El
hecho de leer tanto y contar con poco tiempo supone un desafío a la hora de
llevar al día el blog en el que comento mis lecturas; es por eso que faltando a
mi costumbre de no copiar sinopsis de los libros, me veo obligada a utilizarlas
al menos hasta que consiga acortar el número de comentarios pendientes.
“Novela que nos sitúa en torno a los años de la
Dictadura de Primo de Rivera (1.934), años revolucionarios en Asturias, una
época que dio en llamarse “de las chimeneas”, cuando aparecen empresarios
industriales que llegaron dispuestos a explotar los grandes recursos de esa
tierra.
Nuestros ingenieros llegaron de Bélgica y
pertenecían a esa clase acomodada que poseía el poder porque era dueña del
trabajo, de la salud, de la educación y hasta del agua y del aire que se
respiraba, que promovían mejoras sociales con la única finalidad de aumentar la
productividad, y por lo tanto sus ganancias”.
No es la
primera vez que me dejo recomendar un libro que no preside los escaparates de
las librerías, es la ventaja de rodearse de buenas lectoras. Desconocía a
Fulgencio Arguelles , novelista asturiano que ha sido galardonado con el Premio
Novela Café Gijón 2003 y lo he hecho con esta preciosidad de libro que narra la
historia de un pueblo minero de Asturias durante la Dictadura de Primo de
Rivera y el impacto de la Huelga de Mineros de 1934. A partir de este
escenario, el autor crea una historia acerca de las vivencias de un núcleo
familiar que rodea al protagonista y que es testigo y narrador de los hechos
acontecidos en ese periodo clave de la Historia de España.
Reconozco
que lo que más esfuerzo me supuso al leer este libro fue retener el título,
algo que a medida que avanzaba en la narración dejó de ser un problema. Los
personajes merecen una mención especial, en realidad se convierten en el eje de
la obra. Las más de trescientas páginas son historias particulares de cada uno
de sus actores, Nalo es el encargado de ir desvelando estas vidas como si de un
investigador se tratara, él conoce y él transmite los detalles de estos
personajes en un proceso minucioso de aprendizaje. Datos que vienen acompañados
de los efectos que estos hacen en su propia vida. Despliegue de avatares y
vivencias de quienes se movieron en ese “Palacio azul”, abanico de seres que se
mueven entre la servidumbre y los señores de la finca.
Muy
descriptivo, narrado de manera impecable, prosa cuidada al detalle,
extraordinaria documentación y vocabulario seleccionado que le proporciona el
aire de novela culta alejada de los betsellers tradicionales.
El telón
histórico de fondo es sin duda lo que más me ha gustado, las tensiones
prebélicas de un momento que se nos acercaba irremediablemente, nos ayuda a
conocer un poco más de los ambientes anarquistas de la época. Fulgencio lo hace
de la mano de sus personajes creíbles y de su justificada presencia en la
narración; pero aunque lo he encontrado un libro precioso y fantástico, quiero
avisar de la presencia de frases muy largas que obligan a tomar aliento para
terminar de ser leídas, además de descripciones tan precisas que te obligan a
volver a frases anteriores para recuperar el hilo de lo descrito y eso desluce
un poco a este relato que merece la pena leer.
Se puede
disfrutar de él solo por ver como el autor ha construido un personaje como Nalo
que evoluciona en función de sus experiencias y de aquellas que rodearon su
vida. Os gustará.
“La verdad tiene su tiempo y si no se revela en el momento adecuado,
luego se corre el riesgo de que nadie se la crea”.
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