ciudad.
¿Es un desastre o una oportunidad? Cinco hombres se disponen a luchar a muerte
por el poder. Creen que la partida está a punto de empezar. Pero para Julia la
partida ya ha empezado. Sabe que solo una mujer puede forjar una dinastía”.
Con una sinopsis como esa sobra decir que nos vemos
delante de un panorama histórico en estado puro. La atracción que suscita el
Imperio Romano es para una emeritense algo que casi se lleva en vena. Santiago
nuevamente nos deleita con un retrato de la Roma Imperial bélica, intrigante y
violenta bajo un rigor histórico incuestionable que fija su atención en la
figura de Julia Donna, siria y extranjera que se marca como objetivo de vida el
garantizar todo un linaje a pesar de las dificultades que la Historia le hizo
sufrir.
Narrado en tercera persona por Galeno, personaje
que forma parte esencial de la historia a lo largo de las cinco partes en las
que está divido el relato, cada una de ellas dedicada a los grandes enemigos de
Julia. Buen ritmo, brutales descripciones, impecable ambientación, detallismo
que roza lo visual, sencillez de expresiones y vocabulario asequible que
proporciona un aprendizaje de la Historia ágil y fluido.
Combina dosis de suspense con asesinatos,
espionajes, venganzas y traiciones que van apareciendo en un cruce de historias
que acaban potenciando la tensión dramática presente a lo largo de cinco años
turbulentos de la Historia de Roma.
El punto fuerte es sin duda los personajes,
ejercicio arquitectónico digno de aplaudir y que solo uno de los grandes
narradores históricos del mundo literario contemporáneo como Posteguillo es
capaz de hacer.
Al principio tuve mis dudas con “Yo Julia”, no es
la primera vez que setecientas páginas aparecen repletas de personajes y
acontecimientos imposibles de seguir, poniendo en peligro la lectura elegida.
Confieso que no todo ha sido perfecto en la novela, el exceso de detalles y la
extensión de los pasajes referidos a las batallas me ha resultado largo y
cansino; ahora bien los giros argumentales presentados por el narrador
omnisciente en combinación con la participación narrativa del Galeno, me
inyectaban la emoción y el desgano de aquellos tramos más tediosos de las
interminables batallas que no escasean precisamente en el libro.
Por fin un Premio Planeta que no decepciona. Es la
primera novela de Santiago Posteguillo que leo, a menudo me recomendaban las
obras de este profesor de lengua y literatura que tenía encantado a todo el que
lo leía, ha tenido que llegar una mujer, “Julia” para decidirme a ello y la
verdad que me alegro de mi decisión.
Solo puedo decir que aun con las pegas que he
puesto, se hace entretenida, se aprende un montón y por supuesto queda
recomendada sin reparos. Sin dar detalles me quedo con una escena descrita en
el Anfiteatro Flavio en una lucha de gladiadores donde Julia juega un papel de “escándalo”.
Os gustará.
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