domingo, 31 de marzo de 2019

El Chino, Henning Mankell


El hecho de leer tanto y contar con poco tiempo supone un desafío a la hora de llevar al día el blog en el que comento mis lecturas; es por eso que faltando a mi costumbre de no copiar sinopsis de los libros, me veo obligada a utilizarlas al menos hasta que consiga acortar el número de comentarios pendientes.

“Una helada mañana de enero de 2006, un fotógrafo hace un descubrimiento aterrador: en el pequeño pueblo de Hesjovallen aparecen brutalmente asesinadas diecinueve personas. Ante semejante atrocidad, la policía sospecha que puede tratarse de la obra de un perturbado. Sin embargo, la jueza Birgitta Roslin, en Helsingborg, al leer el suceso se entera de que entre las víctimas se encontraban los padres adoptivos de su madre, August y Britta Andrén; cuando busca más información, descubre que también en Nevada, Estados Unidos, ha muerto asesinada una familia apellidada Andrén. Una sospecha comienza abrirse paso en su mente. En el lugar del crimen se ha encontrado una cinta de seda roja, y Birgitta cae en la cuenta, fortuitamente, de que es una de las cintas que cuelgan de los farolillos de un restaurante chino de Hudiksvall. En sus investigaciones, Birgitta viaja hasta Pekín, donde se verá involucrada de pronto en la cruenta lucha de poderes dentro del Partido Comunista Chino. Como potencia mundial en pleno desarrollo, China se enfrenta al grave problema de la falta de materia prima y al de millones de campesinos pobres sin acceso al creciente bienestar; en tal encrucijada, una posible solución consiste en enviar fuera del país a esos campesinos para que colonicen grandes zonas de África... Entretanto, Birgitta es sometida a una implacable persecución que la pone en grave peligro”.

Lo primero es advertir que no es la típica novela del inspector Wallander, de las llamadas negras, tras un comienzo fulgurante con un caso por resolver en la más pura tradición del género de intriga, como son 19 muertos pertenecientes a tres familias en un remoto pueblo del norte de Suecia, toma un giro radical que lo aleja completamente de este género de novela para entrar en otro que no sabría cómo definir. Tiene un inicio realmente genial. Un crimen masivo, en el norte de Suecia, a menos de 6 grados bajo cero. Un pueblecito aislado totalmente masacrado y ninguna pista. El final es también bueno pero en distinto grado; es previsible pero correcto. En él, se recupera la acción y el suspense del principio dejando cierto regusto de satisfacción.
Una novela en la  que Henning Mankell nos sitúa no sólo en la Suecia y la China actuales, sino también en escenarios que, en el siglo XIX, fueron testigos de grandes dramas. El despegue presenta ese crimen horrible y a la vez genera la intriga suficiente para que la atención no decaiga, no obstante parece la excusa para llevar la trama a otros menesteres mucho menos interesantes y que no están del todo bien conectados con dicha masacre. La segunda parte del libro, cuyo peso recae casi exclusivamente en la jueza sueca, apenas se sostiene. La trama se vuelve lenta, se desvía del eje principal y las soluciones se hacen poco creíbles.
Mankell aprovecha para contarnos una parte de la historia americana que tienen muy silenciada, como fue la explotación de los chinos como mano de obra prácticamente esclava y utilizada para la construcción de las líneas de ferrocarril que atravesaron el país de costa a costa. Racismo, menosprecio a unos seres a los que se considera muy buenos currantes, pero en absoluto personas. Como decía una parte oculta de la historia de Estados Unidos.
Esta historia ocurrida en 1860 es la que desencadenará la cruel venganza ocurrida 140 años después. Y es una parte interesantísima del libro, aunque sea como una historia dentro de otra historia.
Respecto al ritmo de la narración aviso que es muy irregular, pues en el fondo es como empezar tres novelas, de ahí que los cambios sean diferentes, con la necesidad de volver a centrarse en cada historia y terminar hilvanándolas todas.
Historias distanciadas mucho en el tiempo y en la geografía, muy instructiva, llenas de suspense y cargada de crueldad en los momentos en los que se relata el sufrimiento del pueblo chino a lo largo de su Historia.
Aunque haya asesinatos y un poco de misterio al principio, considero que el tema principal del libro es mostrarnos un retrato y una comparación entre la sociedad sueca (occidental en general) y la china (Oriente por extensión). Igualmente me he encontrado con un análisis de la situación de la China actual, que es la tercera parte del libro.
Los personajes cuentan con la particularidad de ser adultos que han superado los 50 años de edad, de ahí que la visión de lo vivido se aleje de la perspectiva de los jóvenes. Cualquiera de ellos está extraordinariamente bien construido y asistimos a una evolución de los mismos acorde con sus experiencias.
Un libro interesante por las dosis de Historia que contiene, algo más que una novela de misterio, que ha profundizado en los conflictos de las luchas de clases, la búsqueda de la igualdad, la venganza, los derechos humanos y las problemáticas culturales entre distintos continentes.
Creo que la trama inicial es un mero hilo conductor, de ahí que aunque la lectura sea fácil en ocasiones resulta densa por los detalles y las descripciones históricas, haciendo el relato enrevesado y complejo.
Personalmente el tema policíaco me ha gustado, pero igualmente he disfrutado de la historia de la China en tiempos de Mao y en la actualidad. Entretenida, bien documentada y original a pesar de los numerosos temas que aborda, mezcla de política, historia, reivindicaciones y sangre.
Os pido una oportunidad. Os gustará.

“Las batallas de la vida son continuas y no las gana el más fuerte”.

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