Desde
que inicié la andadura de mi blog de lectura, miro hacia atrás y recuerdo la
cantidad de libros leídos que me gustaría haber comentado de haberlo creado
muchos años antes. Cuando el tiempo libre me lo permite, vuelvo a releer
novelas que me dejaron un grato recuerdo y que a menudo recomiendo a la gente
que me rodea. Pero son pocas las ocasiones y esa tarea soy consciente de que
nunca la voy a poder tener al día. Es por ello, que he decidido abordar
aquellas lecturas de una manera breve y a modo de recomendaciones que podréis
ampliar visitando otros blogs en los que seguro encontraréis reseñas muy de
vuestro agrado.
De
momento las iré nombrado y contando su sinopsis, sin en algún momento puedo
haceros participe de las impresiones que me causaron, no dudéis que así lo
hare.
“Huérfano desde su nacimiento y falto del amor del padre, Cipriano contó,
sin embargo, con el afecto de su nodriza Minervina, una relación que le sería
arrebatada y que le perseguiría el resto de su vida. Convertido en próspero
comerciante, se puso en contacto con las corrientes protestantes que, de manera
clandestina, empezaban a introducirse en la Península. Pero la difusión de ese
movimiento fue progresivamente censurado por el Santo Oficio. A través de las
peripecias vitales y espirituales de Cipriano Salcedo.
Miguel Delibes,
escribió en 1998 una de las novelas más bonitas de cuantas he tenido la
oportunidad de leer. Casi quinientas páginas que permiten conocer la época de
Carlos V, sus gentes, sus costumbres y sus paisajes, haciendo de esta historia
un auténtico y fiel retrato de la Valladolid de uno de los siglos más convulsos
de la Historia de España. Hombres y mujeres de carne y hueso en lucha consigo
mismos y con el mundo que les tocó vivir.
No admirar a este
escritor es casi imposible, su maestría narrativa, su lenguaje, la potencia de
sus personajes y la capacidad para contar una historia como la de Cipriano, lo
convierte en un genio de la literatura.
Recuerdo que me gustó
desde la primera línea, la dimensión histórica del relato es impecable y
reconocí ante todo el homenaje que Delibes hacia a los hombres y mujeres que
pensaban de manera diferente en un momento en el que estaba penado ser libre de
cuerpo y alma, siendo la falta de libertad, la intolerancia y la opresión los mecanismos
que asfixiaban a una sociedad incapaz de gestionar la revolución religiosa de
una Europa en continuo cambio.
Os gustará. Miguel
Delibes nunca decepciona y menos con personajes tan bien construidos y
entrañables como Cipriano.
“La desesperanza está
fundada en lo que sabemos, que es nada y la esperanza sobre lo que
desconocemos, que es todo”.
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