sábado, 4 de julio de 2020

Mujeres que no perdonan, Camilla Lackberg

Me sorprende leer comentarios en otros blogs con críticas excelentes acerca del libro, esto, me hace preguntarme si yo he leído la misma historia que los lectores que ponen por las nubes esta novela. Sin dejar de valorar el esfuerzo que supone escribir, creo que desde mi humilde opinión, debo ser sincera con lo que me parece se ajusta a la impresión que me he llevado de “Mujeres que no perdonan” para que otros no se lleven el desengaño que yo me he llevado.

Sin duda esto es cuestión de gustos y para muchos lectores puede llegar a ser una historia cargada de tensión, suspense y giros argumentales que la convierten en una novela adictiva y negra al más puro estilo; ya digo que yo no he encontrado nada de eso.

Ingrid, Victoria y Birgitta son tres mujeres muy distintas. Para el resto del mundo, llevan vidas aparentemente perfectas, pero las tres tienen algo en común: sufren en secreto la tragedia de vivir sometidas a sus maridos. Hasta que un día, llevadas al límite, planean, sin tan siquiera conocerse, el crimen perfecto.

Es el argumento principal que se desarrolla en tres relatos cortos que conectan entre sí, divididos en capítulos breves donde se cuentan las adversidades de estas víctimas de la violencia machista de cada uno de sus respectivos maridos, sufriéndolas todas en silencio. Una periodista, una ama de casa y una profesora dan vida a las tres protagonistas que llegado el momento deciden tomar las riendas de sus vidas y de mutuo acuerdo planear el crimen perfecto que les lleve a librarse de sus verdugos.

La historia se centra en la cantidad de situaciones y problemas sociales que se derivan de una sociedad machista, escenario que ayuda a dar forma a las experiencias narradas a través de estas tres mujeres. Personajes poco aprovechados, sin historia previa que al final protagonizan una trama de “aquí te pillo y aquí te mato”.

Me ha recordado a “Extraños en un tren” argumento exprimido en el que los crímenes van a resultar perfectos gracias al intercambio de objetivos comunes entre auténticos desconocidos.

Cämilla nos trae se supone que una novela negra, al menos así la publicitan, lo que ocurre es que yo los elementos del thriller y crimen, así como los rasgos de este género no los he reconocido. Cierto que se deja leer con facilidad, la prosa es sencilla, la letra extra grande, enorme márgenes y dosis de entretenimiento, pero me temo que no es suficiente para salvar con nota los planes de estas “mujeres que no perdonan”.

Lo recomiendo para aquellos momentos en los que necesitamos lecturas ligeras, que no requieren esfuerzo, que sea invierno o verano las vamos a leer sin más pretensiones que pasar un rato entretenidas, porque la verdad que se lee en una tarde; ahora bien, convencidas de que es un relato flojo demasiado directo y con faltas de explicaciones que probablemente toque vuestra sensibilidad y despierte empatía hacia el resto de las mujeres…en mi caso no ha pasado nada de eso, lo he terminado por respecto a la escritora y por el momento en el que lo elegí, de no haberse dado estos factores puede que lo hubiera abandonado por lecturas que me siguen esperando.

El argumento perfecto sin pies ni cabeza para una serie de televisión de estilo sueco que ahora invaden nuestras siestas sin previo aviso. Os la recomiendo para que emitáis vuestro propio juicio, mi reseña es algo dura porque me molestan las novelas que puedo llegar a catalogar como de “mujeres”, destinadas a vender a las “feministas” cuando lo único que tengo claro es que leer no conoce de sexo, ni de raza, ni de condición sexual, es simplemente un acto íntimo e intelectual y Camilla en esta ocasión no me da la razón.

                “El perdón borra lo que el tiempo no borró”.

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